El radicalismo comenzó a negociar ayer, contrarreloj, con sus socios dentro del Frente Cambia Mendoza (CM) la posibilidad de inscribir hoy en la Justicia Federal Electoral la misma alianza opositora para competir en las primarias nacionales del 9 de agosto y en las generales del 25 de octubre en las categorías de senadores nacionales, diputados nacionales y diputados del Mercosur (distrito Mendoza).
Esto implica que el Pro, el PD, el socialismo, Libres del Sur, la Coalición Cívica, el Frente Renovador y el partido Fe deberán estar de acuerdo con replicar para los cargos nacionales la exitosa experiencia provincial.
Pese a los buenos resultados en las PASO provinciales y a que reina la confianza en que en dos semanas el Frente Cambia Mendoza ganará las generales, el camino para sellar el mismo acuerdo -con los mismos integrantes- para las elecciones nacionales aparece lleno de obstáculos.
En principio, el radicalismo tiene como objetivo número uno construir un frente con los partidos que son socios de la UCR a nivel nacional, el Pro y la Coalición Cívica, que hoy deberán inscribir en Buenos Aires una alianza nacional (Frente Cambiemos) para que Ernesto Sanz, Mauricio Macri y Elisa Carrió se enfrenten en las PASO de agosto.
Esta prioridad de la UCR genera dudas en el ala de centroizquierda de Cambia Mendoza, el socialismo y Libres del Sur, donde persisten diferencias entre ambas fuerzas sobre la estrategia a seguir. En el massismo también hay interrogantes, pero la atención estaba puesta ayer en lo que decida Sergio Massa sobre su futuro electoral, que será anunciado hoy al mediodía.
“Estamos evaluando muchas opciones. La principal es replicar el Frente Cambia Mendoza para los cargos nacionales. Pero si no se puede, analizamos la posibilidad de la boleta corta -sin candidatos a presidente- y también las distintas formas de adhesión a los candidatos presidenciales”, explicó el titular de la UCR, Sergio Pinto.
La boleta corta, con solamente candidatos al Congreso, fue el camino que decidieron en Santa Fe el socialismo y el radicalismo que, de este modo, no llevarán a Sanz ni a Stolbizer en las listas debido al doble juego de la UCR en lo provincial -socio del PS- y en lo nacional -aliado del macrismo-.
Esta posibilidad casi no tiene chances en Mendoza, explicó Pinto a este diario. La adhesión es el camino más claro: se inscribe un frente en el juzgado de Walter Bento y luego se adhiere a las boletas de los diferentes candidatos a presidente opositores.
Quien impulsa la concreción del mismo frente a nivel nacional es Julio Cobos, ya que pretende ser candidato a senador nacional e ir pegado en las boletas de Macri y de Sanz, pero también de Margarita Stolbizer, quien en Mendoza tiene como socios políticos a los partidos de centroizquierda de CM, el socialismo y Libres del Sur.
“Eso es lo ideal, pero entiendo que hay limitaciones legales. No se puede ser candidato en dos primarias diferentes, la del radicalismo y el Pro, y la de Progresistas”, dijo Pinto.
En el PD-Pro nadie está de acuerdo con que Cobos sea candidato también en la lista de Stolbizer, quien le podría sacar votos así a Macri en las generales.
“Lo único que está conversado con los radicales es que haya una lista única de candidatos nacionales que se adhieran tanto a la boleta de Macri como de Sanz en las PASO de agosto. El acuerdo de Cobos con Stolbizer no fue comunicado, no estamos al tanto y no creemos que sea correcto”, explicó el diputado nacional Roberto Pradines (PD).
Cobos y Stolbizer apuestan a dar la pelea judicial, ya que existe un antecedente de 2011 en el que la Cámara Nacional Electoral autorizó a un candidato a gobernador de Entre Ríos a ir colgado de la boleta presidencial de la UCR y del socialismo, que no eran socios a nivel nacional, pero tenía vínculo jurídico a través de una alianza provincial.
Pero no todos los radicales e incluso los socialistas están dispuestos a correr el riesgo de enfrentar un litigio y quedarse sin candidaturas si la Justicia no les da la razón.
De ahí que el plan B de la centroizquierda mendocina es presentar sus propios candidatos a diputados y senadores, por afuera de la alianza UCR- Pro-CC, lo que los obligará a enfrentar en las urnas nada menos que a Cobos.
De todas formas, el progresismo mendocino tendrá una ventaja de movida si Cobos es candidato y llega al Senado: será la socióloga Graciela Cousinet, de Libres del Sur, quien termine su mandato como diputada nacional, ya que iba cuarta en la lista que lideró el ex gobernador en 2013.
Cobos tiene asegurado encabezar la nómina para el Senado y el radicalismo está negociando fuerte con el Pro para colocar a una mujer de la UCR como escolta.
En este caso, el Pro, que pide por la bodeguera Susana Balbo, deberá ponerse de acuerdo con el PD para decidir si Balbo o alguien del centenario partido provincial se quedan con un puesto en la Cámara de Diputados (el PD renueva la banca de Pradines), ya que la UCR llevará a Enrique Vaquié como cabeza de lista y ofrece el segundo lugar para sus socios. El tercer casillero no tiene por ahora nombre ni partido asignado, pero el radicalismo también tiene intenciones de apropiárselo.