Encabezando un gobierno enfrentado a un gremialismo de dirigentes mayoritariamente opositores, la UCR mendocina ha comenzado a barajar en su seno la alternativa de organizar a la dirigencia sindical afín, aunque ésta definitivamente no abunde y el actual rol oficialista complique la tarea.
A diez días de la fecha prevista para la unificación de la CGT nacional y con un plenario normalizador de la central obrera local en ciernes, la posibilidad de comenzar en setiembre una tarea "de reorganización por departamento" del gremialismo radical se analizó en las últimas horas en General Alvear, entre integrantes del Comité Provincia de la UCR.
La iniciativa es impulsada por el secretario de la Organización de Trabajadores Radicales (OTR), Luis Luchessi, y fue presentada a la vicepresidenta de la UCR, senadora provincial Daniela García.
El encuentro tuvo lugar durante los actos del aniversario departamental sureño entre el jueves y ayer.
La OTR es el equivalente en el radicalismo a las 62 Organizaciones en el peronismo. Es decir que agrupa a sindicalistas por su definición partidaria. La OTR integra el secretariado del Comité Provincia de la misma manera que la Franja Morada lo hace en representación de los estudiantes universitarios radicales.
"Queremos revitalizar el sector sindical de la UCR aunque tengamos que trabajar con viento de frente", confirmó Luchessi a Los Andes.
El mundo sindical tradicionalmente se identifica con el peronismo y hoy -nuevamente- con distintas vertientes de izquierda, como sucedió en la etapa gremial preperonista.
Por lo tanto, la mayor parte de las conducciones sindicales se muestra críticas de la actual situación de recesión, ingresos salariales decrecientes, desempleo, inflación y tarifazos.
Por lo tanto, la tarea de un sindicalismo oficialista tiene mucho para remar contra la corriente.
Por los gremios
En el sector mercantil mendocino existe una situación particular. Es que tres de las cinco filiales del gremio de los empleados de comercio están conducidas por dirigentes de origen radical y una cuarta por un gremialista del oficialismo massista.
Luchessi es el titular de la Unión de Empleados Mercantiles de San Rafael y Malargüe. Miguel Peralta, secretario general del CEC de San Martín también simpatiza con el radicalismo, al igual que Edith Nicora del CEC Tunuyán.
En tanto, el CEC Mendoza es conducido por el diputado provincial Guillermo Pereyra, del Frente Renovador y por lo tanto integrante del oficialismo provincial.
Sólo queda fuera de esta identificación el titular del CEC Rivadavia, Cristian Panella.
“Que seamos radicales no significa que manejemos gremios radicales”, aclara Luchessi. Está a cargo del UEC sureño desde hace 22 años, para lo cual debió promover cinco reelecciones. “¿Por qué no una sexta?”, se pregunta con una sonrisa y la mirada puesta en el año que viene.
El dirigente mercantil tiene 59 años y se empleó en una sastrería de hombres de San Rafael hace más de tres décadas.
En el radicalismo mendocino el mayor dirigente sindical es el bancario Sergio Palazzo. Su proyección nacional dejó presencia radical en la conducción bancaria de Mendoza, en especial durante la secretaría general de Alfredo Aruani.
Otros nombres vinculados a la UCR y al mundo gremial son los de Dugar Chapel, secretario general del Sindicato de Municipales de Capital y concejal por la UCR. Aunque mantiene su bloque propio (Raúl Alfonsín) Chapel ha dejado de lado las posturas opositoras que mantuvo durante la intendencia de Víctor Fayad y hoy tiene buenas relaciones con el actual intendente, Rodolfo Suárez.
Dos sindicalistas radicales reportan hoy directamente al gobernador Alfredo Cornejo. Son Mariana Caroglio actual senadora provincial por la UCR que no obstante su origen en el gremio docente (Lista Plata) votó a favor del ítem Aula. Mientras que Sergio Cornejo (Vigiladores) es actualmente subdirector de la Policía Municipal de Las Heras.
Por su parte, Patricio Poggio (ex Lista Celeste del SUTE) de origen en La Cantera radical, hoy también es concejal en Capital.
Mientras que tanto el anterior como el actual secretario general de los empleados legislativos (Apel), Eduardo Ordóñez y Gustavo Ramón, también tienen procedencia radical. Pero ello no les impide militar en la CTA identificada con el kirchnerismo que encabeza el SUTE en Mendoza. Es que -dicen- “en el sindicalismo no debe existir el 'Sí señor', aunque el Gobierno sea propio”.
Un radical mendocino que busca un lugar en la CGT
El dirigente sindical mendocino de la UCR de mayor estatura hoy es el titular de la Asociación Bancaria nacional, Sergio Palazzo, que conduce a 107 mil afiliados en todo el país.
Palazzo, que adquirió protagonismo en Mendoza en los ´90, cuando se privatizaron los bancos estatales, reclama que en el congreso normalizador de la CGT del 22 se elija “una conducción colegiada lo más amplia posible" para “confrontar con el actual modelo”. Y que “no importa si ello implica un cuarteto o un quinteto”.
Palazzo fue propuesto como candidato a secretario general de la CGT por la Corriente Federal Sindical, varias delegaciones regionales y el Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA).
Y sostiene que “se impone confrontar con un paro activo porque este gobierno para los ricos se olvidó de los trabajadores, de los desempleados y de los nuevos desocupados que generan las actuales políticas”. Agrega que “el 22 habrá que decidir una unidad con contenido para impulsar un paro activo y un plan de lucha que rechace los despidos y los tarifazos”.
Palazzo aseguró que la central obrera debe representar a “los trabajadores con o sin empleo, porque la mitad o más no cumple tareas o lo hace de manera informal”. Y adelantó que su sector presentará una propuesta en ese congreso que buscará la normalización de la CGT.
Con relación al anuncio de Mauricio Macri de restituir parte de la deuda del Estado a las obras sociales sindicales, lo relativizó. Remarcó que "no es plata sino un bono hasta 2020, que terminará abonando el próximo gobierno".