La organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
lanzó este martes una campaña mundial para erradicar la malnutrición, que genera carencias alimentarias y también obesidad.
En un informe, que lleva por título "Sistemas Alimentarios para una Mejor Nutrición", presentado en la sede central de la FAO en Roma, los expertos de la organización calculan que unos 2.000 millones de personas en el mundo sufren de una o más deficiencias de micronutrientes, mientras que 1.400 millones tienen sobrepeso, de los cuales 500 millones son obesos.
"El coste de la desnutrición para la economía mundial en pérdida de productividad y gastos de atención sanitaria es inaceptablemente alto y podría alcanzar hasta un 5 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial: 3,5 billones de dólares EEUU, equivalentes a 500 dólares por persona. Casi la cifra del PIB anual de Alemania, la mayor economía de Europa", recalca la entidad internacional.
Si bien la FAO sigue luchando para disminuir el número de personas que padecen hambre en el mundo (870 millones de personas entre 2010-2012), considera crucial combatir la malnutrición y sus consecuencias.
Según el estudio, "el 26 por ciento de todos los niños menores de cinco años sufren retraso del crecimiento y el 31 por ciento sufre de deficiencia de vitamina A".
"En términos sociales, la desnutrición infantil y materna siguen reduciendo la calidad de vida y la esperanza de vida de millones de personas, mientras que los problemas de salud asociados a la obesidad, -como las enfermedades cardíaca y diabetes-, afectan a millones más", explicó la FAO.
Para combatir la malnutrición, la entidad recomienda una alimentación sana y una buena nutrición, que "debe comenzar con la alimentación y la agricultura".
"La forma en que cultivamos, criamos, procesamos, transportamos y distribuimos los alimentos influye en lo que comemos", sostiene el informe.
La FAO reconoce que el problema es cada vez más evidente en los países con economías emergentes, como China y Brasil, debido al incremento de la población urbana y al aumento de recursos económicos.
La entidad enumera una serie de recomendaciones entre ellas invertir e investigar para aumentar la productividad de cereales básicos, como maíz, arroz, trigo así como legumbres, carne, leche , verduras y frutas.
También invita a fomentar el papel de la mujer para que logre controlar los recursos e ingresos que beneficien su salud y la de sus hijos.