Todo comenzó en febrero de 2015. Con poco dinero en el bolsillo y con ganas de vivir las elecciones de una manera distinta, tomé la iniciativa de inscribirme como voluntario.
Pero antes que nada, ¿qué es ser autoridad de mesa? A nivel general podríamos decir que (se sea presidente o vice) es preparar el cuarto oscuro, abrir el acto electoral, controlar el procedimiento de voto con los fiscales, cerrar el acto electoral y realizar un escrutinio.
La primera experiencia suele ser la más ardua y cuando tu presidente nunca aparece se vuelve aún peor. Así me ocurrió en las PASO de Ciudad cuando, sin tener más idea que una capacitación breve, enfrentaba solo el desafío. Varios fiscales me guiaron en el proceso, pero recuerdo haber estallado cuando nadie pudo señalarme bien cómo cerrar el escrutinio.
Recién volví a ser autoridad en las generales provinciales. Mucho más relajado y con vicepresidente, hasta se armó un lindo grupo con los fiscales. Lo llamativo fue que nos tocó ser el cuarto para personas con discapacidad (COA) y las demoras fueron notables.
Sin embargo, esas demoras no serían nada comparado a las PASO nacionales, con filas eternas por las cerca de 16 opciones y por sobres que no pegaban (hasta nos reclamaron plasticola). Lo más positivo de la experiencia fue las viandas que nos habían preparado desde la Junta.
Después de las PASO vinieron unas generales a las que ya no quería ir, en un octubre que decepcionó con sus bajas temperaturas. Quizás lo más anecdótico fue el bache que se generó mientras Los Pumas jugaban contra Australia, mientras yo intentaba escucharlo por radio.
La quinta y última fue el balotaje, una elección que se caracterizó por la velocidad de un voto entre dos opciones sin corte de boleta. Si bien debía ser el escrutinio más rápido y tranquilo de todos, aparecieron varias boletas pegadas dentro de los sobres que nos hicieron discutir mucho más de lo pensado.
Tantas anécdotas como votantes
Cada una de las elecciones fue especial en sí y varias son las anécdotas de ellas. De la escuela Químicos Argentinos recuerdo un fiscal que, cada vez que una chica linda votaba, decía de buscar su dirección para ver si vivía cerca de su casa.
En las PASO de la escuela Arístides Villanueva, no faltaron señoras impacientes que mostraran su malestar con frases como “Que lentos que están, eh” o “Yo en tu lugar lo haría mucho más rápido”. Sin embargo, era mucha más la gente que entendía la situación y se solidarizaba, incluso una mujer nos dijo: “A ésa ni le hagás caso, seguro que nadie la escucha en casa”.
Los comentarios son de todo tipo, pero las mujeres suelen hablar más. Como cuando llegó una con mucha actitud de apellido Terma. Mientras la buscaba le pregunté: “Terma, ¿cómo el amargo?”. Me dejó atónito con un sonriente: “Sí… pero dulce”. A otra mujer, al salir del cuarto oscuro, como indica la normativa le pedí ver su cartera. Me respondió que sí, y que si también no quería ver algo que no puedo reproducir por este medio.
En las generales de octubre una señora se ganó el corazón de la mesa repartiendo un Bon o Bon a cada uno. La recordamos con alegría en el balotaje, y aún más por el budín que trajo esta vez.
Qué mejoró y qué no
Si bien las elecciones municipales y provinciales no son planificadas por el mismo ente que organiza las nacionales, el operar es tan similar que podría hacerse un balance general.
El seguir empleando el sistema de boletas con un enorme gasto económico y ambiental es una crítica que se repitió en cada votación. Similar pasó con el desdoblamiento, muchas veces sentido más como una especulación partidaria que como un fortalecimiento de la democracia.
En cuanto al dinero, 350 pesos de una nacional resulta poco cuando se lo divide en las casi 12 horas de trabajo (menos de 30 pesos por hora). Es cierto que la capacitación también se paga con 200 pesos, pero no hubo para el balotaje. Sí merece un reconocimiento que desde las PASO nacionales se entregara una cajita con comida para las autoridades.
Se debe trabajar en el resguardo del frío, como se probó en escuelas con la mesa dentro del curso. Por más abrigo que uno tenga, afuera no hay escapatoria del frío aire invernal. Cabe destacar que la experiencia de tantas elecciones hizo que las autoridades se manejaran mejor y la gente protestara menos. Sí, los sobres nunca pegaron del todo bien, pero ya se sabía cómo cerrarlos mejor.
Finalmente, creo que todo ciudadano debería comprometerse y hacer la experiencia de ser autoridad. Tampoco cinco veces, al tiempo la magia se agota. Personalmente hoy no tengo ganas de volver a hacerlo pero, quién sabe, pregúntenme de nuevo dentro de dos años.
La más alta participación
Según informaron desde la Junta Electoral Nacional, distrito Mendoza, sobre las 21 horas de anoche la cantidad de personas que habían sufragado correspondía a más del 84 por ciento del padrón electoral. Este número supera al obtenido durante las presidenciales del 25 de octubre, cuando 81,7 por ciento de los mendocinos asistieron a votar, en tanto que para las PASO el porcentaje fue de 77,63 por ciento.
Cabe aclarar que los datos de la jornada de ayer son provisorios ya que posteriormente deberán ser corroborados durante el escrutinio definitivo de las 3.996 mesas provinciales, a realizarse desde mañana a partir de las 18 en la sede del Correo Argentino.
El dato fue aportado por el juez federal con competencia electoral, Walter Bento, quien además ratificó el mensaje de tranquilidad que dio durante toda la jornada de comicios. “Estamos muy agradecidos con las autoridades de mesa que nos acompañaron durante todo el día”, destacó Bento.
Tal como se supo, la normalidad fue la característica de esta segunda vuelta, por lo que los 3.500 policías destinados al operativo de seguridad no tuvieron inconvenientes. No faltaron boletas, no hubo denuncias de fraude y tampoco se lamentaron hechos de violencia.
Si bien en un primer momento corrió el rumor de la presencia de boletas correspondientes al 25 de octubre, la justicia electoral nacional rápidamente salió a aclarar que éstas también iban a ser consideradas válidas, en la parte de los candidatos a presidente, por lo que las denuncias quedaron silenciadas.
Otro detalle interesante fue que a las diez de la mañana ya había votado 30% del electorado mendocino y que dos horas antes del cierre de los comicios, 62% había asistido, contra el 47% de las elecciones de octubre en el mismo horario, por lo que se presume que los votantes fueron de manera continua durante toda la jornada.
Cabe destacar que para primera vuelta las lluvias dieron el presente lo cual produjo algunos retrasos de poca consideración, hecho que en las presentes elecciones no ocurrió. / Federico Fayad