Genaro Vuanello es una de las debilidades de Toti Arias. El DT fue el que lo hizo debutar en Primera y es su pichón. Tras su paso por Quilmes, donde rescindió contrato, Vuanello ya se apresta para volver a calzarse la blanquinegra.
El padre del delantero surgido en la Universidad Nacional de Cuyo comenzó ayer las negociaciones con los dirigentes de Gimnasia e inicialmente no hubo acuerdo, aunque ambas partes son optimistas en que Vuanello terminará sumándose en los próximos días a la pretemporada que el equipo de Arias está realizando en Banco Nación.
La de Vuanello, según confirmó Federico Porretta, titular de la Subcomisión de Fútbol, es la única negociación en curso hasta el momento. Si bien aún faltan puestos por cubrir para cumplir con las pretensiones del entrenador, por ahora los dirigentes no llevan adelante conversaciones con ningún otro futbolista. Apellidos y ofrecimientos hay muchos. Contactos, por ahora, ninguno.
Para complacer con los pedidos de Arias, falta un lateral-volante por izquierda, un carrilero por izquierda, un enganche y un delantero. No es poca la labor que queda por delante sobre todo si se tiene en cuenta que la pretemporada ya lleva su segunda semana en curso y los refuerzos que restan no deberían perderse mucho más del trabajo de Pablo Bertani.
Porretta contó que se busca principalmente futbolistas por los que no haya que pagar préstamo aunque aclaró que ésta “no es una condición excluyente” para que un refuerzo arribe a Gimnasia. Bajo estas condiciones arribaron Yair Marín, Robertino Canavesio, Elvio Epifanio Fredrich y Damián Akerman, los cuatro que ya sellaron su vínculo con el Lobo.
La próxima será una semana clave para la definición de los cuatro refuerzos que restan. El plantel debe jerarquizarse por lo que no hay margen de error. El Lobo quiere mostrar su mejor cara en lo que será su debut en la categoría.