Por otro lado, Andrés Cazabán, jefe de gabinete de la DGE, explicó que mientras Molina estuvo detenido y acusado de homicidio simple -situación que se extendió un año- fue suspendido como celador: "Cuando cambió la carátula y recuperó la libertad quedó reincorporado al trabajo porque no tiene condena".
Según informó la DGE, Molina empezó a trabajar de celador de la escuela Serpes en abril de 2011, tras presentar una solicitud de empleo con los requisitos de la ley: no contar con antecedentes penales, certificado de buena conducta y los exámenes psicofísicos solicitados.
Para Cazabán, la acusación de abuso sexual es algo que en la escuela Serpes "nadie esperaba. Cuando salió de la cárcel, la comunidad escolar juntó firmas para que volviera y es una persona que no ha tenido conflictos".