La aceleración de la vida en las ciudades puede llevar a pensar que desconectarse en zonas con mucho verde sea un gran alivio. Sin embargo, los viajes sin cautela pueden exponer a picaduras de insectos y a mordeduras de animales que transmiten enfermedades que a veces son difíciles de controlar o incluso que producen la muerte. En América Latina, hay 9 enfermedades desatendidas que pueden afectar la salud de viajeros y turistas si no se colocan las vacunas a tiempo (en algunos casos) o si no se adoptan medidas de protección cuando la inmunización no está disponible.
1. Dengue
El virus del dengue, que se transmite por los mosquitos Aedes aegypti, ya afectó a más de 2 millones de personas durante los siete primeros meses del 2019 y 723 fallecieron, de acuerdo con los datos de la Organización Panamericana de la Salud. Durante 2019, Nicaragua, Honduras, Colombia y Brasil han registrado las tasas de incidencias de dengues más altas de la región.
El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados (cuando se alimentaron con sangre de otra persona con dengue), nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Los síntomas más comunes son fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel, picazón y/o sangrado de nariz y encías.
2. Fiebre amarilla
La fiebre amarilla se transmite a través de la picadura de ciertas especies de mosquitos. Puede ser grave y provocar la muerte. No tiene tratamiento pero puede prevenirse con una vacuna que brinda protección a partir de los 10 días de aplicada y dura para toda la vida. Comienza en forma brusca, con mucha fiebre, escalofríos y dolor de cabeza. Además, la persona afectada puede sufrir dolores musculares, náuseas y vómitos. Es fundamental consultar rápidamente al médico.
Durante 2019, Brasil, Perú y Bolivia habían notificado casos de fiebre amarilla. Para saber si hay que vacunarse contra la fiebre amarilla semanas antes de salir, cada viajero puede consultar el listado de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. En algunos casos, la vacuna se exige si se visitan sólo las áreas con mayor riesgo de infección como por ejemplo las provincias de Misiones y Corrientes en la Argentina
3. Leishmaniasis
Es una infección causada por el parásito Leishmania, que se transmite por la picadura de insectos flebótomos. La presencia de la Leishmaniasis está directamente vinculada a la pobreza, pero los factores sociales, ambientales y climatológicos pueden hacer que los viajeros de otros países adquieran la infección si no están protegidos.
Hay dos tipos de Leishmaniasis en América Latina. Una forma es la cutánea, en la que el parásito daña la piel de la persona. Otra forma, más grave, es la visceral, que afecta a personas y perros. En Misiones, Formosa, Corrientes y Santiago del Estero, en la Argentina, se han presentado casos de esta enfermedad. Los síntomas que produce son: fiebre prolongada, aumento de tamaño del abdomen, pérdida de apetito, disminución de peso, tos seca, diarrea y vómitos.
4. Fiebre chikunguña
Otra infección que se transmite por mosquitos Aedes aegypti que se han infectado es la fiebre chikunguña. El nombre significa “aquel que se encorva” ya que describe la apariencia inclinada de las personas que lo padecen por los dolores musculares y articulares que provoca. Los síntomas comienzan generalmente de 3 a 7 días después de la picadura del mosquito. El síntoma más común es una aparición repentina de fiebre mayor a 38°, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones. Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cutánea. El fuerte dolor en las articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede llegar a persistir durante meses, afectando la recuperación total y el regreso a las actividades cotidianas.
La fiebre chikunguña no tiene un tratamiento específico, sino que se tratan los síntomas en los pacientes hasta que transcurra el proceso viral.
5. Zika
Se trata de una infección causada por el virus del zika que se transmite por la picadura de mosquitos infectados o zancudos (como le llaman en algunos países de la región). Y se han observado casos de transmisión de zika por relaciones sexuales en diferentes países de la región. Suele generar sarpullidos, fiebre leve, conjuntivitis y dolores musculares.
Se suele confundir a la infección por zika, con dengue y chikunguña, pero son diferentes en sus síntomas. En el caso de zika, la mayoría de los pacientes desarrollan erupciones en la piel y conjuntivitis.
6. Enfermedad de Chagas
“Aunque sea bajo, el riesgo de contraer Chagas para los turistas y los viajeros en América Latina no es cero”, advirtió Orduna. El riesgo se debe a una forma de transmisión del parásito que causa la enfermedad que se da a través del consumo de jugo de fruta açai contaminados. En junio pasado, fueron confirmados 13 casos de Chagas en Marechal Thaumaturgo, Acre, Brasil. En su mayoría, la transmisión fue el consumo de jugos de frutas.
De acuerdo a la Coalición de Chagas, los viajeros deben evitar dormir en lugares con paredes de paja y/o adobe que estén sin revocar o pintar, en los que existan huecos en las paredes, y no dormir en camas provistas de mosquiteras. También hay que tener cautela con el consumo de jugos artesanales de frutas. La enfermedad de Chagas tiene tratamiento con medicamentos que se toman durante 2 meses y deben ser indicados por el médico.
7. Malaria o paludismo
Es una enfermedad que puede ser mortal y se transmite por la picadura del mosquito del género Anopheles. En mayo de 2019, la Argentina logró la certificación de la OMS como “libre de paludismo” porque ha interrumpido la transmisión autóctona de la enfermedad durante al menos 3 años consecutivos. Otros países de América Latina aún están en camino hacia la interrupción y existe el riesgo de que los viajeros y los turistas pueden adquirir malaria.
Para prevenir las picaduras de insectos y reducir el riesgo de enfermarse tanto por paludismo o malaria, dengue, chikunguña, fiebre amarilla y zika, la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero recomienda: seleccionar alojamiento con persianas o aire acondicionado, colocar insecticidas para desalojar a los mosquitos de las habitaciones, y vestir ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante la mañana y la tarde cuando se hacen actividades al aire libre. Además, se aconseja usar repelente sobre la piel expuesta con DEET o N, N-dietilmetiltoluamida al 25-50%, con una duración de hasta 6 horas.
8. Rabia
Por contacto con animales, aún la rabia es un riesgo para viajeros. Es una enfermedad viral que afecta al sistema nervioso de los mamíferos, incluyendo a los seres humanos. Se previene con vacunas, tanto en animales como en los seres humanos. En la Argentina, los perros y los gatos son los principales transmisores de rabia pero también pueden serlo algunos animales silvestres como los murciélagos.
El virus presente en el animal infectado se puede transmitir a través de la herida causada por una mordedura, o bien cuando el animal lame una parte del cuerpo de la persona lastimada recientemente. Los síntomas son fiebre, inquietud, dificultad para tragar, dolor de cabeza, y sensación de hormigueo en el sitio de mordedura o lamedura, días después de haber sido agredido por un animal, de acuerdo con la Secretaría de Gobierno de Salud de la Argentina.
9. Mordedura de serpientes
Las mordeduras de serpientes venenosas pueden producir parálisis, y luego un paro respiratorio, trastornos hemorrágicos potencialmente mortales, insuficiencia renal irreversible o daños tisulares que pueden necesitar amputación y causar otras discapacidades permanentes. Si bien los más afectados son los trabajadores agrícolas y los niños, los viajeros no están exentos de riesgo.
Cuando una persona sufre una mordedura, se debe inmovilizar completamente el miembro afectado y acudir rápidamente a un centro médico. De acuerdo con la OMS, la colocación de un torniquete o la incisión de la herida pueden agravar los efectos del veneno y no deben formar parte de los primeros auxilios. Con frecuencia, las víctimas de mordeduras de serpiente deberán ser tratadas con un suero antiofídico.
Fuente: Consenso Salud