Las bibliotecas populares son expresión de la decisión y acción de ciudadanos/as, quienes bajo la figura de asociación civil, guían a la entidad en la promoción del acceso al libro y la lectura, además de otros cometidos sociales y culturales.
El contexto económico financiero por el que atraviesan las bibliotecas de todo el país, es bastante complicado y algunas se encuentran con dificultades serias para seguir con sus puertas abiertas, de manera particular las que no son municipales y dependen por entero de la contribución de los socios y voluntarios.
Hoy cobrar una cuota de $100 o $120 puede parecer un desembolso alto en relación con los valores de la canasta familiar promedio, pero esos aportes, que se agradecen mucho y se reconocen en las entidades, a veces no alcanzan para cubrir los diferentes gastos de mantenimiento de las bibliotecas: pago de salarios, luz y otros servicios. Ni que hablar si alguna entidad tiene que afrontar un juicio laboral.
Las bibliotecas populares nacieron en la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) para posibilitar el acceso al libro a aquellos ciudadanos que no podían comprarlo y, de ese modo, pudieran conocer sus derechos, sus libertades y desarrollar sus pensamientos.
Se trata de un modelo argentino, dado que hay menos bibliotecas públicas que en otros países, pero más de las llamadas populares.
No obstante, muchas de ellas cuentan con el apoyo del Estado, situación que está representada en Mendoza.
De todos modos, el denominador común son las dificultades para prestar el servicio y para alcanzar con sus beneficios a jóvenes, estudiantes y vecinos que sin su aporte no podrían acceder a la obra escrita.
Por esto transmite un poco de esperanza y la posibilidad de revertir la situación de abatimiento de algunas instituciones a lo largo y ancho del país, el hecho de que el Ministerio de Cultura de la Nación haya anunciado un plan de inversión por un total de $47.585.900 para el Programa Libro%, duplicando el aporte que se venía realizando; la del 2019 fue de $ 22.004.800.
La flamante titular de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), María del Carmen Bianchi expresó que este dinero (recaudado por Lotería Nacional) oxigenará el funcionamiento de numerosas casas de los libros de pueblos y ciudades del interior del país, donde están las mayores dificultades.
El programa Libro% permite que las bibliotecas populares adquieran material bibliográfico en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires con un descuento del 50% en los precios de ventas. Contando además con dos mañanas de compras para las bibliotecas populares exclusivamente, que es otro aporte del sector editorial y que suma apoyo al que realizan algunos municipios y provincias.
Durante el transcurso de los días que dura el Programa, también se realizan actividades culturales, conferencias, presentaciones de títulos editados por la Conabip y se entrega el Premio “Amigo de las Bibliotecas Populares” a figuras destacadas de la cultura nacional.
Hará falta entonces y pese a las dificultades presupuestarias de la administración federal, mantener estos aportes económicos, que se verán coronados en la cantidad y calidad de los libros que llegarán a ciudades y pueblos una vez culminada la feria porteña.
El ministro de Cultura, Tristán Bauer, ha sostenido a propósito de esta decisión que “es importante en estos tiempos de reparación del tejido social, restaurar también en áreas centrales como la cultura y en este caso la industria del libro por la centralidad que tiene”.
Pero, el apoyo tendrá que ser sostenido en el tiempo dado que las bibliotecas populares tienen un papel fundamental en la promoción de la lectura y también en la construcción de nuevos lectores, además de ser ámbitos de contención social, especialmente de niños y jóvenes, y ayudan a que muchos alumnos universitarios sin recursos puedan seguir estudiando.