La venta de reservas no contiene al dólar

El Central vendió 781 millones de dólares y aun así la cotización subió 30 centavos respecto de la ronda del martes.

La venta de reservas no contiene al dólar
La venta de reservas no contiene al dólar

El tipo de cambio sigue en una olla a presión: ayer subió a pesar de que el Banco Central vendió 781 millones de dólares de sus reservas a ahorristas e inversores que se habían ido el día anterior de las Lebac en pesos. 

El sacrificio de reservas será el costo que la entidad monetaria deberá pagar al menos de aquí a fin de año, lapso en el que se planea eliminar el stock total de Lebac que aún supera los $700.000 millones, equivalente a unos 22.816 millones de dólares.

Con la devaluación y la salida de fondos de inversión durante mayo, junio y julio, el Gobierno licuó la montaña de Lebac que a principios de año equivalía al total de las reservas de la entidad que preside Luis Caputo y hoy representa el 41,8 por ciento.

En el medio las reservas cayeron por la crisis cambiaria, que se llevó 14.000 millones de dólares, y luego se recuperaron parcialmente por un desembolso de U$S7.500 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI). En los últimos dos días, volvieron a reducirse 1.983 millones de dólares.

Ayer, en medio de una extrema volatilidad, el precio del dólar subió treinta centavos y cerró en los 30,68 pesos. Fue después de tocar picos de $31,40 en bancos privados por lo que el Central hizo tres intervenciones de venta.

En el segmento mayorista el tipo de cambio subió 1,32% y cerró en el máximo histórico de 30 pesos. Fue un día de fuerte dominio de la demanda para cobertura, algo que quedó evidenciado en el monto operado: U$S1.361,11 millones, casi el triple del promedio de los últimos días.

Para evitar que la corrida contra el peso se profundizara, Caputo ordenó jugar fuerte y la mesa de dinero de la entidad puso 1.600 millones de dólares arriba de la mesa en tres subastas distintas, algo que no se había registrado hasta el momento en la administración Cambiemos.

Liquidez en pesos

Los 781 millones de dólares vendidos ayer se sumaron a los U$S200 millones de martes, por lo que el Central aspiró unos 29.263 millones de pesos de los 132.000 que habían quedado en manos de los inversores particulares y fondos de inversión que desarmaron posiciones en Lebac.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, salió ayer a darle una mano a Caputo para evitar que todo ese remanente de pesos no vaya al dólar y, en una estrategia coordinada, emitió Letras del Tesoro (Letes) por unos $23.089 millones.

Para captar los pesos, Hacienda se comprometió a pagar una tasa del 42,23% para el plazo de 105 días y 39,81% para el plazo a 224 días. En el ministerio celebraron porque comenzaron a estirar los plazos de vencimientos y las tasas no alcanzaron el 45%.

Así, entre Dujovne y Caputo aspiraron en 48 horas unos 52.352 millones de pesos de los $132.000 que quedaron en manos de inversores. Si bien es un número alto, aún quedan unos $79.648 millones en "la calle" que hoy podrían volver a demandar dólares.

Operadores del mercado consultados advirtieron ayer que la licitación de Letes dejó "gusto a poco" dado que en el mercado se esperaban tasas más altas. Por ello, advirtieron que la demanda de dólares no se calmará durante los próximos días.

Si bien el Banco Central quiere desarmar la bola de Lebac, los inversores comenzaron a salir de ese instrumento por cuenta propia dado que no logran ganarle al dólar: el devengamiento de tasa en pesos de 3,6% en el último mes no compensó aumento de tipo de cambio de 8,5%.

Es decir, los que apostaron a las Lebac, perdieron. El denominado "carry trade" fue negativo de 4,6 por ciento entre el 18 de julio y el 15 de agosto. Y en el año, el que apostó a la Letra del Banco Central pierde ya 23 por ciento en dólares.

Inflación reprimida y presión cambiaria

Las Lebac fueron utilizadas por el Gobierno para sacar pesos de la calle y evitar más, pero su desarme ahora plantea desafíos porque amenaza con provocar mayor devaluación y suba de precios. Cambiemos salió a ofrecer instrumentos financieros de más largo plazo como Letes y Nobacs, pero los inversores siguen apostando al dólar. 

"El que apuesta al dólar pierde", supo decir poco antes de una gran devaluación el ex ministro de Economía Lorenzo Sigaut en 1981. "Conviene apostar al peso", repitió el actual jefe de Hacienda, Nicolás Dujovne, el 27 de julio de 2017. Ambos se equivocaron.

La clave es que el precio de la divisa subió 62% desde enero y 79,1% en los últimos doces meses, casi el doble de lo que rindiócualquier otro instrumento en pesos.

Las Lebac no sirvieron a los inversores -si se compara contra el dólar- y tampoco frenaron la inflación de acuerdo a las proyecciones iniciales del Gobierno. Sí ha obligado al Central a desembolsar U$S21.000 millones en concepto de pago de intereses entre 2016 y 2017. El propio Luis Caputo dijo: "Es un pasivo tóxico que hay que eliminar como sea".  

En lo que resta de 2018, el Central quiere desarmar los 700.000 millones de pesos en Lebac que aún quedan. Y gran parte de eso irá al dólar, lo que generará nueva presión cambiaria e inflacionaria.

Es tan complejo el brete, que con 2,1% de alza de precios en agosto, la inflación interanual superará el tope del 32% establecido en el acuerdo con el FMI, obligando al Gobierno a tener que renegociar el crédito que le asegura financiamiento hasta el final del mandato.

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