En los cuatro años que lleva YPF estatizada, la nafta súper y el gasoil triplicaron su valor. Además, se acortó considerablemente la brecha de precios con la competencia, dejando sin demasiadas opciones a los usuarios.
Por supuesto que la evolución de los precios es sólo una de las aristas que pueden analizarse pero, a los ojos de los consumidores, es sin duda la más importante.
Entre las dos variedades de nafta, la que más aumentó en YPF en los últimos cuatro años (3 de mayo de 2012 a fines de abril de 2016), fue la súper, con una variación del 203,40%. El litro de ese combustible se vendía a $ 5,29 cuando la compañía pasó a manos del Gobierno y se vende a $ 16,05 en la actualidad. Por tanto, el precio de hoy triplica al de hace cuatro años.
Mayor aún fue el incremento que tuvo el gasoil más económico. En el período analizado, el litro de diésel común saltó de $ 4,59 a $ 14,64, registrando una suba del 218,85%. Así, los que más subieron son los combustibles más populares. En las calidades premium los aumentos fueron menores, pero aún así dolorosos para los consumidores. El diésel euro pasó de costar $ 6,28 en mayo de 2012 a $ 16,15 (157,16% de suba) y la nafta premium, que se vendía a $ 6,35, hoy se comercializa a $ 17,69 (178,58%).
Acortamiento de brechas
Históricamente YPF ha sido siempre más barata que sus competidoras, pero desde la estatización hasta hoy, sus precios han aumentado más que los del resto de las compañías y las distancias se han acortado.
El día que fue estatizada, la nafta súper de YPF costaba $ 5,29 y era un 32,13% más barata que la nafta más cara del mercado, que se vendía a $ 6,99 en la estación de servicio de Shell ubicada en Garibaldi y Costanera.
La situación de hoy es muy diferente. Cargar nafta súper en YPF es apenas $ 0,58 más barato que hacerlo en esta estación de servicio de la bandera Shell. Se pagan $ 16,05 por litro en YPF y $ 16,63 en Shell. En términos porcentuales, la brecha se redujo a 4,85%.
Antes de continuar, es necesario aclarar que la empresa Shell trabaja por precio sugerido, por lo que es posible encontrar valores distintos en las diferentes estaciones de esa bandera. Para simplificar las comparaciones, se tomarán en cuenta en esta nota sólo los precios exhibidos en la estación de Garibaldi y Costanera.
En la nafta premium ocurrió lo mismo que en la súper. El día que se estatizó YPF, el litro se comercializaba a $ 6,35 en las bocas de expendio de la empresa estatal y a $ 7,40 en Shell. Se registraba en ese momento una brecha del 16,53% o $ 1,05.
Hoy la nafta premium de YPF es apenas un 5,59% más barata que la de Shell. Pese a los $ 18,68 por litro que cobra la estación de Garibaldi y Costanera, el producto de la empresa estatal cuesta sólo 99 centavos menos ($ 17,69).
Sin embargo, el caso más llamativo es del diésel común. Hace cuatro años existía una brecha del 40% entre los precios de YPF y los precios más altos del mercado (Shell). A punto de cumplirse los cuatro años desde que el Gobierno tomó el control de YPF, la brecha es de sólo 4,78%.
En mayo de 2012, YPF vendía el litro de diésel común a $ 4,59 y Shell, en la boca de expendio tomada como ejemplo, la comercializaba a $ 6,45. La diferencia era de $ 1,86 y de 40,52% en términos porcentuales.
Las cosas cambiaron mucho en cuatro años. Hoy la brecha es de sólo $ 0,70 entre el precio más bajo y el más alto del mercado. Mientras el gasoil de YPF se consigue por $ 14,64, el mismo producto se obtiene a $ 15,34 en Shell.
El diésel euro es la excepción ya que prácticamente no se acortaron brechas, pero sólo porque siempre hubo poca diferencia. Había una brecha del 6,61% en mayo de 2012 y de 4,95% en la actualidad.
Cabe destacar, además, que en las últimas semanas algunas estaciones de servicio de otras banderas han igualado los precios de YPF, acortando las brechas al 0% durante algunos días.
Las causas de las subas
Aunque ya parece una costumbre encontrarse con aumentos de precios en los combustibles casi todos los meses, en realidad no se trata de una situación normal. En los últimos cuatro años Argentina se ha movido a contramano del resto del mundo y los consumidores han sufrido las consecuencias. Mientras el valor del petróleo se desplomaba en el mundo, los precios locales se incrementaban.
Para entender por qué la nafta subió tanto en Mendoza y en el resto del país, es necesario analizar qué pasó con tres variables: el valor del dólar, el valor del barril de crudo en el mundo y el valor del barril en Argentina.
El comportamiento del dólar en los últimos cuatro años no es una novedad. En el momento que el Gobierno tomaba el control de YPF, el precio mayorista del dólar era de $ 4,44 y el viernes cerró la venta en $ 14,50. El avance del dólar ha sido entonces del 226,57% durante ese período.
En lo que respecta al valor del barril de crudo en el mundo, se vio el efecto contrario. A principios de mayo de 2012 el barril cotizaba a U$S 102,54. Desde entonces el valor del petróleo en el mundo bajó un 58,42%, ubicándose en U$S 42,63 por barril el viernes.
En tanto, el precio del barril en el mercado interno ha estado siempre cerca de los U$S 70. Cuando asumió Galuccio, en mayo de 2012, el valor venía en aumento (se pagaban U$S 55 en mayo de 2011), pero desde entonces no tuvo grandes variaciones.
Por último, no hay que olvidar la inflación interna por encima de los dos dígitos, que ha afectado a todos los precios de la economía.
Los economistas Rodrigo González, de Fundación Ideal y Jorge Day, del Ieral, explicaron la relación entre esas variables y el resultado que tuvieron en Argentina.
“Antes de que YPF fuera expropiada, los precios internacionales estaban por encima de los precios que se pagaban a las petroleras en el mercado local (U$S 102 contra U$S 70). Por eso los precios de los combustibles eran más bajos en Argentina que en el resto de los países de América Latina”, comentó González.
“Luego el valor del barril en el mundo comenzó a bajar, pero como en Argentina no se pagaban esos precios, sino los locales, el desplome del petróleo en el mundo no se vio reflejado en bajas de precios en las bocas de expendio locales”, señaló.
Se mostró de acuerdo Jorge Day, quien destacó además que el precio local del barril aumentó su valor y superó al valor del barril internacional. “Así se revirtió la historia. Antes en Argentina el combustible era más barato porque el petróleo se pagaba a un valor más bajo que en el mundo, pero ahora los precios locales son más altos que los internacionales y, por tanto, los precios en boca de expendio son más caros”, indicó.
El otro factor a tener en cuenta es el valor del dólar que, con el aumento de 226% en los últimos cuatro años, tuvo fuerte incidencia en los precios de los combustibles. “Los usuarios sufrieron doble suba. Con el aumento del precio del petróleo en el mercado interno, los precios de los combustibles en bocas de expendio aumentaron en dólares, pero además, subió el precio del dólar. Por eso los incrementos en cuatro años superan el 200%”, explicó González.