El distrito La Carrodilla, uno de los importantes de Luján de Cuyo, ha crecido de manera significativa en los últimos 25 años. De acuerdo a recientes censos lo habitan entre 40.000 y 45.000 habitantes, que se distribuyen en más de 40 barrios.
Uno de los ejes principales de la zona es el que conforman la calle Besares y el carril San Martín, con remate en el derivador o rotonda vial de esta última arteria y con la presencia, de manera determinante, de los restos de la fábrica Carbometal. El otro punto importante de la zona es la intersección de calle Paso y el carril Cervantes (o avenida San Martín). Más abajo, en el exacto linde con Godoy Cruz, los escenarios convocantes son la parroquia Nuestra Señora de La Carrodilla y el Calvario.
En el primero de los sectores descriptos, el elemento que salta a la vista por sobre todas las cosas es el esqueleto derruido de la legendaria Carbometal, aquella industria que levantó en el lugar el ingeniero Florencio Casale en la década del ‘50 y que producía carburo de silicio y ferroaleaciones.
Todavía hay varios empleados de la fábrica que recuerdan el surgimiento de esa planta industrial y los esfuerzos de Casale para que los operarios y jefes residieran en una casa digna y, en lo posible, cerca de los puestos laborales, donando un generoso terreno y ayudando en su urbanización para hacer el barrio pionero, que lleva su apellido.
Uno de esos ex trabajadores es Carmelo Argento (90), mano derecha del visionario industrial, que fue gerente técnico de la firma e integrante del directorio. “Las casas -contó- eran para el personal, pero posteriormente se fueron anexando trabajadores de otras ramas laborales”. Una evocación similar tuvieron José Colovatti (81) y Pedro Geroli (84), con casi medio siglo residiendo en la zona.
Cuando la fábrica cerró sus hornos, el gran terreno y todo su equipamiento quedó a la deriva. Finalmente, en la década del ‘90, el predio fue cedido a la Municipalidad de Luján, que instaló en el lugar la Policía de Tránsito y los juzgados viales.
Con motivo de esta actividad, las calles laterales y la parte trasera del desaparecido complejo fabril se convirtieron en área de secuestro de cientos de vehículos y motos que ya no pueden circular más. “Una lamentable ‘playa San Agustín’ que afea toda la zona y que no sabemos cuándo dejaremos de padecer”, señaló Silvina Farías (43, habitante de calle Isla Lennox).
El flamante intendente de Luján, Omar De Marchi, reconoce la explosión demográfica que registró la zona y la urgente necesidad de su ordenamiento territorial. “Mientras resolvemos otras urgencias del momento en el departamento, no descartamos en un futuro mediato desarrollar en la exCarbometal un proyecto amigable con la vecindad y refuncionalizar todo el espacio. Inclusive no desechamos la posibilidad de trasladar la Policía Vial a otro sitio”, aseguró.
En proyectos de tesis de alumnos de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza se han hecho propuestas de readecuación de los viejos edificios de la planta de los Casale, investigación que podría ser tomada en cuenta en cualquier intento de cambiar la fisonomía del área.
Nuevos "jugadores"
Encrucijada de tránsito y en ocasiones de caos vehicular, el cruce de Besares con el carril San Martín (Cervantes) cambió hace unos años cuando se construyó un derivador vial que restableció el orden en la circulación. Por allí se desplazan muchos vecinos con destino a la ciudad y a otros puntos a través del cercano Acceso Sur, y aunque persisten los conflictos por calles cortadas (como Pueyrredón), no puede negarse un sustancial mejoramiento en el flujo vehicular, siempre acotado a un carril poco ancho y bordeado por añosos plátanos, que conforman un túnel verde.
La obra vial fue aportada por el supermercado Jumbo, que se estableció al Este de la calle San Martín, frente a la demolida fábrica, contribuyendo al desarrollo inmobiliario del sector y brindado un servicio de abastecimiento a la gran cantidad de familias que residen en los barrios cercanos, algunos muy modernos y cerrados, como Vista Pueblo, y los restantes, los tradicionales del lugar: Carbometal-Las Glicinas, 21 de Julio, SUPE, Beghin y varios más.
La bodega Weinert (sobre San Martín al 5900), las escuelas primaria Julio Mayorga y secundaria (técnica) Ingeniero Enrique Mosconi, otorgan su identidad a la zona. También radica en el sector la Unidad Especial de Patrullaje Luján (sobre Besares). Casi pegadas a esta dependencia de seguridad y al canal Cacique Guaymallén, hay un parque eléctrico y varias compañías químicas en actividad, que recuerdan el antiguo destino industrial del distrito.
Los resabios del pasado lo conforman la ya citada ex Carbometal, la también desaparecida Electra (que hacía transformadores y hornos eléctricos) y al fondo de calle Pablo Casale (paralela al canal), la muy contaminante Keghart (elaboraba ácido clorhídrico), en la actualidad en proceso de desmantelamiento.
A metros de la entrada de esta última firma reside con su familia Clarisa García (42). “Ahora es agradable vivir aquí, pero pasamos muchas vicisitudes hace unos años por la contaminación del ambiente”, afirma la mujer, quien tuvo por vecino al músico de rock David Lebón.
Las expectativas entonces para toda esta parte de Luján son afirmar los servicios básicos (agua, cloacas, luz, gas) ya que, en razón del crecimiento demográfico, en cualquier momento pueden surgir problemas de abastecimiento, como el ocurrido con el agua en años anteriores. Asimismo, encauzar la circulación vehicular, siempre proclive a trastornos de variada índole.
El patrimonio edilicio
Hay edificaciones de La Carrodilla que ameritan protección. Una de ellas es el legendario molino Reynaud (San Martín 6.538), que -abandonado a su suerte- corre riesgos inminentes de perderse. Es un hito de la molienda de cereales del siglo XIX.
En lo que concierne a la ex fábrica Carbometal, hace mucho perdida para siempre, habría que ver si en cualquier proyecto de intervención en su perímetro se conserva alguna de sus partes como símbolo de un emporio industrial del pasado.
También debe cuidarse la patrimonial e histórica iglesia de La Carrodilla, un bien muy antiguo y frágil.
Los piquetes contra el ex gobernador Pérez
El barrio Jardín Miraflores, sobre avenida San Martín frente a la calle Malabia y a corta distancia de Paso, recobró la tranquilidad.
Durante un tiempo prolongado, trabajadores de la Municipalidad de Luján de Cuyo, que no recibían sus salarios en tiempo y forma, protestaron en la entrada del conjunto habitacional. El motivo: allí vive el ex gobernador de la provincia, Francisco Pérez, y contra él iba dirigido el piquete.
Durante varios días, los vecinos tuvieron dificultades para ingresar a sus hogares y debieron soportar la carga contaminante de los neumáticos encendidos por los manifestantes para impedir el paso.
“Se restableció la calma”, manifestó una arquitecta, habitante en la primera manzana del barrio Miraflores, que tiene uno de sus accesos bloqueado por una reja y el restante, por donde se entra y sale, controlado por un servicio privado de vigilancia.
Se sabe que el saliente mandatario estaba preocupado por las molestias que sufrían las familias del lugar quienes, sin embargo, lo consideraban (y lo consideran) “un muy buen vecino”.