En Mendoza hay tres tambos y dos fábricas que producen las únicas marcas de lácteos locales: La Alborada y Yogurlac. La diferencia de precios de estos lácteos producidos en la provincia con las primeras marcas argentinas -como La Serenísima y Sancor- pueden ser de hasta 246% en algunos productos como el queso cremoso que, por kilo, una primera marca lo vende a $ 173 mientras que una elaboradora local lo ofrece a 50 pesos.
Así, comprar un litro de leche La Alborada o Yogurlac en un almacén o supermercado puede costar un 70% más barato que un litro de leche La Serenísima. O un yogurt firme de las marcas nacionales costar 225% más caro que uno de características similares elaborado en la provincia.
Pese a la diferencia de precios, las ventas de las empresas locales han ido en caída junto con su producción, no sólo por la competencia que éstas tienen sino también por los aumentos de costos que las compañías deben asumir, muy similares a las multinacionales, como La Serenísima y Sancor, quienes -según los medios nacionales- prevén incrementar sus precios más de un 10%, debido a las inundaciones que afectan al menos al 80% de las cuencas lecheras de Santa Fe y Córdoba, las principales regiones productoras.
Situación local
Las empresas locales consultadas por Los Andes coincidieron en determinar que la situación actual es "desesperante" y que cada vez les resulta más difícil competir con primeras marcas.
Carmelo Cappellano, dueño de La Alborada, que además de fabricar tiene un tambo con 130 vacas en ordeñe y 220 animales de rodeo, cuenta con una producción de 2.200 litros por día, cuando el año pasado era de 3.500 litros. Con esta cantidad, el productor elabora leche, yogurt, ricota y quesos, entre otras cosas.
Según explicó, la empresa está viviendo situaciones similares a las compañías y tambos nacionales. Es que según dijo, frente a las inundaciones y la salida del cepo, productos como el maíz, aumentaron 135%, desde mediados del año pasado a hoy. En 2015 el precio de la tonelada era de 1.100 pesos y hoy Cappellano compra a 2.600 pesos. Otro producto de materia prima que también tuvo un aumento importante fue la malta. Según el empresario, en los últimos tres meses el incremento fue del 60%.
Lo mismo pasa con la soja y el pasto, entre otros productos que se utilizan para la producción de leche. Es por esto que aseguró que a pesar de que aún no ha hecho incrementos, en la próxima semana prevé modificar el precio de sus productos. Por ende, determinó, que, por ejemplo, un litro de leche La Alborada que actualmente está a $ 8 saltará a $ 10. Un 25% de aumento, el cual también se trasladará a los demás artículos que elabora.
No obstante, este valor aún queda muy lejos de los precios de las primeras marcas nacionales, como la Serenísima. Por ejemplo, un litro de leche de esta marca, en un supermercado, se puede conseguir en sachet a $ 17,60, un 120% de diferencia con el precio actual de La Alborada. En el caso del yogurt la diferencia es mayor (150%). Un Yogur Entero Yogurísimo Firme de Frutilla de 190 gramos está a $ 9,99, mientras que el entero de La Alborada de 160 gramos: $ 4.
En los quesos, la diferencia de precios es mayor, ya que un Sardo La Serenísima, el kilo se puede encontrar a $ 278,20, mientras que el de La Alborada a $ 90, un 209% más.
Cuando se compara la marca local con la leche Sancor, la cual está en Precios Cuidados, la discrepancia de precios es menor. Con la leche es de 75%. No obstante, para el caso de los yogures -que no están dentro de la lista de precios controlada por el Gobierno- la diferencia entre el entero Sancor y el de La Alborada es de 222%.
Por otro lado, Yogurlac, en Las Heras, que es la segunda fábrica de lácteos que subsiste en la provincia, plantea una situación similar a la de su colega. Cabe destacar que esta empresa no tiene producción de leche sino que compra la materia prima a los otros dos tambos de Mendoza: Guerci y Santilli. En este caso, elabora aproximadamente 2.000 litros de leche en postres y yogures, entre otros.
Rubén Ferrero, uno de los socios de Yogurlac, contó que la situación de las fábricas de Mendoza es muy difícil. Por un lado, por los incrementos de precios de la materia prima (leche). A las fábricas las golpea el costo de mano de obra.
“Tenemos que pagar sueldos el doble que actividades similares ($ 30.000 un operario). Se trata de montos difíciles de mantener, teniendo en cuenta que la ayuda del Gobierno provincial para este sector es nula, cuando a nivel nacional el Estado subsidia a gran parte de las empresas. Con esto, lo que está pasando es que las pymes locales y nacionales están en deterioro”, acentuó el empresario.
Esta empresa vende sus productos en calle San Martín 331 de Las Heras y en el Mercado de La Terminal. Los precios, al igual que su competencia mendocina, que está en calle Salta 854 de Godoy Cruz, son mucho más económicos que los nacionales, a pesar de que el miércoles decidieron subir sus precios un 8%, luego de un año de no haber tocado los valores.
En base a esto, un litro de Leche de Yogurlac está a 10 pesos, un 76% más barato que el litro de La Serenísima. Para el yogurt, la diferencia es similar, mientras que en el caso de los postrecitos, de vainilla y chocolate, el margen es de casi 100%. Un yogurlac está a 6,33 pesos, mientras que el postre Serenito vainilla está en cualquier supermercado a $ 12,50.
Ante este panorama, ambos empresarios coincidieron en que la ayuda del Gobierno provincial en mejorar la situación de los tambos y fábricas lácteas es nula. Ejemplificó Cappellano que hace 30 años Mendoza tenía 40 tambos y hoy sólo quedan 3. “Esto demuestra el bajo interés por hacer crecer esta industria”.
De hecho, contó: “Un tiempo atrás decidimos aumentar nuestra producción pero a la hora de acceder a financiamiento para comprar vacas, nos dimos cuenta de que debíamos asumir costos altísimos y a tasas que una pyme no puede afrontar; por lo cual dimos marcha atrás y decidimos seguir con lo que teníamos”.
Esto, además, determina que las fábricas locales tampoco pueden tecnificarse y competir con las marcas nacionales, las cuales tienen procesos diferentes. Esto, aseguraron, es la principal traba para el crecimiento, ya que, según explicaron, las personas están acostumbradas a comprar leche envasada, con agregados químicos, que las leches de tambo, como La Alborada, no tienen.