La votación: ágil y sin inconvenientes

La amenaza de Zonda hizo que los votantes llegaran más temprano a las urnas. La jornada electoral transcurriósin problemas.

La votación: ágil y sin inconvenientes
La votación: ágil y sin inconvenientes

Las elecciones en Mendoza para elegir gobernador, intendentes, legisladores se desarrollaron con normalidad. La amenaza de viento Zonda apuró la presencia de los votantes ante las urnas. Los "no obligados" y los "jóvenes" como siempre fueron los protagonistas de la jornada. Según datos de la Junta Electoral, este año votó el 78% de los electores habilitados. 

Los “no obligados”

Tomando los recaudos necesarios que demanda el anticiparse a la llegada del viento Zonda, por la mañana -muy temprano- las personas mayores acudieron a las urnas para trasformar votos en "esperanza". En Ciudad, por calle Rivadavia, un señor de traje y pasos cortos, inspiraba aires de formalidad a metros de la escuela Tomás Godoy Cruz.


Los "no obligados" se acercaron a transformar votos en "esperanzas". | José Gutiérrez / Los Andes
Los "no obligados" se acercaron a transformar votos en "esperanzas". | José Gutiérrez / Los Andes

Un par de cuadras más allá, sorteando el patio de la escuela Patricias Mendocinas (Ciudad), apurada en un andador, Herminia (de 80 años) ya votó. "Vine temprano porque no quería interrumpir a los demás", sostiene. "El auto está cerca... allá", señala el área exclusiva para los transportes escolares. "Voté con esperanza, pensando en el futuro de mis nietos porque el nuestro ya está hecho. Esperamos que sea mejor, que tengan una oportunidad de trabajar bien, de desarrollarse". 

Antonio (87), asiente con un sutil movimiento de cabeza y agrega: "tenemos las mismas y únicas esperanzas para que el país mejore. Yo conocí una época diferente, donde la educación en los colegios era completa; salíamos bien preparados para el mundo del trabajo y donde la educación lo era todo". 

Quería ser autoridad

Protegida por la sombra de la galería, la presidente de mesa le da permiso a los fiscales para que repongan boletas. Una hora antes, haciendo fila, Lucía Castellino (24) espera la apertura del comicio con el deseo de que falten autoridades.


Voluntaria. Lucía fue temprano a votar para ser autoridad de mesa | Orlando Peliochiotti / Los Andes
Voluntaria. Lucía fue temprano a votar para ser autoridad de mesa | Orlando Peliochiotti / Los Andes

"Esta es la primera vez que participó como presidente en una elección, nunca había vivido esta experiencia y me está gustando mucho. Me presenté como voluntaria pero no me llamaron, vine a esta escuela (Patricias) que es donde voto y justo necesitaban una autoridad de mesa", relata durante el pequeño break.

El hombre del diario

Mientras que una mesa del café Sportman, el Gobernador Alfredo Cornejo,  Rodolfo Suárez y Tadeo García Zalazar desayunan como cábala (ver aparte),  el movimiento frente a la Escuela Lemos (Godoy Cruz) es intenso. Equipos de exteriores, camarógrafos, fotógrafos, periodistas locales y nacionales y por allí un hombre con Los Andes  en mano se pasea entre ellos con total naturalidad.


Los Andes en la "cábala" de Cornejo | Prensa Gobierno de Mendoza
Los Andes en la "cábala" de Cornejo | Prensa Gobierno de Mendoza

Después de una voz de alerta la prensa toma sus puestos, Bernardo Soto (79) se queda inmóvil; espera. Cornejo lo saluda y le pregunta por su hija, aprovechando el momento ante la inquisitoria periodística. Calle abajo, el hombrecito menudo de campera azul cuenta: "Yo vine a saludar al Gobernador, lo conozco desde la época de Raúl Alfonsín".

Soto, el vecino de calle O'Higgins, agrega: "Yo no voté, porque soy nacido en Chile, pero soy un amante de la libertad". 

Recuperación moral

En la rampa de la Escuela Tropero Sosa, en el Barrio Huarpes (Godoy Cruz), Enrique (67), llega en su silla de ruedas pisando el medio día. "Voy a votar porque hay que votar, porque vamos a ver si podemos mejorar esto", sostiene.

