El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, calculó este jueves que el próximo Gobierno nacional tendrá tres meses para resolver la negociación con los acreedores y establecer un esquema de reestructuración de la deuda que le permita al país el retorno al mercado de crédito.
“Tenemos que reganar acceso al mercado de crédito voluntario. No este mes, ni el que viene, no salir corriendo a renegociar una deuda, pero sí en el primer trimestre del próximo año tenemos que tener eso resuelto", planteó.
El titular de la cartera económica planteó que esa es la cuenta regresiva para resolver las negociaciones tendientes a “reperfilar” los compromisos con acreedores entre 2020 y 2023 porque, deslizó, las reservas del Banco Central permiten afrontar de manera “transitoria” el problema de liquidez que se instaló a partir de las elecciones primarias.
Y consideró que “la clave de esa negociación tiene más que ver con los plazos que con el resto de las condiciones”.
Fue un mensaje para los legisladores nacionales, quienes tienen en su poder el proyecto de ley que envió el presidente Mauricio Macri para iniciar la discusión sobre cómo negociar con los acreedores y también para Alberto Fernández, el candidato a presidente del Frente de Todos que se instaló como el favorito luego de las elecciones primarias y que ya inició contactos para afrontar el problema de la deuda, si es que se impone en las próximas elecciones.
“Después de las Paso, a la Argentina no le están renovando nada y eso es una situación transitoria de liquidez. Para eso tenemos los recursos, tenemos las reservas para solventar ese fenómeno transitorio”, indicó.
Lacunza también aclaró que “de ninguna manera” el nivel de deuda que tiene la Argentina es impagable y que el país “no tiene un problema de solvencia” sino de liquidez.
“No, de ninguna manera”, respondió el titular de la cartera económica cuando se le consultó, durante una entrevista en radio La Red, si los compromisos financieros del país eran imposibles de cumplir.
Seguido, detalló: “En este momento son 310 mil millones de dólares, eso es aproximadamente un 68 por ciento del producto, es una magnitud razonable. No tenemos un problema de solvencia, pero sí en ese momento de liquidez”.
Lacunza realizó esas declaraciones en la antesala de las nuevas gestiones que llevará adelante en los Estados Unidos con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) para tratar de que se libere el próximo desembolso, por 5.400 millones de dólares, contemplado en el megacrédito que el gobierno de Mauricio Macri solicitó tras la crisis de 2018.
Y además de volver a rechazar la posibilidad de endurecer los controles para restringir el acceso al dólar, el titular de la cartera económica consideró que “no hay un problema de atraso cambiario”.
“Estamos seguros de eso”, dijo y manifestó que en este momento existe una “estabilidad cambiaria que es razonable” porque, detalló, “el tipo de cambio es superior al de equilibrio, casi el doble en términos reales; corregido por la inflación, un 90% superior a lo que era a fines de 2015; es 60% superior a cuando empezó la crisis en 2018”.
Sobre el salto de la inflación de septiembre, que marcó su máximo en lo que va del año al ubicarse en el 5.9% mensual, “va a ser el más alto del año porque tiene que ver con el traslado a precios de la suba del tipo de cambio en la tercera semana de agosto”, es decir, la devaluación posterior a las primarias.