La “Yaqui”: “La Policía y la Justicia me convirtieron en un monstruo”

Sandra Jaquelina Vargas (37), la mujer detenida en marzo pasado, espera el llamado de la Justicia para defenderse de las imputaciones de lavado de dinero y narcotráfico. Ahora defendió su inocencia. Acusa a la Policía y a un fiscal: “Jamás me encontraron

La “Yaqui”: “La Policía y la Justicia me convirtieron en un monstruo”
La “Yaqui”: “La Policía y la Justicia me convirtieron en un monstruo”

Hace 82 días Sandra Jaquelina Vargas, la mujer que saltó a la popularidad como "Yaqui", está en prisión.

Ayer por la tarde dialogó en extenso con Los Andes y, como era de esperar, habló de su inocencia y de que "todo ha sido armado por la Policía de Godoy Cruz".

Desde su posición descartó conocer a los llamados "angelitos" y desmintió que sea una "narcotraficante", como han hecho trascender.
Al final reclamó, con un escrito ante la Justicia, el beneficio de arresto domiciliario para atender a sus hijos, dos de ellos mellizos de 4 años.
Hasta hoy "Yaqui" no ha sido indagada y sigue esperando el llamado de la Justicia.

Y en ese momento, tal vez repita lo que ahora le dijo a este diario.

¿Verdad o mentira?

"Yaqui" llegó para la entrevista con su pelo recogido y con una cola; vestía jean gris, un suéter azul con vivos negros y calzaba zapatillas blancas. Sin maquillaje y con las uñas arregladas pero sin pintura.

De frente a la cámara y al grabador, con voz pausada, reiteró una decena de veces que "nunca en los muchos allanamientos que me hicieron encontraron algo de droga", tras lo cual resaltó que los policías de la Comisaría 27 de Godoy Cruz y  la Justicia (en manos del fiscal Juan Carlos Alessandra) "me convirtieron en un monstruo".

-¿La calificaron como narcotraficante, pero le encontraron armas?

-En ninguno de los procedimientos.

-¿Y cómo empezó esta historia?

-No tengo idea. Yo estuve en la Comisaría 27 denunciando al matador de mi marido (Cristian Gelvez, asesinado en enero del año pasado) y después, cuando surgió la versión de que yo había amenazado de muerte a periodistas, lo hice en la Justicia y como entré salí. Es decir que en esos extremos no había una orden de detención en mi contra.

-¿Y entonces?

-Con mi caso se taparon otros hechos, como los homicidios y la inseguridad de los barrios de Godoy Cruz.

-¿Pero se dice que hay llamados telefónicos que la complican?

-Son entrecruzamientos con números de teléfonos que yo nunca he tenido.

-¿Por qué se fue a vivir a San Luis?

-Por el asma de una de mis hijas (del matrimonio con Gelvez, ocurrido en el '95, nacieron Silvina, de 21 (hoy detenida junto con ella); Karen (17), Mauro (11), Natacha y Valentino, mellizos de 4.

-¿Cómo fue la detención?

- Sin resistencia. Llegaron los policías de Godoy Cruz y allanaron la casa, que es una simple prefabricada dentro de un terreno abierto en las sierras puntanas.

-¿Y los llamados "angelitos"?

-No sé de dónde salió esa versión. Nunca tuve un ejército de chicos y no conozco a ninguno de ellos.

-¿Por ejemplo al Cara Cortada?

-Ni de nombre ni de vista.

-¿Algunas vez la llamaron Tía Susana?

-Nunca. Siempre fui "Yaqui".

-¿Y los autos de alta gama que fueron secuestrados?

-Sólo tengo a mi nombre una Trafic y una moto. Los otros son de familiares como mi suegra.

-¿Y la compra se hizo con la ganancia del negocio del barrio Los Toneles?

-En parte sí, porque es un comercio de barrio abierto todo el día, pero también hay aportes de dinero que los hermanos y hermanas de mi esposo envían desde Estados Unidos, donde viven desde hace tiempo.

-¿Qué sabe de Miguel Ángel Valdivia, hombre que estuvo casado con su hermana Nati y que escapó hace una semana de la granja penal de San Rafael?

-Nada. Él está detenido desde hace tiempo y separado de mi hermana desde mucho antes.

El presente

Sandra Jaquelina Vargas, de 37 años (nació el 18 de agosto de 1976), hoy en la cárcel de mujeres de El Borbollón (habilitada hace 10 años),  es una más de las 113 internadas, muchas de ellas en calidad de procesadas y un buen número ya condenadas.

-¿Cómo es la cárcel?

-Un lugar muy triste

-¿Y cómo pasa los días?

-Hago fajina (limpieza de pisos de los espacios comunes ). Voy a la escuela, también a clases de peluquería, como una forma de pasar el tiempo, y trato de ver mucha televisión.

-¿Cómo imagina su futuro?

-La verdad que no lo sé. Se han dicho muchas mentiras, pero yo todavía no he podido hablar para decir mi verdad.

-¿Quien la defiende?

-Abogados oficiales, tanto en la Justicia provincial como en el Federal.

-¿Por qué?

-Porque no voy a gastar plata para demostrar que soy inocente.

-¿Un pedido?

-Sólo pedí el arresto domiciliario para poder atender a mis hijos. Los mellizos todavía no saben que mataron a su padre.

-¿Qué siente ahora?

-Bronca, rabia y mucho dolor.

La voz de la mujer casi se quebró, pero se contuvo y no lloró. Lo había hecho momentos antes cuando recibió la visita de sus hijos (algo que ocurre todos los miércoles), mientras ahora espera la llegada del sábado, cuando sean sus padres los que se arrimen hasta el penal.

La entrevista había terminado. Dos mujeres penitenciarias le ordenaron poner sus brazos a la espalda y así se alejó por un pasillo que lleva a los pabellones, donde comparte su celda con su suegra y su hija mayor.

Hoy "Yaqui" dijo su verdad. En un futuro próximo la Justicia dirá si es culpable o inocente.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA