El boom inmibiliario en Hong Kong trajo un lado oscuro: miles de chinos viven en casas ataúd porque no pueden afrontar los gastos de un lugar más cómodo
Se trata de pequeños cubículos en los que viven hacinadas miles de personas en la ciudad con mayor densidad de población del mundo.
Según las Naciones Unidad, las casas ataúd son un insulto a la condición humana.
Por ejemplo, Li Suert-Wen es una madre soltera que vive con sus hijos de 8 y 6 años en un espacio de 11 metros cuadrados.
“Mis hijos siempre me preguntan por qué tenemos que vivir en este lugar y no podemos mudarnos a algo más grande”, explica la mujer que gasta la mitad de su sueldo en el alquiler de la habitación.
Otro caso es el de Wong Tat-Ming (63) que se acomoda una bolsa de dormir, un tele y un ventilador en un ambiente de dos metros por un metro.
En general, el baño es compartido por todas las personas que viven en un pasillo, que pueden llegar a ser 24.