Por arquitecta Florencia Oña
La Ciudad Jardín es una tipología de urbanización planeada desde su génesis como contenedora de comunidades, rodeada por cinturones verdes, incorpora áreas proporcionadas para las residencias, la industria y la agricultura. ¿Es posible transformar la ciudad de Mendoza en una de ellas?
Las ciudades actualmente, en una gran mayoría, padecen una alta densidad, congestión y sobrepoblación. Es justamente en las ciudades donde se generan los mayores problemas ambientales: consumo, producción de residuos, contaminación y efecto invernadero, siendo ahí donde tendrían que encontrarse las soluciones más acertadas, posibilitando de esta forma beneficios regionales y globales.
Las ciudades ecológicas tratan de contrarrestar los síntomas incorporando naturaleza a las urbes. Originalmente es planeada sobre un patrón concéntrico con áreas abiertas parques públicos y bulevares radiales. Estas ciudades proveen trabajo, vivienda de tipologías diversas y se reducen los tiempos de traslado. Son autosuficientes, cuando esta alcanza su límite de capacidad, otra ciudad de las mismas características es desarrollada y así sucesivamente. Vinculándose por vías de transporte circulares en forma de satélite.
Ciudad Jardín del mañana. Ebenezer Howard
Como el caso de “Nature City”, donde se propone una urbanización en contacto con la naturaleza, se plantea como una ciudad concentrada de usos diversos. Conviviendo las diferentes actividades en un mismo ámbito, donde parques y espacios de producción circundante reemplazan las áreas de consumo masivo. Recorrible mayormente de forma peatonal, proporciona variedad de tipologías edilicias, espacios verdes de recreación y cinturones verdes. Los cuales contribuyen a incrementar la biodiversidad, la purificación del aire y a mejorar la calidad de vida.
Estas teorías de planeamiento urbano fueron iniciadas en el 1898 por Ebenezer Howard, si bien, en algunas situaciones pudo concretarse en cierta medida, en otros casos quedó como una utopía.
Existen diversos indicadores de desarrollo urbano sustentable: la ocupación del suelo; el espacio público y el habitacional; la movilidad y servicios; la complejidad urbana; espacios verdes y biodiversidad; metabolismo urbano y cohesión social. Un indicador mundial son los metros cuadrados de área verde por persona. La Organización Mundial de la Salud recomienda una superficie entre 10 y 15 metros cuadrados mínimos por habitante.
Con 52 metros cuadrados de espacio verde por persona, Curitiba es la ciudad más verde del mundo. Los parques cumplen una función ecológica, funcionan como elementos amortiguadores de agua de lluvia. Los sistemas de parques en la ciudad mantienen los cauces de los ríos de forma natural. Cuenta con un sistema de transporte público eficiente el cual es utilizado por un 70 a un 80 porciento de los ciudadanos. Existe un programa de intercambio el cual recibe desechos reciclables y se los intercambia por alimento o dinero. Empoderando a la gente con acceso al transporte y trabajo consistente, se ha producido un descenso en la dependencia del gobierno. Es una ciudad donde el planeamiento regional es parte del lenguaje común y la ética ambiental ha sido suplantada por las tácticas del desarrollo económico convencional.
Estudiando la situación local el AMM (Área Metropolitana Mendoza), la Capital cuenta aproximadamente con 22 metros cuadrados de espacio verde por persona.
Ha resurgido recientemente la inquietante necesidad de comenzar a planificar estratégicamente el AMM. Debido a que la ciudad está creciendo de forma aparentemente espontanea, desregulada, careciendo de implementación de planes de desarrollo urbano a futuro y avanzando sobre áreas de cultivo o zonas ambientales frágiles.
Un plan de desarrollo urbano cuyo diseño e implementación puede llevar varios años, necesitar diversidad de profesionales involucrados y cantidad ciudadanos comprometidos. Toni Puig, especialista en gestión cultural y marketing urbano, expresó que nuestra ciudad por su escala, particularidades y características tiene gran potencial de ubicarse dentro de la red de ciudades más atractivas del mundo, si se actualiza y se vigoriza.
UN PLAN DE DESARROLLO URBANO CUYO DISEÑO E IMPLEMENTACIÓN PUEDE LLEVAR VARIOS AÑOS, NECESITAR DIVERSIDAD DE PROFESIONALES INVOLUCRADOS Y CANTIDAD CIUDADANOS COMPROMETIDOS.
Reflexionando sobre la idea utópica de las ciudades jardín y tomando el concepto centros independientes, podemos relacionar los 6 centros del AMM, vinculados por vías de circulación, los cuales forman parte de un plan mayor dentro de la trama urbana eficientemente conectada. Se establece la necesidad de estudiar el caso de forma completa e independiente a la vez, ya que los 22 metros cuadrados de espacio verde por persona en la capital se diluyen cuando hacemos foco en el conjunto.
Ayer Hoy Mañana. Elaboración MFOLM | Arquitectos
Si bien a nivel ambiental contamos con el arbolado y las acequias, elementos que otorgan gran particularidad a nuestro entorno, son también necesarios espacios de recreación, estancia común y deporte al aire libre. Los parques y algunas de nuestras vías verdes se ven muy transitadas actualmente por corredores o ciclistas. Estamos presenciando nuevos paradigmas con respecto a la forma de ejercitarnos, lo cual evidencia la necesidad de generar más espacios destinados a estas actividades por ejemplo.
Las ciudades son contenedoras de cultura, historia, habilidades, contextos y proyecciones futuras. Se evidencia la necesidad de trabajar con lo que tenemos, formular e identificar quienes somos. Detectando áreas, desarrollando mixtura y equilibrio, repoblando zonas olvidadas, recuperando, incorporando elementos atractivos de vanguardia y estimulantes dentro de redes o circuitos.
Construir una ciudad entera de la nada es una idea utópica en sí misma. Algunas ideas de estos principios podrían adaptarse a las ciudades como están hoy en día a través de la incorporación de elementos a modo de acupuntura urbana o a urbanizaciones nuevas más pequeñas menos densas.
Estas ideas llaman a un cambio de paradigma, renovar la forma de movernos, de habitar, de consumir, de dialogar, de compartir y comunicarnos. Lo importante en las ciudades que habitamos es la cultura, la creatividad, el diseño, la vitalidad, el dinamismo, donde se ve la interacción y retroalimentación de los habitantes del medio en un proceso vivo y continuo.