La verdadera cara de las finanzas provinciales

El gasto ha crecido muy por encima de los ingresos, y ambos fueron superiores a la inflación, lo que indica que, pese a mayores recursos, hubo una muy mala gestión

La verdadera cara de las finanzas provinciales

Por Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes 

El problema financiero de la provincia es objeto de demasiadas explicaciones verbales, pero muy pocos números como para poder analizar las verdaderas causas que han llevado a la provincia a una situación tan angustiante como hace mucho no se vivía.

No obstante, un informe del Ieral, de la Fundación Mediterránea, arroja números que permiten hacer interpretaciones para acercarse a esas controvertidas causas.

El primer dato relevante es que los ingresos totales de la provincia aumentaron un 33%, un crecimiento superior a la inflación interanual, pero los egresos crecieron a un ritmo mayor, con un aumento del 41% comparados ambos con el mismo período del año anterior.

Que los gastos hayan crecido por sobre la evolución inflacionaria está evidenciando decisiones políticas, por lo menos, desacertadas ya que una administración que arrastraba déficit no debía, por prudencia, hacer crecer sus egresos por sobre los ingresos. Y como la inflación no es excusa, queda claro que hubo intencionalidad.

Puede ser con fines políticos, dado el año electoral, pero esta explicación no justifica la irresponsabilidad.

Con respecto a los ingresos, cabe señalar que el mayor crecimiento estuvo dado por las transferencias nacionales, que crecieron un 41% interanual, lo que significa que el gobierno local tuvo apoyo, al menos por un tiempo, de la Nación, ya que los recursos de tipo discrecional aumentaron un 91%, mientras las transferencias ordinarias lo hicieron un 35%.

Donde la ecuación no funcionó bien fue en materia de recaudación de impuestos provinciales, que sólo crecieron un 30%, mientras las regalías sólo lo hicieron un 14%.

En el primer caso hay que considerar que la economía local viene en receso por culpa de las políticas nacionales defendidas por el actual gobierno provincial.

La pérdida de competitividad no sólo afecta a las empresas o a los trabajadores. También afecta al Estado que no puede recaudar porque no se generan riquezas. El aumento de la recaudación es solamente inflacionario.

En el caso de las regalías el gobernador acusa a la caída del precio del petróleo, pero eso es una mentira. La provincia recibe por un equivalente a 77 dólares el barril, cuando el precio internacional es de 45 dólares. Aquí está afectando el atraso del tipo de cambio, ya que la producción tuvo un leve crecimiento.

Hoy hemos vuelto a una situación en la que los recursos nacionales son más importantes que los provinciales (53%), pero esto es porque han caído los recursos propios. La reactivación de la economía y el control del gasto serán fundamentales para ir paliando la situación en forma progresiva.

Los egresos crecen demasiado

El informe del Ieral revela que el componente del gasto más importante es el rubro personal y esto está indicando un descontrol bastante grave en el crecimiento de la planta de empleados así como los aumentos salariales concedidos, muy por encima de las pautas nacionales e, incluso, de los otorgados en la actividad privada.

Los gastos en personal representan el 57% de los gastos corrientes, sin considerar los pagos de deuda, lo que está indicando un desbalance que hace que la provincia no pueda encarar obras o que las prestaciones de servicios sean deficitarias.

En los primeros nueve meses del año, este rubro creció 43% y, si bien hubo otros que crecieron más, es en éste cuando más se siente por el peso relativo que tiene. A la inversa, los gastos de capital (obras públicas) crecieron 56%, pero este rubro sólo pesa 6% en el total de los gastos. Además, el crecimiento relativo aparece alto porque venía de un 2014 de muy pocos egresos.

Entre otros egresos importantes, los que corresponden a bienes crecieron el 48% y servicios lo hizo un 41%. Ambos rubros combinados representan el 11% del gasto total. En cuanto a las transferencias a municipios, han mantenido su ritmo normal, con un 33%.

Debe tenerse en cuenta que todos estos crecimientos anormales han generado un importante déficit que, en los últimos doce meses, acumula 2.000 millones de pesos.

El problema ha sido el financiamiento de dicho déficit ya que, ante la escasez de crédito internacional y el encarecimiento del costo del dinero interno, el gobierno debió recurrir a instrumentos de corto plazo, lo que le generó un estrangulamiento ya que se le fueron juntando deudas viejas con deudas nuevas.

El caso es de mala gestión, de mala proyección de los escenarios y de una irracional forma de manejo de las plantas de personal y sus salarios.

El problema es que como no se trata de una empresa privada, todos los ingresados al Estado gozan de estabilidad y toda la sociedad deberá financiar esta fiesta de altos salarios esperando una disminución vegetativa de la misma, ya sea por jubilaciones o renuncias.

El problema es que los sindicatos prometen volver con demandas irracionales de aumentos salariales y nadie sabe cómo se enfrentarán.

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