La historia de la Villa Deportiva empezó a escribirla Francisco Pérez en 2012 y ahora Alfredo Cornejo, entre fallas y dilaciones, quiere su epílogo para evitar que siga encareciéndose. Tras reconocer más de $ 24 millones por "adicional de obra" y "variaciones de precios" a la UTE Procon SRL-Ceosa con el fin de cortar cintas en julio, el presupuesto se acerca a $ 1.000 millones, más del triple que el original.
Es el séptimo convenio que incluye mayores costos durante el proceso en 6 años, y va por una octava etapa para acondicionar el exterior que llevará unos meses y $ 36 millones más para la iluminación, desagüe pluvial y accesos. El objetivo es inaugurar el estadio para 8.000 espectadores, cuya ejecución estuvo meses en piloto automático y Cornejo heredó a regañadientes, entre el 15 y 20 del mes próximo.
Por lo pronto, el gobernador firmó un decreto para asignarle más recursos. En los considerandos, dice que "durante la ejecución de las obras surgió la necesidad de introducir modificaciones al proyecto original". Y señala que las mismas "arrojaron adicionales por la suma de $ 21.922.265,00", lo cual obtuvo dictamen favorable del Consejo de Obras Públicas.
No sólo eso. El Ministerio de Economía e Infraestructura terminó por avalar otros $ 2.353.485 por "variaciones de precios", como parte del Convenio Nº 7, que lleva la firma de José Bevacqua, como representante de la alianza contratista.
"Más allá de que inicialmente no nos convencía el destino de la obra, la empresa hizo a riesgo adicionales a pedido de la gestión anterior. Al seguir adelante, es usual que se actualicen las cotizaciones", explicó el titular del Consejo de Obras Públicas, Carmelo Giarrizo, cuyo dictamen es condición para avalar cualquier incremento de presupuesto.
Qué falta
Con la mira puesta en estrenar el estadio con "Soy Luna", el espectáculo boom entre preadolescentes mendocinos, en el detalle de los trabajos la prioridad, según Giarrizo, está puesta en la seguridad. Concretamente, parte de las llamadas "modificaciones" al proyecto consisten en más barandas para contener las pendientes en la primera bandeja (34%) y segunda (43%), además de eliminar pasillos para ampliar otros y facilitar el desplazamiento.
A eso se suma la instalación de equipos para suministro de gas licuado y de la red eléctrica. A la hora de hablar de lo dilatado del proyecto, Giarrizo admitió que pasaron "meses" sin grandes avances, aunque "nunca hubo abandono total de la obra" y sí hoy existe "deseo de inaugurarla".
“Estamos trabajando para que el interior esté adecuado con lo básico para mediados de julio, entre el 15 y el 20”, adelantó. Lo básico es “que los deportistas y el público puedan utilizarlo con los servicios indispensables. Esto es, señalética, electricidad, agua y seguridad”.
Centrado en costos para terminar de adecuar el predio exterior, el nuevo pacto entre Infraestructura y la UTE que construye la obra incluye la iluminación, desagües pluviales y otra escalera de ingreso al estadio, entre otras exigencias de Bomberos para prever cualquier siniestro. A esos trabajos, entre otros, se destinarán unos $ 36 millones.
Errores de un proyecto demorado
Pese a que se dilató mucho la construcción del complejo deportivo, en el Gobierno señalan “errores inadmisibles”, que con el presupuesto disponible podrán subsanarse sólo en parte. Uno: la falta de columnas de iluminación desde el exterior (al estilo del Estado Mundialista aledaño) que no estaban previstos inicialmente y podrían incluirse en la nueva partida.
Además, el complejo carece de sistema de climatización. Sin embargo, desde Infraestructura tampoco garantizan poder instalarlo.
"Estamos estudiándolo. Depende de los recursos, porque también hay demandas en salud y seguridad", resumió Giarrizo, antes de resaltar que con $ 60 millones estaría terminando la obra.
Los Andes intentó reiteradamente obtener la voz de los ejecutivos de la UTE que construye las obras, pero no hubo respuesta.