Los incendios que desde el lunes devoran la turística isla portuguesa de Madeira, conocida -al igual que la argentina Mar del Plata- como “la perla del Atlántico”, habían causado hasta ayer tres muertos y dos heridos graves y forzado la evacuación de unas mil personas.
Las tres víctimas mortales perecieron en sus inmuebles, cerca del casco histórico de Funchal, la capital regional, alcanzada por las llamas el martes por la noche.
Un hotel situado en la parte alta de la ciudad quedó destruido y otros eran pasto de las llamas.
Ricardo Correia, un responsable del hotel Castanheiro, en el barrio histórico de Funchal, explicó que “el fuego de anoche a cien metros del hotel y las explosiones de garrafas de gas” fueron determinantes para ordenar la evacuación.
“Evacuamos por precaución a nuestros 140 clientes", que pasaron la noche en un estadio del oeste de Funchal, precisó.
Situado a unos 500 km de la costa de Marruecos, el archipiélago portugués de Madeira atrae cada año, con sus paisajes volcánicos y su clima templado, a miles de turistas extranjeros, la mitad de ellos británicos y alemanes.
“Unas mil personas tuvieron que ser evacuadas de casas y hoteles, lugareños y turistas”, indicó el alcalde de Funchal, Paulo Cafofo. Trescientas personas fueron alojadas en el estadio de Barreiros y otras 600 en un cuartel del ejército portugués, donde duermen en catres.
Los incendios se declararon el lunes por la noche en la zona alta de la ciudad. La situación se degradó bruscamente el martes por la noche a causa del fuerte viento.
Además, la parte continental de Portugal también se ha visto afectada por importantes incendios forestales desde el viernes, especialmente en la mitad norte del país, donde se declaró el riesgo de “muy elevado” a “máximo” de incendio ayer.
También ayer el gobierno portugués solicitó la ayuda de los otros Estados europeos, y ya fue puesto a su disposición un avión “bombardero de agua” italiano.
