Vecinos de un sector de calle Lamadrid reclaman una serie de obras para mejorar la calidad de vida de sus pobladores. Entre ellos solicitan la iluminación de la vía, colocación de badenes para evitar excesos de velocidad, limpieza del lugar mediante la colocación de contenedores de residuos y la construcción de defensas junto al canal San Martín para evitar accidentes.Cabe resaltar que allí ya han fallecido 4 personas que han caído al cauce.
Lamadrid es una antigua calle lujanina, que corre entre avenida San Martín, donde está la cancha, y la calle Cipolletti, que conduce esta última al dique del mismo nombre. Hay una parte más añeja de la vía de comunicación, con sectores tradicionales, como aquel de la ya inexistente hostería Don Juan, o la esquina donde vivió el cantautor y director de cine Leonardo Favio.
Pero, del cruce con el bulevar Guevara hacia la montaña, se extiende la parte conocida como Lamadrid oeste. En esa parte hay una importante radicación de viviendas familiares, que comenzaron a establecerse por la zona hace 20 o un poco más de años.
Los vecinos que habitan esa parte conformaron la unión vecinal que se llama Asociación Civil Centro Comunitario Matías y Marcelo, que preside Rubén Morales (44, empleado municipal en el área de recolección de residuos).
Desde esa entidad plantearon varios reclamos para mejorar las condiciones del lugar que les toca habitar.
Sobre el canal San Martín, los vecinos expresaron que corre descubierto y transporta un enorme caudal de agua, que se desplaza con fuerza vertiginosa. De hecho el nombre de la vecinal es un homenaje a Matías Ludovici (16) y Marcelo Guzmán, quienes el año pasado perdieron la vida al caer a ese curso. Posteriormente también se registró otro hecho luctuoso, en el que fallecieron 2 policías, cuya móvil se precipitó al interior del cauce.
Una de las inquietudes de los moradores es completar la protección de las márgenes de la canalización.
En unos 150 metros sobre Lamadrid, y en 250 m en el callejón Dotto, ya se cuenta con esa seguridad, que el Departamento de Irrigación (DGI) ejecutó poniendo un alambrado. De todos modos hay 2 carencias notorias: en uno de los puentes falta un travesaño por donde puede caer un niño y más abajo, al lado de la grutita de la Virgen, el cerco está muy deteriorado y con aberturas.
Más arriba, en dirección al oeste, no hay protección, o salvo en algunos pequeños sectores. Tampoco hay viviendas y solo viñas. El riesgo es para los conductores.
El secretario de Gestión Hídrica del DGI, Mario Salomón, comentó que es propósito de la repartición colocar allí una protección (tipo New Jersey o por medio de columnas de hormigón en desuso) en algunos puntos críticos del recorrido, en rigor entre el último tramo alambrado y la calle Cipolletti.
Adelantó que hay posibilidades de hacer ese trabajo este año y que se encararía por administración. No sería en toda la extensión, sino en los sitios más peligrosos y respetando un espacio para el ingreso de máquinas.
El asfalto de calle Lamadrid termina frente al club Peumayén. A partir de ese punto comienza su versión de tierra. Domingo Olguín, con una residencia de 15 años, manifestó que constituye un peligro la velocidad con que atraviesan ciertos vehículos, especialmente camionetas, que utilizan esta variante para ir a los parques industriales Municipal (PIM) y Provincial (PIP) y a la Refinería de YPF.
"Nos vendría bien si se arreglara ese tramo y se pudieran poner reductores de velocidad. En épocas de clases caminan muchos chicos en dirección a sus escuelas", acotó otra lugareña.
Un morador insinuó que lo mejor sería colocar "un par de badenes para atemperar el pie en el acelerador de algunos conductores".
Casi todos coincidieron en la necesidad de disponer de señalización que indique la presencia de niños, ya que el área es hábitat de matrimonios jóvenes o de edad intermedia con prole infantil o juvenil.
Los representantes del callejón Dotto, que corre paralelo a Lamadrid, solicitan a su vez la colocación de uno o dos contenedores de basura, para depositar su bolsas de residuos, ya que los camiones recolectores no entran por la estrechez del pasaje.
"En este lugar hay iluminación, pero haría falta intensificar el servicio instalando más columnas y farolas, más que nada pensando en el invierno", dijo Andrea Ortega (14 años de residencia).
En tanto, unos padres con niños chicos se refirieron a la posibilidad de hacer una placita, en el espacio que enfrenta a una grutita de la Virgen de Luján, y que ellos creen propicio para ese menester.
Finalmente, todos coincidieron en que la seguridad de la zona se ha desmejorado, con arrebatos, robos e intentos de asaltos a menores de edad, hechos que marcan que se ha perdido la tranquilidad de antaño.
Lamadrid Oeste, una calle de Luján que luce abandonada
Pobladores de este sector piden iluminación, contenedores de residuos, badenes y protecciones junto al canal San Martín, donde ya se ahogaron 4 personas.
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