La llamada Fecovita II, finalmente, excederá a las cooperativas pero sí tendrá un fuerte apoyo estatal en el marco del programa de Asociatividad Vitivinícola.
Desde ayer y luego de un proceso de más de 2 meses empieza a tomar forma un consorcio de 38 elaboradores y bodegas de Mendoza que a través de un fideicomiso de carácter rotatorio de $ 13,4 millones integrado con aportes provinciales y de la Nación, saldrá a vender su vino directo al público, sin intermediarios, para recuperar parte de la rentabilidad perdida.
Los integrantes de Cordón Andino, como se lo ha bautizado, firmaron un contrato a 5 años renovables y con una capacidad comercial proyectada de 100 millones de litros, suficiente para pelearle una porción de la torta a los grandes tenedores de volúmenes y por ende tonificar los precios, lo que fue parte de la pretensión oficial cuando se lanzó el programa a principios de abril. Ahora tiene como destino el Mercado Central, por donde pasan unas 70 mil personas diariamente.
Al momento de la presentación realizada en el “Templo del Vino Bonarda Argentino”, de San Martín, con presencia de la secretaria de Desarrollo Rural de la Nación, Carla Campos Bilbao, restaban definir las marcas. Lo cierto es que saldrán al mercado al menos 3 tipos de envases: el botellón de 1,25 litro, pet de un litro y bag-in-box de 3 y 5 litros, sin contar a la categoría varietal roble del vino turista. Y con precios que aseguren mejor ingreso a los productores.
De precios y potestades
Como punto de partida, un valor al público sería de $ 13 por litro para el genérico, bastante cercano al tetra, según el plan de negocios diseñado por el consorcio con el INV, el ministerio de Agroindustria y de Agricultura nacional.
"La premisa es vender en lo posible a un precio más conveniente que el de Precios Cuidados pero que le asegure al trasladista no menos de $ 4 en el caso del tinto genérico, lo cual sin intermediación es posible", detalló Juan Abdala, responsable de Cape (Cooperativa Agraria de Productos del Este), una de las que fraccionará los productos.
La propuesta empezó a concretarse con la resolución del INV Nº 79 rubricada el 5 de junio de 2015. Y ayer se sellaron los convenios que integran productores y elaboradores, la constitución del fideicomiso que administrará Mendoza Fiduciaria a partir del llamado “Fondo Rotatorio de Apoyo a la Industria Vitivinícola” (se retroalimentaría del margen de las ventas) y un tercero por el cual el Instituto controlará la calidad.
Según el contrato, Cordón Andino es un Consorcio de Cooperación, con un compromiso inicial de 712.000 litros de vino de bodegas de Mendoza y de San Juan y otros 700.000 litros de Catamarca, que se asegurarían un primer despacho a través del ferrocarril Belgrano Cargas a Buenos Aires. En el caso de la provincia, participan, junto al Este, la Primera Zona vitivinícola y el Valle de Uco.
También se firmó un acta compromiso por el que tanto las provincias como la Nación aportan al Fondo Rotatorio.
El director de Vitivinicultura de la provincia, Daniel Gallardo, definió el proyecto como un “pool de ventas de vino”, cuya mecánica es “traccionar el fideicomiso, el cual vende por cuenta y orden. Además, tiene como plus el generar capital de trabajo”.
Y aunque la figura jurídica no alcanza, por ahora, a una sociedad anónima público-privada, Gallardo admitió que el aporte de capital le otorga poder de decisión al Estado provincial “dentro de una mesa mixta, como garante de que funcione”.
Entre las cuestiones pendientes queda optar, como Fecovita, “por una o dos marcas” (la condición es que estén registradas previamente y tengan mercado ganado) así como determinar el porcentaje de reinversión en función de las ganancias.
La presentación, a priori, generaba expectativa entre los beneficiarios. “Estamos convencidos de que nos juntábamos o desaparecíamos”, se sinceró William Ropero, de bodega La Añorada, con la experiencia a cuestas de un consorcio como el que impulsó Terrenal, la primera marca de vino turista.
Incluso, funcionarios y dirigentes gremiales se sumaron a la visión. “Todo lo que sirve para incentivar el consumo, mejorar la situación del productor y combatir la concentración es bienvenido”, evaluó el gerente del Centro de Bodegueros y Viñateros del Este, Mauro Sosa.
Por su parte, Marcelo Alós, ministro de Producción sanjuanino, apostó a que “en un tiempo lo consideremos algo histórico, siempre que se logre vender el vino sin que algunos “vivos” se queden con la parte del león”.
Por ahora, del nuevo esquema participan Mendoza, San Juan y Catamarca. Pero Campos Bilbao anticipó que “en los próximos meses se van a sumar La Rioja, Salta, Neuquén y Río Negro porque tenemos que lograr una distribución más equitativa”.
El proyecto en números
38 elaboradores, bodegas y cooperativas, a 5 años de contrato.
1.000 productores, incluidos de San Juan y Catamarca.
$ 4 millones comprometió Mendoza para el fideicomiso.
$ 2 millones será el aporte por parte de San Juan.
$ 400 mil en fondos o vino debe asignar Catamarca.
$ 7 millones prometió el Ministerio de Agricultura de Nación.
1.000.000 de litros de vino irán en principio al Mercado Central.
$ 13 el litro de vino genérico el precio referencial al público.
$ 4 se aseguraría el trasladista por cada litro vendido.
8% del producido de cada venta iría a gastos de promoción.
100 millones de litros es la proyección comercial del consorcio.
Frases destacadas
"El problema es vender el vino a $ 2,60 y en 12 cuotas. Por eso hay que sumar valor agregado, con la posibilidad de fraccionarlo bajo una marca paraguas." Eber Pérez. Coordinador de 5 bodegas de Valle de Uco.
"Creo que esta es una apuesta interesante, porque no abunda la asociatividad en este momento. Y sin dudas es bueno y necesario fomentarla." Emanuel Grattón. Productor y elaborador de San Martín.