El motivo es casi un disparador. Y no es poco, tratándose de una exposición que tendrá sede en uno de los museos más prestigiosos del mundo: el Metropolitan de Nueva York. Allí, en su espacio dedicado al diseño de indumentaria (Costume Institute) irá a recalar, desde el jueves 9 de mayo al 11 de agosto, una interesante muestra que ya es tradicional en este espacio.
Efectivamente, este ámbito del museo hará a un lado los vestidos de Prada para arroparse con el metal ‘pesado’ y las tachuelas del punk.
Este es el espíritu que navegará en su famosa exposición de primavera (otoño para los latinoamericanos), inaugurada todos los años por las altas esferas de la sociedad neoyorquina con un acto en forma de gala benéfica -el Costume Institute Ball o MET Ball se celebrará hoy.
Es verdad, el giro es abrupto pues deja de lado sus dos últimas exposiciones, dedicadas a maestros de la Haute Couture como McQueen (“Alexander McQueen: Savage Beauty”) o la del pasado año (“Schiaparelli and Prada: Impossible Conversations”) para apostar por el punk y presentar la muestra “Punk: Chaos to Couture” (“Punk: caos a la costura”).
A lo largo de siete galerías, organizadas temáticamente, el Instituto del Traje del Metropolitan recoge la evolución de la estética punk, y su influencia en el mundo de la moda desde su nacimiento en la década de los ‘70.
La pretensión de los curadores de esta provocativa muestra es la de establecer un paralelismo entre la filosofía del “hágalo usted mismo” que agitó al punk en su momento con esa misma idea que hoy se aplica en el “hecho a medida”; una máxima de la alta costura.
Más de 100 creaciones de los diseñadores más prestigiosos, acompañadas de videos y música serán de la partida.
Entre los gigantes nombres del mundo de la moda que estarán presentes se encuentran celebridades como Anna Wintour, Riccardo Tisci y Rooney Mara.
Y las firmas de las piezas que son parte de esta inusual colección son de un brillo abrumador: reconocidos diseñadores como Christopher Bailey, Hussein Chalayan, Domenico Dolce y Stefano Gabbana, John Galliano, Jean Paul Gaultier, Nicolas Ghesquière, Marc Jacobs, Karl Lagerfeld, Helmut Lang, Martin Margiela, Alexander McQueen, Thierry Mugler, Alexander Wang, Yohji Yamamoto, y Vivienne Westwood; entre muchos otros serán de la partida.
La primera sección de la muestra se llama “Rebel Heroes”, y examinará los inicios del punk en la moda, popularizado por bandas como The Ramones y The Sex Pistols.
En otros tramo de la exposición “Pavilions of Anarchy” y “Elegance” tienen como objeto exponer ejemplos de alta costura, mientras que en “D.I.Y. Style” se analizará el uso de materiales reciclados.
Las piezas deconstruidas que tuvieron sus orígenes en la rebeldía serán incluidas en “La Mode Destroy”.
Finalmente, y para terminar de cerrar conceptos, “Punk Couture” será el espacio que dé cabida a las prendas con elementos representativos: púas, cadenas, cierres, seguros, candados y navajas en sustitución de los adornos más sutiles y convencionales.
El curador de esta idea impactante es Andrew Bolton; en tanto que la gala inaugural de esta noche ha sido diseñada por Raúl Ávila y el fotógrafo Nick Knight (que fue también consultor creativo de la exposición).
El punk en la tela
No es nueva la idea de patear el tablero con una revisita entre la moda y el punk. De hecho en 2010 quien fuera el diseñador de Balmain, Christophe Decarnin, usó como banda sonora de su pasarela parisina al estridente Sid Vicious con su tema “My way” (“mi manera”); mientras los modelos lucían remeras rotas, pantalones gastados y chaquetas repletas de tachas; que después costarían fortunas. Sí: quería hablar sobre esta idea que navegó en los inicios del punk y que tenía asiento en la famosa frase: “do it yourself”.
Pero los reales orígenes de la filiación entre este movimiento surgido en Londres (sí, sí: los chicos de cabezas repletas de ‘pinchos coloridos’ como peinados) en la década del ‘70 arranca con creadores como Vivienne Westwood. “El punk era, a la vez, ética y estética. Una imagen y una actitud. Por eso, el punk puede intuirse tanto en esa colección de Balmain como en el espíritu avant-garde de diseñadores japoneses como Comme des Garçons o Junya Watanabe, en las creaciones impredecibles de Alexander McQueen, o en el factor cultura pop de firmas como Rodarte o el Givenchy de Riccardo Tisci donde el punk es una cuestión de espíritu”, escribe la periodista Carla Sierra.
Efectivamente los nombres de estos referentes del diseño de indumentaria no casualmente también se lucen en esta muestra que es “Punk: Chaos to couture”. Pues ellos han sido los gestadores de la “industrialización” de la idea, del movimiento social que fue antes protesta de los márgenes. “El punk es una declaración de libertad individual que abarca todo y que trasciende la estética”, afirma la diseñadora de accesorios Charlotte Olympia, con la autoridad que le da el trazar sus creaciones bajo este concepto del punk, pero pasado por una pátina de sofisticación y elegancia.
Y no es casual que sea en Nueva York, y uno de sus más célebres museos, donde se instale esta muestra pues la ‘moda’ punk también acusa raíces en esos territorios: “El Nueva York de la época -los ‘70- era libre y muy emocionante, especialmente el East Village, por donde solíamos salir - cuentan Tish y Snooky Bellomo, coristas de la ineludible Blondie y ahora dueñas de la tienda de ropa Manic Panic de Nueva York, para la Vogue española-. Había un elemento de peligro, acompañado de entusiasmo y glamour. Era una mezcla increíble de drag queens, punk rockers, artistas y los ucranianos y latinos de la zona. Las calles eran totalmente inhóspitas por la noche, ¡no como ahora, que parece Times Square!”. Curiosas filiaciones, con los aires actuales.