La jueza Sandra Arroyo Salgado intentó poner las cosas en su lugar, es decir, aportar alguna dosis de racionalidad político-institucional a las derivaciones políticas, potencialmente institucionales, por la muerte de su ex esposo, el fiscal Alberto Nisman.
La pregunta que cabe es si puede haber logrado algo en ese sentido. Sobre todo ante el Congreso dividido en el que hizo su pedido de “despolitizar” la investigación.
Habló en el amplio Salón Azul del Congreso, invitada a una audiencia pública convocada por el grueso de la oposición en su conjunto, cuando a metros de allí, separados apenas por el Salón Eva Perón, el oficialismo en el Senado daba media sanción a la ley de reforma del sistema de inteligencia estatal, cocinada de apuro por la muerte de Nisman.
Nadie puede aventurar una respuesta en ese sentido pero lo cierto es que la oposición debió meter violín en bolsa ante el pedido de “despolitizar la causa” hecho por Arroyo Salgado: preveía seguir la audiencia pública con un debate político del caso, pero después de los dichos de la ex esposa del fiscal, no lo hizo. ¿Podrá el oficialismo hacer lo mismo, despolitizar la investigación?
Circunstancialmente, este cronista fue testigo del retiro de Arroyo Salgado del Salón Azul hacia el estacionamiento del Senado. “¿Puede llevarse el caso a la justicia federal?”, fue la pregunta que le hizo uno de los tres legisladores que la acompañaban.
“Es muy complejo”, respondió la viuda de Nisman, levantando los hombros. Es que para esa hipótesis tendría que confirmarse, primero, que la muerte de Nisman fue un homicidio (Arroyo Salgado volvió a sugerirlo ayer, aunque menos explícita que en el entierro) y, segundo, que el mismo tuvo alguna relación con su investigación de la causa AMIA.
El pasaje de ella y sus acompañantes por el Salón Eva Perón, en el que recalan los senadores para tomar un respiro durante las sesiones, rumbo al estacionamiento a través de la Presidencia del Senado, puede ser un indicio de hasta dónde caló su pedido de “despolitizar”. Pasó ante la ¿indiferencia-sorpresa? de senadores oficialistas que allí estaban.
