El seleccionado argentino tiene resuelta su formación para el debut ante Islandia, pero después de apretar el paso en torno a un esquema ofensivo, el técnico Jorge Sampaoli se preocupó por la transición en retroceso, ya que después de haber trabajado intensamente la pelota parada, el estilo contraatacador del rival de mañana será imprescindible contrarrestarlo para no sufrir secuelas desagradables.
Y en esa tarea fueron fundamentales los idas y vueltas de los laterales Eduardo Salvio y Nicolás Tagliafico, sobre todo el primero, desacostumbrado a la marca porque su orden natural es el de delantero.
Claro que el entrenador descansa en este rubro en una decisión que adoptó ya el pasado martes, y fue la de incluir a Lucas Biglia como ladero de Javier Mascherano para equilibrar el juego en la media cancha.
Esto significa que por primera vez va a contradecir Sampaoli su idea primaria de que los sistemas de juego son solamente defensivos, ya que su emblemático 2-3-3-2 será utilizado solamente para atacar, ya que en ese retroceso deberá mutar inevitablemente a un 4-4-2 si no quiere padecer reveses inesperados.
El equipo trabajó hoy en doble turno a puertas cerradas en Bronnitsy y sobre el final de la tarde los futbolistas presenciaron el partido inaugural del certamen.
En medio de la jornada, entre práctica y práctica, la delegación argentina se enteró de que el árbitro designado para el cotejo ante los islandeses será un polaco, Szymon Marciniak, de 36 años, que está en Rusia haciendo su primera experiencia.
Con equipo confirmado entonces, Argentina saldrá a la cancha el sábado a las 10 con la alineación que viene trabajando Sampaoli desde hace 48 horas, y que seguramente, por el estilo de posesión del próximo rival, Croacia, cambiará para la segunda presentación en este Grupo D de la Copa del Mundo.
Argentina alineará entonces a Wilfredo Caballero; Eduardo Salvio, Nicolás Otamendi, Marcos Rojo y Nicolás Tagliafico; Maximiliano Meza, Lucas Biglia, Javier Mascherano y Ángel Di María; Lionel Messi y Sergio Agüero.