La Unión Obrera de la Construcción (Uocra) se convirtió ayer en otro de los sindicatos más numerosos en acordar un aumento salarial en sintonía con la pretensión del Gobierno nacional para este año: 15% de incremento sin cláusula “gatillo” de ajuste.
En la sede del Ministerio de Trabajo y con la presencia de su titular, Jorge Triaca, firmó el acuerdo el secretario general de la Uocra y uno de los sindicalistas más cercanos al Gobierno, Gerardo Martínez.
El acuerdo consiste en un 15% de aumento en dos tramos (10 desde abril y 5% en agosto), con una cláusula de revisión en diciembre en caso de que la inflación supere el incremento, a diferencia de la “gatillo” aplicada en paritarias de 2017, por la cual el ajuste, en caso de desfase con la inflación, era automático.
El acuerdo paritario del gremio de la construcción abarca a unos 450 mil trabajadores, con lo que ya suman unos 2 millones de asalariados cuyos sindicatos cerraron paritarias para este año en los términos pretendidos por el Gobierno de Mauricio Macri después de que, a fines de diciembre pasado, “recalibró” la meta inflacionaria 2018 para ubicarla en 15%.
Pero según estimaciones privadas la inflación será de al menos 20% en este año previo al de las elecciones presidenciales de 2019.
Antes que la Uocra firmaron en condiciones similares los sindicatos de: comercio, obras sanitarias, colectiveros , luz y fuerza, petroleros y encargados de edificios, este último liderado por Víctor Santa María, enrolado en la Corriente Sindical Federal que encabeza el bancario Sergio Palazzo, presidente además del PJ porteño.
El próximo gran gremio que se prevé firmará paritarias en los mismos términos es el de los empleados estatales de UPCN, que responden a Andrés Rodríguez.
Éste integra junto a Martínez (Uocra) y José Luis Lingeri (obras sanitarias) el trío de sindicatos denominados “independiente” que, en acuerdo con los “gordos”, postularían al triunviro y dirigente de la sanidad Héctor Daer, como próximo secretario general de la CGT en lugar del desacreditado triunvirato de “unidad” de agosto de 2016.
El avance gubernamental en la firma de las nuevas paritarias se produce en momentos de reuniones abiertas y no tanto y de alistamientos de cara a la elección de la futura conducción de la CGT, que agruparía a sectores más o menos dialoguistas con el Gobierno y dejaría a un lado al moyanismo.