El coronavirus ha puesto en vilo al mundo ya que se ha generado una pandemia que en menos de dos meses se extendió por todos los continentes. Este martes, Argentina y Chile confirmaron sus primeros casos positivos del virus. Ignacio López-Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra, España publicó un artículo original en The Conversation, donde explica cuáles son las razones optimistas frente a esta situación.
Según su informe, se debe considerar pandemia a una trasmisión sostenida, eficaz y continua de la enfermedad de forma simultánea en más de tres regiones geográficas distintas. Estar en esa fase no significa sinónimo de muerte ya que el término no hace referencia a la taza de letalidad sino a su transmisibilidad y extensión geográfica.
El mundo está viviendo una pandemia de miedo ya que por primera vez en la historia se puede seguir en tiempo real sumado a que todos los medios de comunicación, varias veces al día, todos los días y en todo el mundo hablan del tema y del avance del virus.
Frente a todo esto, López-Goñi hizo una lista de las diez buenas noticias que se deben tener en cuenta frente a la pandemia que está generando el coronavirus.
1. Sabemos quién es
La rapidez con la que se descubrió el origen del virus hace que se pueda encontrar más rápido la cura. Por ejemplo, los primeros casos de sida se describieron en 1981 y la ciencia tardó más de dos años en lograr identificar cuál era el virus que causaba la enfermedad.
En cambio, en diciembre de 2019 se detectaron los primeros casos de una nueva "clase de neumonía" y para enero del 2020 ya había identificado el virus.
Ya se sabe que se trata de un nuevo coronavirus del grupo 2B, de la misma familia que el SARS, por lo que se lo ha denominado SARSCoV2, y la enfermedad se llama COVID19. Está emparentado con coronavirus de murciélagos y los análisis genéticos confirman que tiene un origen natural reciente.
2. Sabemos cómo detectarlo
Desde el 13 de enero pasado, ya se comenzó a utilizar para todo el mundo un ensayo de RT-PCR que sirve para detectar el virus en los casos sospechosos. Además en los últimos meses se han perfeccionado nuevos tipos de pruebas y se ha evaluado su sensibilidad y especificidad.
3. En China la situación está mejorando
Las estrictas medidas que tomó China tanto de control y de aislamientos están dando resultado ya que desde hace algunas semanas el número de diagnosticados ha disminuido.
En otros países se está haciendo un seguimiento epidemiológico muy detallado. Los focos son muy concretos, lo que puede permitir controlarlos con mayor facilidad. Por ejemplo, en Corea del Sur y Singapur.
4. El 80% de los casos son leves
En el 81% de los casos, la enfermedad no causa síntomas o sino son muy leves. En tanto, el 14% restante puede causar neumonía grave mientras que el 5% puede llegar a ser crítica o mortal.
5. La gente se cura
Aunque los medios de comunicación sólo muestren el aumento del número de casos confirmados y el número de fallecimientos, no se comunica la cantidad de gente que sí se cura. Hay 13 veces más pacientes curados que fallecidos, y la proporción va en aumento.
6. No afecta (casi) a los menores de edad
En niñas y niños los síntomas son tan leves que pueden pasar desapercibido. Solo el 3% de los casos ocurre en menores de 20 años, y la mortalidad en menores de 40 años es solo del 0,2%.
7. El virus se inactiva fácilmente
El virus puede ser desactivado de las superficies de manera eficaz con el uso de etanol (alcohol al 62-71 %), peróxido de hidrógeno (agua oxigenada al 0,5 %) o hipoclorito sódico (lejía al 0,1 %), en solo un minuto.
Lavarse las manos de manera frecuente con agua y jabón es la manera más eficaz de evitar el contagio.
8. Ya hay más de 150 artículos científicos
En poco más de un mes, ya se han escrito 164 artículos en PubMed sobre COVID19 o SARSCov2. Además, hay también trabajos preliminares sobre vacunas, tratamientos, epidemiología, genética y filogenia, diagnóstico y aspectos clínicos.
Dichos artículos han sido creado por más de 700 autores repartidos por todo el mundo. Es ciencia en común, compartida y en abierto. En 2003, cuando ocurrió lo del SARS, se tardó más de un año en obtener menos de la mitad de artículos.
9. Ya hay prototipos de vacunas
Hasta el momento ya hay más de ocho proyectos contra el nuevo coronavirus. Grupos que están trabajando en estilos de vacunas contra virus similares y ahora tratan de cambiar de virus.
Lo que hace que se alargue el tiempo para realizar una vacuna son todas las pruebas necesarias de toxicidad, efectos secundarios, seguridad, inmunogenicidad y eficacia en la protección. Por eso se habla de meses o años.
La vacuna mRNA-1273 de la empresa Moderna consiste en un fragmento de RNA mensajero que codifica para una proteína derivada de glicoproteína S de la superficie del coronavirus.
Inovio Pharmaceuticals ha anunciado una vacuna sintética ADN para el nuevo coronavirus, INO-4800, basada también en el gen S de la superficie del virus. Por su parte, Sanofi, va a emplear su plataforma de expresión en baculovirus recombinantes para producir grandes cantidades del antígeno de superficie del nuevo coronavirus.
En tanto, el grupo de vacunas de la Universidad de Queensland, en Australia, anunciaron que están trabajando en un prototipo empleado la técnica denominada molecular clamp, una novedosa tecnología que consiste en crear moléculas quiméricas capaces de mantener la estructura tridimensional original del antígeno viral.
Novavax es otra empresa biotecnológica que ha anunciado su trabajo con el coronavirus. Posee una tecnología para producir proteínas recombinantes que se ensamblan en nanopartículas y que, con un adyuvante propio, son potentes inmunógenos.
mientras tanto, en España el grupo de Luis Enjuanes e Isabel Sola del CNB-CSIC están trabajando en vacunas contra los coronavirus desde hace años.
10. Hay más de 80 ensayos clínicos con antivirales en curso
Las vacunas son preventivas, pero más importante aún es encontrar los posibles tratamientos de las personas infectadas. En el momento, hay más de 80 ensayos clínicos para analizar tratamientos contra el coronavirus. Es decir, se trata de encontrar antivirales que se han empleado para otras infecciones, que ya están aprobados y que se sabe que son seguros.
Entre los que ya se han probado en humanos está es el remdesivir, un antiviral de amplio espectro, todavía en estudio, que ha sido ensayado contra el ebola y el SARS/MERS.
Otro de los posibles que puede funcionar es la cloroquina, un antimalárico que también tiene una potente actividad antiviral y que consiste en bloquear la infección aumentando el pH del endosoma que se necesita para la fusión del virus con la célula, lo que inhibe su entrada. este medicamento ya se está empleando en pacientes que presentan neumonía.
Lopinavir y Ritonavir, dos inhibidores que ya han sido empleados porque su uso no permite al virus que llegue a la maduración final del sida. Como se ha comprobado que la proteasa del SARSCov2 es similar a la del VIH, ya se ha ensayado esta combinación en enfermos por el coronavirus.
Existen también otros ensayos basados en el uso del oseltamivir (un inhibidor de la neuraminidasa empleado contra el virus de la gripe), interferón-1b (proteína con función antiviral), antisueros de personas ya recuperadas y anticuerpos monoclonales para neutralizar el virus.