El entrenador no negocia el 3-4-1-2 pese a haberle costado horrores encontrar los intérpretes apropiados para el dibujo. Donde más sufrió el Lobo fue de mitad de cancha para atrás.
Jamás evidenció ser un equipo importante defensivamente y por eso fueron pasando los apellidos hasta que parece que en el penúltimo partido de la fase regular parece Arias haber dado en la tecla.
Hoy Gimnasia sí saca pecho de equipo compacto, que se hace firme en la marca por las bandas, por arriba y que ha logrado cortar los circuitos futbolísticos de los adversarios.
Sólo van tres partidos de la trilogía Abaurre-Albornoz-Villarino pero todo indica que es la apropiada. Dos de ellos, habían arrancado el torneo desde el banco. La Fiera Villarino, el único intocable.
Pomba-Montiveros-Villarino
Pomba como stopper por derecha, Villarino por la izquierda y Montiveros en su flamante posición de líbero. Así arrancó este Federal A el equipo de Toti Arias. En el repliegue se insertaban en esa línea Carrizo por derecha y Olmedo por izquierda, generalmente, para completar una línea de cinco.
Corvalán y Garay hacían las veces de interiores en este dibujo que es 3-4-1-2 para atacar y 5-3-2 a la hora de recuperar el esférico. Pobres resultados: 33% de efectividad que hacían que el Lobo naufragara por la mitad de la tabla de posiciones.
Sin embargo el tridente Pomba-Montiveros-Villarino fue el que más encuentros disputó: 6 partidos jugados, dos victorias, tres derrotas y un empate. Saldo que obligaba a replantearse las cosas.
Abaurre-Montiveros-Villar
El tridente defensivo que sólo jugó un partido. Toti había decidido rotar y dispuso que Abaurre-Montiveros-Villarino defendieran la camiseta del Lobo en La Rioja, ante Américo Tesorieri (Pomba estaba con molestias) en un encuentro que se jugó entre semana.
No lograron mantener el cero en su arco e inclusive Alasia contuvo un penal para salvar la victoria. Tuvieron que sobreponerse a carrileros que no sienten la marca como Espinosa y Prioreschi.
Corvalán y Garay conformaron el ‘doble cinco’ para completar la contención del mediocampo. Era un equipo alternativo y se hicieron sentir los baches. A la próxima fecha, ante Unión de Villa Krause, volvería a la titularidad Federico Pomba.
Abaurre-Pomba-Villarino
La primer cabeza que rueda es la de Maximiliano Montiveros. El Colo no había logrado consolidarse como líbero y Pomba pasaba a ser el último hombre para que definitivamente Abaurre se gane su lugar entre los once titulares en la fecha 8, ante Deportivo Maipú. Abaurre sería el stopper por derecha y Villarino se mantenía firme por la izquierda.
Corvalán definitivamente se afirmaba como carrilera derecho y Olmedo cumplía por el otro carril. Montiveros se sumó al ‘doble cinco’ pero el Colo seguía sin hacer pie en el equipo. Garay era un fija y Amaya también en la zona central del mediocampo.
Abaurre-Pomba-Villarino jugaron cinco partidos y levantaron a 40% la efectividad defensiva. Seguía sin alcanzar. El Lobo estaba en la cuerda floja.
Abaurre-Albornoz-Villarino
Rueda la segunda cabeza: Federico Pomba. De los tres defensores que comenzaron jugando, sólo uno es inamovible: Julio Villarino. Ahora es el turno de Raúl Albornoz.
Pepe será ahora el líbero y se mantienen Abaurre y Villarino como stoppers. Corvalán no se toca del andarivel derecho y la vuelta de Garin para ser carrilero por izquierda parece terminar con los problemas de mitad de cancha para atrás.
El equipo ya se muestra sólido con los cinco futbolistas que completa la línea de fondo. Disputaron tres encuentros y mantuvieron en dos de ellos la valla invicta para alcanzar el 67% de efectividad, la mejor del equipo hasta el momento. Los grandes equipos se hacen de atrás para adelante.
¿Alcanzará?