Ni uno ni dos. Los proyectos de Lali Espósito (26) llegan en conjunto. Disco ("Brava"), película ("Acusada") y jurado de un reality show ("Talento Fox") y en el medio, shows (23 y 24 de agosto en el Luna Park), giras por Latinoamérica y la vida misma.
–¿Cómo hacés para repartirte?
–Magia. Y un gran esfuerzo por unir universos que no tienen nada que ver. Pero cuando uno hace todo con pasión y verdad, todo se acomoda en la agenda, aparece el tiempo para hacer todo. Todo convive en mí porque son proyectos que me representan. Cada uno tiene un porqué y un aura especial.
–Tu disco anterior se llama "Soy" y este, "Brava". Hay coherencia, ¿no?
–Sí, lo obvio es sí: soy brava, pero el disco es muy diferente conceptualmente. Celebro no repetirme, me aburriría yo y aburriría a la gente, por supuesto. Con este álbum la búsqueda fue crecer en el mundo latino sin traicionarme a nivel “pluma”, con las letras, ni a nivel estético. Trabajé con muchos compositores latinoamericanos, intercambiamos ideas, formas de crear, de producir. Es el primer disco en el que tengo tantas colaboraciones y está buenísimo. Y en lo estético me entusiasmaba preguntarme que tenía para entregar de nuevo, para sorprenderme. Y salió esto.
–En un momento de gran protagonismo femenino y de causas de género, con temas como la legalización del aborto, ¿cómo te ubicás con respecto a eso?
–Más allá de enfatizar esto de lo que se está hablando, me es genuino hacerlo. Me parece positivo porque todas aprendemos más de esta situación. Entendemos porqué son importantes algunos temas que se tratan.
–Y que generan mucha discusión y polémica pero a la vez son causas sociales pendientes...
–Tal vez algunas generaciones no comprendan lo que hoy se discute. Está bueno que todos aprendamos de eso sin confrontar, sino desde la explicación. Yo fui aprendiendo de gente que sabe y me contó. Hay que ir dejando atrás esta crianza antigua y abuelos y ver para adelante.
–Evolucionar, digamos.
–Básicamente. Que es lo más importante y que estas cuestiones salgan y se discutan, ojalá nos transformen en mejores personas. Y dejar de lado la hipocresía. Eso es muy demodée.
–¿Sentís una responsabilidad desde tu lugar con estos temas teniendo en cuenta toda la gente que te siga, la mayoría muy joven?
–Lo siento desde un lugar más natural. Soy la artista y soy Mariana Espósito, la misma de mi documento que se cruzan y se une con la otra. Cuando hay que dar una opinión que puede llegar a ofender o a generar polémica, sin ánimo de ofender, no me importa. Doy mi opinión como ciudadana, desde mi humilde lugar. Si puedo usar los medios que me da mi profesión con buena vibra, lo uso y lo hago. Con causas que no son para una sino para otros. Es importante usar las armas que uno tiene como persona pública para ayudar a generar conciencia. Y hay causas en las que yo me enojaría conmigo si no diera mi opinión. Siempre como ciudadana. Y no me importa tanto medir si a alguien le puede caer mal. El tema es la violencia cuando una opinión no coincide con la tuya. La violencia es un problema siempre. Desde un lugar amoroso, en cambio, se construye.
–¿Te sentís en un momento de madurez profesional?
–Creo que soy consecuente conmigo y mis decisiones. Mi crecimiento personal se traduce naturalmente en el trabajo, sale en lo que uno hace. Es fundamental para el artista reconocer su estado emocional porque trabajás de entregarle emociones a otro. Por eso es importante qué tenés para decir y cómo lo vas a decir. Me siento en un buen momento.
–¿Sos de vivir a fondo el presente?
–Totalmente, intento una autenticidad constante. Hago todo con mucha pasión, es es el plus para lograr hacer todo.
– Se nota la pasión.
–Un buen desayuno y que te guste lo que hacés, y todo funciona. Creo que el momento es cuando lo sentís. Hoy me pasa esto y me pone feliz.