Por Mariana Di Leo
“Mi experiencia me ha mostrado que, la mayoría de las veces, los conflictos se dan no por falta de soluciones sino por la falta de diálogo entre los diferentes actores sociales”. Con este pensamiento, arrancamos nuestra charla.
Ariel estudió Ingeniería Industrial y ha ido realizando experiencias que le han permitido diversos
enfoques de la problemática social, “trabajé en la función pública, en el DEIE, Dirección de
Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza; en el sector privado en una empresa
familiar; viví en Francia en donde finalicé mi carrera y me desempeñé en una industria que desarrolla caños para transportar petróleo y gases. Allí también participé de la Organización SOS Racismo, tema que, por mis raíces, ha sido de gran interés en mi vida, por lo que he buscado entender por qué se genera el racismo y, dentro de la comunidad judía, he batallado
siempre por una mirada más abierta”.
Previo a comenzar sus estudios, ya tenía claro que el mundo no se limita a procesos industriales, mecanicistas y que son los procesos sociales los que mayormente lo han ido transformando. “En Francia, me pasaron dos situaciones que le dieron un norte a mi profesión y trabajo actual, el darme cuenta de la importancia de las ciudades, en donde poder moverme con seguridad, convivir en espacios públicos de calidad y, el observar la importancia que le dan en aquel país a lo regional, al desarrollo local”.
{fotorei:552062:fotorei} En Paris, el mendocino también experimentó trabajar como guía turístico, lo cual contribuyó en su perspectiva sobre las ciudades y sobre esa ciudad en particular “Mi sueldo venía de la propina por lo que debía esmerarme” y en eso confluyeron su gusto por la historia, las sociedades y esa especial relación que no había experimentado antes con una ciudad.
Así, “trabajar en procesos sociales con comunidades vulnerables para poder entender sus situaciones y transformarlas”, se convirtió desde hace varios años en su propósito y es lo que
lo trajo de vuelta a Latinoamérica, exactamente a Brasil, después de un corto paso por Mendoza.
“De regreso de Francia, me contacté con Fernando Barbera (N de R: empresario mendocino
impulsor de proyectos sociales, y de organizaciones como VALOS y Nuestra Mendoza con foco en la Responsabilidad Social y la Sustentabilidad). Él me puso en contacto con Pedro Tarak, (N de R: Abogado especialista con una extensa carrera en Derecho Ambiental y Consultoría Internacional) quien me abrió un mundo de oportunidades y me dijo: “Brasil es el lugar en este momento” por lo que decidí viajar a aprender lo que se estaba haciendo aquí en materia de sustentabilidad para luego transferirlo a Mendoza”.
Hace ya cuatro años que Ariel partió de la “Ciudad de las luces” haciendo breve escala en Argentina hasta llegar a Sao Pablo, capital económica del Brasil y una de las ciudades en donde se ha encendido la conciencia de la sustentabilidad. Allí, trabaja en la Red Nossa Sao Paulo (www.nossasaopaulo.org.br/portal) integrada por más de setecientas organizaciones de la sociedad civil, encaminada a formar una fuerza política, social y económica capaz de comprometer a la sociedad y sucesivos gobiernos con una agenda de mejor calidad de vida para sus habitantes.
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Dentro de la Red, el ingeniero mendocino se dedica al desarrollo del programa “Ciudades Sustentables”, ( www.cidadessustentaveis.org.br), proyecto que tiene como meta sensibilizar
y movilizar a las ciudades brasileñas para que se desenvuelvan bajo este criterio.
Hoy América Latina es líder en el fenómeno global orientado a la búsqueda de la sustentabilidad por los desafíos que enfrenta. Pensadores como el colombiano Bernardo Toro hablan de una oportunidad.
En primer lugar, somos uno de los continentes con más recursos en el planeta y hoy, a nivel global, estamos en transición hacia una economía basada en los recursos, nuestro gran potencial. Esto genera un cambio de paradigmas al que hace referencia Bernardo Toro, quién habla de la necesidad de que entendamos de una manera diferente nuestra relación con los procesos naturales. Como humanidad no podemos distanciarnos más de estos procesos, debemos aproximarnos e, incluso, regenerarlos.
Otra situación clave en América Latina es que se está poniendo la mirada en los pueblos originarios quienes ya habían entendido el cuidado, el respeto y la conciencia, por lo que no se trata de un nuevo paradigma, solo tenemos que volver la mirada atrás. Por esto América Latina está en el ojo del mundo, porque a nivel global cobra importancia la re significación de los recursos y la puesta en valor de las culturas primitivas, algo que si logramos entender podría hasta modificar el escenario geopolítico actual.
Y, dentro de Latinoamérica, es Brasil quien está liderando este cambio por ser la puerta de entrada y salida a este continente, por sus dimensiones, su biodiversidad, su riqueza cultural, por sus líderes sociales y por los procesos de transformación que se están dando aquí.
Entre las ideas que fomentan, me llamó la atención en especial la de influenciar el comportamiento social e individual hacia la sustentabilidad, a través de la educación.
La educación es clave para la transformación, creo que dentro de no mucho tiempo vamos a asistir a una forma de educarnos y de educar muy diferente a la que conocemos. Las universidades van a cumplir el rol de lugares de encuentro e intercambio entre pares, van a potenciar los procesos de aprendizaje e impulsar proyectos de transformación en la sociedad.
Las personas en general somos quienes menor fuerza política tenemos, debemos, sin embargo, ser corresponsables de las decisiones del gobierno a través de la participación.
Cómo debemos participar según tu criterio?
