¡Pero, che!... ¡qué quieren! Ya lo hemos explicado tanto aquí que se nos acabaron las ideas de cómo seguir haciéndolo: Lali Espósito nació para convertirse en un clon de Jennifer López. Y sí, está bien: esto no es Hollywood, ni el Primer Mundo, pero la piba no escatima en esfuerzos para lograrlo.
Ya comprobamos, por sus performances en el escenario, que las horas de imitación frente al espejo van rindiendo sus frutos... ¡Si hasta llevó el pop soft pseudoerótico al mismísimo epicentro del folclore en el Festival de Jesús María! Entonces, ¿cómo no iba a ponerse exigente, a lo diva?
Pero los chimenteros no perdonan “una” y, por eso, basta de mimos a Lali: se le vino el batallón de comentarios. Es que ayer, en “Intrusos” contaron que la chica se está poniendo exigente.
Hicieron un repaso de lo que pide en su camarín del “A bailar tour” (bebidas rehidratantes de naranja y manzana, prohibición de trato con la figura, prohibición de fotos y videos, no cantar después de las 21, camarín de 4 metros por 4 metros (mínimo) con dos percheros, camarín adicional para bailarines, frutas variadas, chicles sin azúcar de una marca especial y gustos varios, agua mineral).
Y, para colmo, le “blanquearon” el cachet: 380 mil pesos por el espectáculo.
Lali, enfurecida, comentó en Twitter en ese mismo momento: “Aaahhhh....claro! Ahora entiendo muchas cosas que me contaban como eran y no entendía de mas chica! Claro?????????? Todo bien en mi mente y alma!”.
No contenta con la ironía, publicó en su Instagram una fotito del frutero del camarín bajo la leyenda “las exigencias del artista”. ¡No se quejen de nuestra JLo de bajo rendimiento!
La verdadera pide muchas más excentricidades y... hasta flores blancas en la decoración. Ups... ¿se le ocurrió la idea? Y bue, lo bueno... ¡se paga!