Lanús afrontará hoy uno de los compromisos más importantes de su historia, ya que visitará a Ponte Petra de Brasil en el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana, con la ilusión de sacar un buen resultado para ilusionarse con volver a celebrar un título internacional después de 17 años.
El encuentro se llevará a cabo en el estadio Pacaembú, de San Pablo, desde las 20.50 (21.50 de Brasil), con el arbitraje del uruguayo Roberto Silvera y la transmisión de Fox Sports.
Lanús, cuya única estrella continental data de la Copa Conmebol 1996 y que a nivel local sólo se consagró campeón en el Torneo Apertura 2007, buscará dar el primer paso para alcanzar nuevamente la gloria con la idea de llegar bien perfilado a la revancha.
Precisamente, el duelo decisivo de la Copa Sudamericana se llevará a cabo el miércoles próximo en el estadio Ciudad de Lanús, la ‘Fortaleza Granate’, donde una multitud colmará las ubicaciones para alentar al plantel que tantas alegrías le viene dando.
Es que no solo las ilusiones están depositadas en el ámbito internacional, sino que también, pese a jugar con suplentes el domingo ante Boca Juniors, el 2-2 les dejó abierta la chance de dar batalla en el Torneo Inicial porque son dos los puntos que lo separan del líder San Lorenzo con un solo partido a jugar.
Por tal motivo, ahora con la tranquilidad de que fue postergada la definición local para el 15 de diciembre (jugará ante Newell`s y San Lorenzo visitará a Vélez el mismo día), el elenco conducido por Guillermo Barros Schelotto podrá centrarse únicamente en los duelos de ida y vuelta ante el irregular Ponte Petra.
Un rival descendido
Vale decir, el club paulista, con 113 años y que es el segundo club más antiguo de Brasil, descendió a la segunda división este fin de semana en el campeonato de su país pero igualmente se las arregló para llegar a su primera final internacional tras dejar en el camino a dos de los favoritos como Vélez y San Pablo.
De todos modos, Ponte Preta no podrá sacarle el máximo provecho a la localía pues como en la instancia anterior deberá abandonar su estadio Moisés Lucarelli, de Campiñas, distante 98 kilómetros de San Pablo, para jugar la ida de la final en el mítico Pacaembú.
En este escenario, por ejemplo, se consagró recientemente Santos campeón de la Libertadores en 2011 y el cambio se debió a que la Confederación Sudamericana de Fútbol exigió uno de mayor capacidad al de La Macaca (la mona), como le dicen al Ponte Preta.