El ciclo de Julio César Falcioni como técnico de Boca duró dos años y estuvo cargado de luces y sombras para los simpatizantes xeneizes. El equipo logró dos títulos, el Torneo Apertura 2011 y la Copa Argentina 2012, y fue finalista de la Copa Libertadores de América, pero estuvo marcado por las diferencias con Juan Román Riquelme y terminó con toda la Bombonera insultando al Emperador.
A casi ocho años de su salida, el preparador físico de aquel equipo, Gustavo Otero, dio detalles de la relación con Román, hoy vice del club: "Cuando Román dijo que lo habíamos hecho correr como un boludo fue porque no estuvo de acuerdo con lo que habíamos decidido, la idea era darle una semana más de descanso para afilarlo desde lo físico".
"Esas son las cosas que uno a la distancia piensa que se pudieron manejar de otra manera, comunicarlas mejor para evitar esos roces con él y así estar más mal comunicados. Siempre pensamos que estábamos haciendo lo mejor", siguió.
Luego se refirió al final de Copa perdida ante Corinthians, empañada también porque previo a la revancha en Brasil, Riquelme anunció que se iría del club: "Hoy es difícil saber cuánto influyó en el plantel la decisión que tomó Riquelme antes de la final. Nadie lo sabe, lo que si te puedo decir es que estábamos todos movilizados con esa situación".
Acto seguido, agregó: "Nosotros jugamos 13 partidos antes de jugar esa noche con Corinthians y el equipo había demostrado una cosa totalmente distinta. Se venía demostrando una actitud y un fervor que esa noche no apareció. En esa final algo extrafutbolístico nos transformó en un equipo que no mantuvo lo que había hecho durante toda esa Copa Libertadores". El juego terminó 2-0 para los brasileños que se llevaron la final con un global de 3-1.