El poder político lo ha tenido la iglesia, los gobiernos, las empresas y hoy hay que otorgarle más herramientas a los ciudadanos para que puedan participar en las decisiones políticas. Por esto, en donde existe un grandísimo potencial para transformar nuestra calidad de vida es en las ciudades. Las ciudades están ayudando a descentralizar la estructura del poder mundial.
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Y, en países como Argentina en donde el poder está centralizado, es evidente que el proceso de transformación tiene que suceder en las ciudades a través de sus comunidades.
En Brasil también nos queda mucho por avanzar, sin embargo trabajamos en darle autonomía a los municipios, en poner a la ciudad en la pauta de la opinión pública. Y en esto, la información
pública es una herramienta fundamental para que la sociedad toda pueda conocer y participar en las decisiones y hacer un seguimiento de los resultados.
Al respecto, contanos sobre Vancouver en donde, entre otras acciones, se ha logrado abrir públicamente los datos a la sociedad para que pueda hacer el seguimiento.
En primer lugar, hay que entender que lo que no está dentro del presupuesto público no sucederá en una ciudad. Por esto, fomentamos que la ciudadanía partícipe en las decisiones, que sea consultada. La lógica es simple, el recurso es público y tenemos cada vez más herramientas tecnológicas que pueden brindarnos acceso a su conocimiento.
Vancouver es uno de los ejemplos que venimos estudiando de cerca, es una ciudad que ha emprendido acciones muy interesantes como abrir todos los datos públicos posibles en formato de open data permitiendo el acompañamiento por parte de los ciudadanos, y el desarrollo de aplicativos para hacer más eficiente la vida urbana.
Seguir de cerca estos casos, tenerlos presentes como ejemplos de políticas públicas con
resultados concretos es una valiosa fuente de inspiración, son modelos de buenas prácticas para imitar en nuestras ciudades
¿Cómo fue la experiencia de la Campaña que realizaron para las elecciones nacionales del 2012?
El programa “Ciudades sustentables” comenzó con una gran campaña en la que se convocó a figuras reconocidas como actores y jugadores de fútbol, fue totalmente supra partidaria y lo que
se buscó fue crear fuerza política desde la sociedad civil con un mensaje dirigido, por un lado, a
los candidatos para que firmasen una carta compromiso a colocar la sustentabilidad dentro de su programa de gobierno a través de un plan de metas y para que rindan cuentas a través de indicadores. Y, por otro, a los ciudadanos para que se concientizaran y votasen a candidatos comprometidos con estos temas. Fueron más de 550 los candidatos que firmaron y hoy estamos trabajando con 210 ciudades de todo Brasil, de todos los partidos políticos, por una misma agenda. Entre otros avances, se ha desarrollado una plataforma con datos abiertos totalmente disponible en donde pueden rendir cuentas de sus indicadores y acciones, y estamos monitoreando el presupuesto e incluso se ha logrado hacerle un seguimiento geográfico.
¿Cómo ves a los argentinos en cuanto a poder sentarnos a discutir estos temas y encontrar vías de solución en común, en relación a Brasil?
Siempre que viajo a Argentina y, este es un pensamiento personal sin ninguna inclinación partidaria, siento una gran polarización en el debate político y en la construcción social que me preocupa muchísimo. La única manera para lograr estas metas es permitir el debate a pesar de la diversidad de opiniones. La falta de construcción a través del diálogo que hay en Argentina me parece preocupante, esta es la diferencia que veo en relación a Brasil, más allá de las organizaciones, idiosincrasia, partidos políticos, etc. existen espacios de participación que la sociedad ocupa, suceden conferencias en los municipios, hay diálogo entre las partes, se le da representación a la diversidad. Argentina tiene un gran potencial, si hay algo que necesitamos es generar espacios para construir fuera de lo partidario, porque es uno de los factores que genera polarización.
Me gustaría que profundices la idea de “crear puestos de trabajo en una economía que se base en el conocimiento”.
Gran parte de los puestos de trabajo de hoy están basados en la explotación de recursos naturales por lo que, a nivel mundial, estamos en una economía de transición ya que los estamos agotando, poniendo en riesgo los ecosistemas. Por esto el potencial está en el desarrollo de recursos intangibles que dependen de la creatividad, como la cultura, el turismo que revaloriza lo local, el desarrollo de software y aplicaciones que ayuden a la ciudadanía a ser más partícipe de lo público, el campo de la regeneración de la biodiversidad, el cerrar ciclos y diseñar productos que puedan ser reincorporados a procesos productivos, la economía de lo compartido, (como el “car sharing” que ya funciona en Europa disminuyendo la congestión vehicular en las calles), el modelo de Empresas B o “B Corps” que enfocan el lucro en la transformación social, etc. Sin embargo se requiere de la toma de conciencia, ya que toda trasformación global tiene como base una transformación personal.
¿En la agenda de la sustentabilidad de Mendoza, cuáles dirías que deberían ser los temas a revisar?
Esta pregunta me la hicieron hace un tiempo, y me es difícil responder desde afuera a pesar de estar en contacto seguido con Mendoza. Sin embargo creo que temas de importancia serían: La distribución del poder y recursos; gobernanza y justicia social; una sociedad que interactúa y decide en Red; planificación participativa. Ciudad que regenera vida; cuidar y regenerar la biodiversidad; cambiar la relación con el agua, recurso más vital de la provincia; mejorar la calidad del aire.
Transición hacia una matriz energética de bajo carbono o carbono 0; movilidad basada en transporte público no contaminante y medios de transporte no motorizados/activos (bicicleta, a pie, etc); generación de energía y consumo de fuentes renovables.
Transición hacia una economía basada en recursos; repensar, reducir, reutilizar, reciclar, etc.
Diseño y producción pensados para el reúso y reciclaje. Cradle to Cradle. Residuo cero.