Las mujeres son más visibles en el deporte ahora que nunca: de un total de 997 atletas, sólo 22 mujeres compitieron por primera vez en los Juegos de 1900 en París.
Las Olimpíadas de 2012 en Londres fueron los primeros Juegos en los que se presentaron mujeres a competir en todos los deportes del programa Olímpico y en Río de Janeiro, hubo 4.700 mujeres, el 45 por ciento de todos los atletas, representaron a sus países en 306 eventos.
Mientras que Buenos Aires 2018 son los primeros que tendrán igualdad de género, Habrá el 50 por ciento de atletas mujeres.
Cómo viene pasando en la sociedad, las damas siguen ganando un saludable espacio en actividades que históricamente han sido machistas.
Y esta tendencia que se va dando en el mundo ha llegado con fuerza a nuestras tierras, una sociedad que no se destaca por ser abierta a los cambios de paradigma.
Tres patinadoras mendocinas (Valentina Campanella, Martina Castro e Hilen Gutiérrez) que viajan al Panamericano y al Mundial de la especialidad fueron noticia esta semana en la que las buenas nuevas llegaron desde nuestras atletas.
El patinaje nos tiene acostumbrados a estas gestas cada tanto, pero no así por ejemplo el squash, donde también tuvimos la novedad de que Gloria Bilen se quedó con un doble título a nivel nacional.
Acá, todavía debe competir con hombres para poder tener competencia. Y casi sobre el filo del fin de semana apareció el subcampeonato nacional de las cadetes del voleibol. Un deporte en el que Mendoza no es potencia histórica, pero que va trabajando con raíces sólidas.
Mendoza también cuenta con el orgullo de ser la cuna de Estefanía Banini, la Messi del fútbol femenino, quien además de liderar a la selección nacional brilla en los Estados Unidos.
“Estefi” fue la referente de la lucha que las chicas de la selección llevaron contra la AFA por la igualdad en cuanto a las condiciones de trabajo, un aspecto en el que todavía habrá que militar mucho y no sólo en acá. En el mundo también sigue habiendo una brecha que cuesta cerrar.
La retribución total para la última Copa Mundial de Fútbol Femenino, por ejemplo, fue de 40 veces menos que la última Copa Mundial de Fútbol Masculino.
Los éxitos nacionales e internacionales de las las
deportistas mendocinas ya son una constante.
“Hasta julio de 2016, 22 mujeres son miembros activos del Comité Olímpico Internacional (24,4 por ciento) y cuatro mujeres (25 por ciento) son miembros de la Junta Ejecutiva”, asegura la Organización de las Naciones Unidas. Y hasta la misma Banini le escribió una carta a una nena a la que no la dejan competir en igualdad con los hombres, siendo una referente para las damas.
Mendoza también puede sacar pecho al mostrar que en basquetbol y en voleibol tuvo las últimas representaciones en Ligas Nacionales de primera categoría con Las Heras Basquet y Círculo Policial, respectivamente. Ambos equipos femeninos.
También hay una competencia importante en la Liga Mendocina de Fútbol. En muchos casos los clubes le dan más importancia al certamen vernáculo femenino que al masculino, una división que antes no existía y que a muchos todavía le suena raro. Algo similar pasa con el futsal, dónde las mendocinas suelen copar las convocatorias nacionales.
El hockey sobre césped ha sido un embajador de lujo durante mucho tiempo, lo mismo que el balonmano. No es casualidad que de los cinco atletas mendocinos que portarán la antorcha olímpica en el camino hacia Buenos Aires, tres sean mujeres: Macarena Rodríguez, Macarena Sanz y la windsurfista Celina Tejerina.
Maribel Giordano participará del Mundial de Enduro, otra actividad que está sindicada como masculina. Las mujeres van ganando el desafío a los estereotipos y eso es una buena noticia, porque el deporte es parte de la sociedad, una sociedad que empieza a reconocer el poder femenino.
