Atlético Mineiro cumplió una gran actuación en el sur bonaerense y ganó por la mínima diferencia en el partido de ida de la 22da. edición de la Recopa Sudamericana, ante un Lanús que fue de más a menos y que no hizo sentir la localía. Por todo ello, el próximo miércoles, en el Mineirao de Belo Horizonte, el Grana tendrá revancha frente a quien es el actual monarca de la Copa Libertadores.
En el inicio fueron unos diez primeros minutos en los cuales ninguno de los dos equipos dejó la impresión de llegar de una pretemporada. Ataque en uno y otro arco formaron parte de un ritmo vertiginoso que, de no ser por certeras intervenciones de Marchesín y Víctor, alguno de los dos habría estado en ventaja en ese lapso.
Después de los 15’ iniciales, todo fue estudio. El dueño de casa tuvo más la pelota pero no puso a ninguno de sus delanteros cara a cara con el arquero del Mineiro, equipo que dicho sea de paso, se paró decididamente de contra y que tuvo en Tardelli a su jugador más peligroso.
En el segundo tiempo, con el ingreso de Jo, el Mineiro tuvo más peso ofensivo. El delantero mundialista con Brasil tuvo un par de situaciones y en una de ellas Marchesín le evitó el gol -en la otra remató desviado-, mientras que Guilherme se lo perdió casi de manera increíble cuando el “1” local había quedado en el camino tras un rebote largo.
Fueron avisos de lo que vendría un rato más tarde. Y otra vez lo más peligroso nació en los pies de Tardelli, quien recibió por izquierda y batió a Marchesín, que no pudo sacar el zurdazo del “9”. El Grana sintió el golpe y Braghieri, de palomita, salvó lo que pudo ser otra caída del arco local.
Así pasó el partido de ida, en el que el visitante fue un poquito más y justificó la diferencia con un juego de pases seguro y la solidez de una defensa que nunca cometió errores.
