La más dura tarea encomendada al flamante ministro de Trabajo, Justicia y Gobierno, Rodolfo Lafalla, es negociar y encaminar la paritaria con los gremios estatales más combativos. Entre ellos ATE, Ampros y Judiciales. Esta tarde hubo un primer acercamiento, pero sin anuncios.
Justamente, estos gremios son los tres principales dirigentes de la CTA “opositora”, Raquel Blas de ATE, Isabel del Pópolo de Ampros y Carlos Ordóñez de Judiciales.
La reunión fue en buenos términos y los sindicalistas se retiraron optimistas por este primer paso de cara a las paritarias que comenzarán en febrero.
Se habló del aumento otorgado en diciembre pasado a los policías en medio de jornadas de tensión nacional y, si bien no se habló de números, rondó en el aire que los 8.500 pesos alcanzados por los uniformados será un piso y no un techo para los gremios estatales.
Los dirigentes de la CTA “dura” preparan un reclamo de 43% de aumento en un año que estiman será de aceleración inflacionaria y en ese sentido se muestran proclives a aceptar “actualizaciones trimestrales de salario”.