La ultraderecha gana espacio

Con un discurso nacionalista y muchas veces impregnado racismo, líderes conservadores comenzaron a emerger en distintos países de Europa.

La ultraderecha gana espacio
La ultraderecha gana espacio

Por estos días, buena parte del mundo mira a Brasil, donde el excapitán del Ejército Jair Bolsonaro tiene chances de barrer al izquierdista Fernando Haddad en la segunda vuelta que se desarrollará el próximo domingo. El ascenso de un candidato nostálgico de la dictadura, nacionalista y con posturas racistas, machistas y homofóbicas, no hace más que ratificar el éxito de la ultraderecha en el mundo.

España, uno de los pocos países europeos en los que este tipo de movimientos no tiene presencia parlamentaria, comenzó a vivir la irrupción de Vox, una agrupación que aprovechó la tensión territorial y la fragmentación política para ganar espacio. Semanas atrás, en un mitin, se reunieron más de 10 mil personas en el Palacio Vistalegre de Madrid, tierra que anteriormente ocuparon el PSOE, Ciudadanos y Podemos.

Supresión de comunidades autónomas, derogación de una ley contra la violencia de género, lucha contra el aborto y defensa de la familia y endurecer la política antimigratoria son algunas de las “100 medidas urgentes para España” que integran su plataforma.

Santiago Abascal, 42 años, exmiembro del Partido Popular, es líder de Vox. Fue secretario de educación del PP, pero la supuesta tibieza de Mariano Rajoy lo alejó del PP. A favor de toreos y cazadores y en contra de organismos feministas, supo decir: "No me acompleja ninguno de los insultos que me puedan lanzar: ni fascista, ni ultraderechista, ni homófobo, ni machista, ni racista, ni xenófobo".

En crecimiento

Días atrás, Alemania vivió otra muestra de la crisis de los partidos tradicionales en pos del ascenso de los ultras. En las elecciones regionales de Baviera, uno de los estados más prósperos, quedó demostrado que ningún territorio está libre de estos cambios. Allí, los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AFD) alcanzaron el 10 por ciento, restándole un importante caudal de votos a los demás partidos. 

De hecho, la Unión Social Cristiana (CSU) el aliado del partido de Angela Merkel, sufrió el cimbronazo y se quedó sin mayoría en el parlamento. No es todo. Según los analistas, será difícil que este cambio en el panorama político bávaro no tenga consecuencias en Berlín, porque los partidos más castigados son los que forman la gran coalición que gobierna Alemania.

Ante la crisis económica y los incesantes flujos migratorios, el discurso del miedo gana espacio y amenaza con expandirse, sobre todo en las clases trabajadoras.

"Hay más crímenes y los inmigrantes están sobrerrepresentados en algunos delitos graves, pero si dices esto te llaman nazi. Si eres un extranjero, estás aquí como invitado y como invitado no te comportas así. Es algo de lo que se habla en cada bar de Alemania. El 80 por ciento de la gente está de acuerdo en que hay que acabar con esto", sostiene el activista Götz Kubitschek, un referente de la derecha.

Onda expansiva

De la mano de Matteo Salvini, la Liga Norte terminó tercera en las últimas elecciones italianas. Su líder, que no esconde sus posturas contra los inmigrantes ("son violadores y traficantes de drogas"), se sumó como ministro a la coalición de gobierno liderada por Guseppe Conte. Pero Salvini se enfoca más allá de Italia y pretender extender su influencia por toda Europa.

Días atrás, junto a la francesa Marine Le Pen comenzaron una campaña para sumar aliados en el Parlamento de la Unión Europea. "Los enemigos de Europa están en el búnker de Bruselas. Son (Jean-Claude) Juncker y (Pierre) Moscovici. Han traído precariedad y pobreza y se aferran a su poltrona. Estamos tratando de devolver prosperidad a 500 millones de europeos", sostuvo la dirigente francesa.

Nacionalistas, están en contra de la globalización, las élites y, claro, quienes gobiernan desde Bruselas.

El exasesor de Donald Trump, Steve Bannon, es uno de los estrategas de la derecha.

“Pretendo crear la infraestructura para un movimiento populista mundial”, señaló el exjefe de redacción del sitio  Breitbart News.

Austria, Polonia, Eslovenia, Dinamarca y Finlandia, entre otros países, también asisten al crecimiento de la derecha.

La derecha crece

Polonia: Obtuvo un 37,6%
Fue uno de los países en los que la derecha consiguió más representación. En las elecciones de 2015 casi llega al 40 por ciento.

Austria: Sacó un 26 por ciento
En 2017, el partido de la Libertad de Austria consiguió el 26 por ciento de los sufragios.

Eslovenia: Llegó al 24,9%
Este año, en Eslovenia, el Partido Democrático Esloveno cosechó casi un 25 por ciento de los votos.

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