Mientras Anabel Fernández Sagasti acapara la atención de la cámara y confiesa que "le escapa a la cocina". Enrique, con un tono cerrado, explica: "No va a ser nada fácil, porque primero tenemos que calificar moralmente y cuando lo hayamos conseguido lo demás se solucionará. Si no robaran la riqueza podríamos compartirla entre todos".

Enrique es ayudado para cruzar la puerta y detrás, apartado de las declaraciones de la candidata a Gobernadora, -con perfil bajo -Roberto (de 71 años) no puede ocultar su emoción. "Es un momento especial, voy ir a votar hasta mi  último día", confiesa el padre de Anabel.


Jóvenes ejerciendo la democracia. | José Gutiérrez / Los Andes
Jóvenes ejerciendo la democracia. | José Gutiérrez / Los Andes

"Es el gran momento de la democracia, es un orgullo que podamos elegir a quienes nos representarán. Tengo esperanza en el futuro, tiene que ser distinto porque no me cabe duda de que podemos estar mejor. Mi hija recorrió casi 5 mil kilómetros para conocer la realidad de la provincia y la gente decidirá si tiene que ser o no la Gobernadora", cuenta su padre.

Por delante de las cámaras, Fernandez Sagasti comenta: "Los mendocinos creemos a las instituciones, mis expectativas son mucho más altas a las de las paso".

Café y polémica

Juan Pablo, (38 años) y Joaquín (68), al mediodía, estiran la charla de sobremesa de un café en Guaymallén. Ambos han ido votar. El más joven es ingeniero industrial, su compañero contador y cultor de las charlas de política.

Juan Pablo, oriundo de Godoy Cruz, dice: "el panorama a futuro es complicado, porque oficialismo y oposición se encargó de avalar, de ser cómplices, del endeudamiento con el FMI. Imagino que vendrán años difíciles por el refinanciamiento de la deuda; la  clave estará en la unión de la clase trabajadora para salir adelante".

El kiosco de paso

Joaquín, de 23 años, es estudiante de kinesiología y trabaja desde hace algunos meses en un drugstore en una estación de servicio, en Guaymallén. En pocas horas, terminará su turno e irá a votar, "En el futuro me imagino viviendo, haciendo las cosas que me gustan, siendo feliz. Hasta hace muy poco jugaba al fútbol de salón, me gusta la competencia, pero no me imagino como será el futuro que propone la política", explica el ex jugador de la UMaza.

"Con relación al futuro del país, escuchando a mi viejo y los que puedo preguntarle, siempre que hubo problemas se pudo salir adelante. Entiendo que a uno de puede gustar uno u otro, me cuesta saber a quien votar, entiendo que en el pasado hubo malos gobiernos,  pero con tantas opiniones es difícil saber quien tiene la verdad".

"Votar es una responsabilidad, pero no lo siento como que yo vaya a ser el cambio, no siento que mi opinión vaya a influir", concluyó Joaquín.

Primero, la venta

Enzo Benegas (18 años) y Díego Díaz (19) son compañeros en la escuela Ingeniero Krause y también socios comerciales, bajo una sombrilla al ingreso a Chacras venden empanadas. Al costado de la ruta, su puesto no pasa desapercibido.

"Estoy pagando un viaje de egresados, hace un año y medio mi mamá me propuso hacerlo. Desde entonces, vendemos comida los fines de semana y los feriados", sostiene Enzo, quienes aseguran que están esperando terminar de vender toda la producción hacia el mediodía para de allí ir a ejercer su derecho cívico.

Enzo se visualiza en su futuro: "me imagino estudiando, trabajando, es lo único que pienso. Me gustaría que mejore el país, no tengo un pensamiento más profundo", explica. En tanto, Diego añadió: "me gustaría que hubiesen más carreras gratuitas, que se reduzcan algunos impuestos porque se hace muy difícil poder pagarlos. En el futuro quiero ser Técnico en Gas y Petróleo".

Viajan en el tiempo, se animan a ir más allá, Enzo planea recibirse y tener un buen trabajo. "Me gustaría ser ingeniero en Petróleo".

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