Por Arq. María Florencia Oña La Micela
El cierre y comienzo de año es siempre un momento de reflexión, de descanso, de nuevas ideas y emprendimientos. En cuanto al diseño y construcción de una vivienda contemporánea, la oportunidad de renovar la mirada atentos a los cambios sociales.
Hace más de 20 años el Arq. Jorge Sarquis realizó un estudio de las más de 70 nuevas formas de familia, en la actualidad, este dato sigue vigente y se pueden reconocer ciertos aspectos culturales: las parejas esperan más tiempo para tener hijos, existen cada vez más familias ensambladas, los jóvenes parten de la casa paterna de forma tardía, amigos comparten vivienda, la población mayor se incrementó y también se incorporan nuevos usos en la vivienda como el home office o el home studio.
El diseño y la construcción de una vivienda requiere una nueva mirada debido a los cambios sociales, culturales, ambientales, económicos, tecnológicos y espirituales. Incluso cambios urbanos impactan en las dimensiones de las viviendas. A lo largo de la vida podemos tener diferentes etapas y una vivienda debe ser capaz de adaptarse a los cambios. Las variables en juego son cada vez más, por lo que no se puede pensar en un modelo concreto, hoy aparecen nuevas dinámicas: se multiplican las viviendas mínimas, las remodelaciones son muy frecuentes, las viviendas capaces de transmutarse en el tiempo son las más exitosas.
"La Arq. Anna Puigianer, por ejemplo, imagina una casa que es adaptada a las comodidades de sus usuarios. A veces eso significa no tener cocina. Ella desarrolló el proyecto kitchenless, reconocido por la universidad de Harvard".
Un ejemplo conocido es el caso de las viviendas sociales de Alejandro Aravena, frente a estas nuevas dinámicas, los profesionales debemos responder de forma activa ya que los cambios, las transformaciones, las dinámicas se suceden y se acumulan. Muchas veces entramos en una cocina que no tiene uso, el horno no se utiliza y el equipamiento más solicitado es el freezer o el horno eléctrico. Esta es una transformación simbólica del espacio.
La Arq. Anna Puigianer, por ejemplo, imagina una casa que es adaptada a las comodidades de sus usuarios. A veces eso significa no tener cocina. Ella desarrolló el proyecto kitchenless, reconocido por la universidad de Harvard. Ella misma declara que vive en una casa sin cocina en la actualidad, cuando se trata de viviendas se puede prescindir de el estar, de algún dormitorio, por ejemplo. Pero considerar quitar la cocina provoca gran controversia debido a los valores ideológicos relacionados con el rol de la mujer y la construcción de la familia ideal.
"Es necesario comprender la vivienda contemporánea como un organismo flexible, cambiante, capaz de adaptarse, contener y articular los usos requeridos por una diversidad de individualidades de forma armónica y equilibrada".
El área de mayor interés a desarrollar para la arquitecta es el cambio de mentalidad. Es enfocar la obra de una vivienda, más que de acuerdo a la cantidad de m2, a las actividades que puedan desarrollarse y a su uso. La idea de eliminar la cocina es provocativa y simplificadora. Las casas sin cocina pueden tener una kitchenette, ahí radica el descubrimiento de la investigación de la arquitecta. Investiga incluso el uso de cocinas comunes y de sus diferentes tipos. En la actualidad existen varios ejemplos de cocinas comunitarias, en Canadá y Australia existe incluso un resurgimiento de estas tipologías.
En muchos casos considerar quitar la cocina puede ser inconcebible, para muchos es un lugar de recreación, investigación, de reunión, de encuentro, se sociabilización. Del modo en que se coloca a la cocina bajo una mirada crítica, podemos hablar del baño o del estar. Es necesario comprender la vivienda contemporánea como un organismo flexible, cambiante, capaz de adaptarse, contener y articular los usos requeridos por una diversidad de individualidades de forma armónica y equilibrada.
La familia se ha ido transformando a lo largo del tiempo y desde lo profesional considero necesaria la búsqueda, la comprensión y el entendimiento de las necesidades de sus habitantes. De un modo holístico, completo y hasta predictivo o evolutivo, ya que la vivienda debe ser un organismo dinámico y transformable. Estamos finalizando el año y por comenzar el nuevo año, por ello es importante evaluar, considerar nuevas posibilidades y/o necesidades en la vivienda para reflejarlas en transformaciones, ampliaciones, nuevos diseños y construcciones.
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