Fortalecidos por los resultados en las elecciones, la ultraderecha de Matteo Salvini y los antisistema del Movimiento Cinco Estrellas se disputaban ayer el derecho a gobernar Italia pese a que no cuentan con la mayoría en el Parlamento y necesitan aliados.
El sorprendente resultado de las dos fuerzas radicales revoluciona el escenario político, pone fin a los partidos tradicionales y abre una fase de incertidumbre en la tercera economía de la zona euro.
El Movimiento 5 Estrellas, con votantes de izquierda y de derecha, y los partidos de extrema derecha se beneficiaron del rechazo a la vieja clase política, la ira frente a una economía que no despega y las tensiones en torno a los migrantes.
Salvini logró una histórica victoria al superar a Silvio Berlusconi.
Italia votó en sintonía con los británicos que optaron por el Brexit, los estadounidenses que dieron la victoria a Donald Trump y otros países de Europa donde la extrema derecha vive un nuevo impulso.
“Por primera vez en Europa, las fuerzas antisistema han ganado”, resumió en un editorial el diario La Stampa.
“Tenemos el derecho y el deber de gobernar”, clamó este lunes con tono triunfante el líder xenófobo y euroescéptico Matteo Salvini, que se convirtió en el referente de la derecha, primera fuerza en el Parlamento con el 37% de los sufragios.
Revés de Berlusconi
Salvini logró también una histórica victoria interna al superar al conservador Silvio Berlusconi, que sufrió a los 81 años un verdadero revés.
Pese a los excelentes resultados, la coalición de derecha debe buscar otros socios para obtener la mayoría en el parlamento y poder gobernar, tal como establece la Constitución italiana.
Salvini, de 44 años, que mantuvo una breve reunión con Berlusconi para tranquilizarlo, advirtió claramente que no está dispuesto a aliarse con el Movimiento 5 Estrellas, la otra fuerza radical, antisistema y euroescéptica. “No queremos una sopa llena de ingredientes”, dijo.
Por su lado el líder de la formación antisistema Movimiento Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, que también reivindicó el derecho a formar gobierno después que su partido fuese el más votado con 32% de los sufragios, se dijo abierto a negociar, a “hablar con todas” las fuerzas.
“Sentimos la responsabilidad de gobernar (...) Somos la fuerza política que representa una entera nación, 11 millones de italianos nos han votado", aseguró Di Maio, de 31 años, al recordar que la formación arrasó en las regiones del sur, las más pobres, en las islas de Cerdeña y Sicilia, así como en algunas localidades del norte.
“Somos los vencedores absolutos”, dijo Di Maio.
El movimiento fundado por el cómico Beppe Grillo en el 2009, que en menos de 10 años se ha consolidado como la nueva fuerza del país, obtuvo un resultado histórico prometiendo hacer frente a problemas como el aumento de la pobreza, la corrupción, el desempleo y la inmigración.
La posibilidad de que el M5E forme un gobierno con el apoyo del gobernante Partido Demócrata (PD, centro izquierda) de Matteo Renzi que sufrió la mayor derrota de su historia con menos del 20% de los votos, menos de la mitad del 40% obtenidos en las elecciones europeas de 2014, parece por ahora descartada.
"Los italianos nos han pedido que estemos en la oposición", aseguró Renzi en una conferencia de prensa para anunciar su renuncia a la dirección del PD.
Los posibles escenarios políticos
Victoria de la coalición de derecha
“Es poco probable que alguno de los tres contendientes alcance la mayoría absoluta. Sólo uno podría lograrlo: la derecha”, explicó Roberto D'Alimonte, director del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Luiss de Roma.
La coalición reúne a varios partidos, entre ellos Forza Italia, liderada por Silvio Berlusconi, y la Liga Norte, la extrema derecha de Matteo Salvini. Según un acuerdo interno, el que obtenga más votos liderará el gobierno.
Una macro coalición
Frente a los cuestionamientos de muchos partidos emergentes hacia las políticas europeas, Bruselas apostaba por una macro coalición entre el Partido Democrático (PD, centro izquierda) y Fuerza Italia de Berlusconi.
Ni Berlusconi ni el líder del PD, Matteo Renzi, han mencionado esa posibilidad, que podría contar con el apoyo de pequeñas fuerzas o de parlamentarios tránsfugas favorables a una política proeuropeísta.
Una coalición antisistema
Otra posibilidad, desmentida hasta ahora, es una alianza de “euroescépticos” que reúna a la Liga y al Movimiento 5 Estrellas.
Esta coalición hipotética sería una pesadilla para Bruselas, pero pese a que sería la única alianza que podría tener una mayoría parlamentaria estable, su gestación podría encontrarse con fuertes oposiciones dentro de las formaciones.
Sin mayoría parlamentaria
Si no surge una mayoría clara, el presidente de la República, Sergio Mattarella, de origen democristiano, se transformará en el hombre clave para intentar evitar que hayan nuevas elecciones. A partir de ese momento se iniciará un periodo de consultas, pactos y promesas.