La tradicional parroquia de Chacras cumple 80 años

Se inauguró el 1 de setiembre de 1935 y hoy su edificio neoclásico de color blanco es uno de los símbolos del distrito. El recuerdo de quienes le dieron su actual esplendor.

La tradicional parroquia de Chacras cumple 80 años

Las parroquias de los pueblos son muy entrañables para sus habitantes, sean feligreses o no, porque definen referencias históricas, religiosas y culturales. Es el caso de la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de Chacras de Coria, que está cumpliendo 80 años, acontecimiento que ha movilizado a los vecinos a celebrarlo.

Lo que se recuerda es la fecha de inauguración del edificio -el 1 de setiembre de 1935- tal como lo conocemos ahora, porque la radicación de una capilla en el sitio, pero bajo la advocación de la Virgen de las Mercedes, data de principios del siglo XX.

Un interrogante, por lo menos para la comunidad actual, son los motivos que impulsaron al primer obispo de Mendoza, José Aníbal Verdaguer (1935-1940), a cambiar la originaria dedicación a la Virgen de la Merced por la de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, una advocación mariana presente en la iglesia católica desde 1866.

El antiguo oratorio

El historiador Juan Isidro Maza explica que el gran benefactor que fue don José Mazzolari donó en 1902 terrenos para una plaza, calles adyacentes, una iglesia y una sede policial. Tres años después se colocó la piedra fundamental de una parroquia, que al comienzo funcionó como un oratorio provisorio bajo protección mercedaria.

Las obras fueron coordinadas por una comisión integrada por Teresa O’Connor y su esposo José Fernández Cabrera, María Bresciani de Mazzolari, Luz Balmaceda, Zoila Sotelo, Alberto Aguinaga, Ricardo Deromenis y Lisandro Álvarez.

Transcurrió el tiempo y poco se hizo. En 1931, la construcción del templo estaba parada y lo que se había levantado se encontraba poco menos que en ruinas. Surgió entonces una comisión que se ocupó de poner en pie una parroquia.

Los planos los trazó el ingeniero Enrique Giménez y los aprobó monseñor José Américo Orzali. Para concretar la obra hicieron falta 4 años. En los registros parroquiales no consta qué empresa fue la constructora, pero un vecino aportó el dato de que estuvo a cargo de Carlos Raffin. Sí se sabe que los renombrados arquitectos Daniel Ramos Correas y Manuel Civit fueron asesores durante la etapa de construcción.

La inauguración y bendición de las instalaciones se produjo el 1 de setiembre de 1935. Detrás quedaba el esfuerzo del vecindario de entonces para conseguir los fondos que se necesitaban para erigir el edificio.

En esos menesteres se comprometieron doña María Angélica San Martín de Correas (esposa de Francisco Correas), el entonces intendente Vicente Vargas, Luis Pincolini, Manuel Diez (el dueño de la tienda El Guipur) y varios más. La pira bautismal la donó José Giovarruscio, en ocasión del bautismo de su nieta María Antonieta Mariani, según una crónica del periodista Serafín García Sáez.

Los dos altares laterales fueron hechos con posterioridad a la habilitación del edificio por el famoso pintor y xilografista belga Víctor Delhez. Después del Concilio Vaticano II se colocó el altar de frente a los fieles y el sagrario que estaba en el altar mayor se pasó a una nave lateral, mientras que la puerta del nuevo sagrario la talló Mario Delhez en épocas recientes.

Como tantos inmuebles del Gran Mendoza, el templo sufrió los efectos del sismo del 26 de enero de 1985, daños que fueron neutralizados con un refuerzo estructural que condujo el ingeniero Magin Mayol.

La parroquia actual luce a pleno su estilo de arquitectura neocolonial, su fachada de color blanco y las tejas rojas del techo. En el interior se destacan la iconografía del altar mayor y los techos de madera de álamo. En tardes de verano y debido a que el recinto no es muy amplio, muchos fieles escuchan misa en el espacio de acceso junto a la calle Mazzolari, protegiéndose del sol bajo la fresca sombra de los árboles del contorno y siguiendo los pasos del oficio religioso a través de parlantes.

Según la Guía de la Arquitectura (2005) “la parroquia está inspirada en las capillas de los pueblos del noroeste argentino”.

Curas queribles

El primer cura párroco fue el padre José León Zamorano, quien ofició una misa y un casamiento como primeros servicios religiosos en el debut del templo.

En estos 80 años se sucedieron numerosos párrocos, que continuaron la tarea de Zamorano. En los años ‘40 se hizo cargo Julio Massi; y entre 1957 y 1970 -aproximadamente- Juan Goldarcena, quien se desplazaba en una motoneta y solía asistir a los partidos de fútbol del club Chacras de Coria en compañía de su amigo, el médico de pueblo Carlos Levy.

Más acá en el tiempo se recuerda a Aldo Godino, Eduardo López y Juan Carlos Vignoli. Este último, además de misionar, fue autor de un novedoso catecismo ilustrado con historietas. También se reconoce su tarea social, al crear un programa de contención de jóvenes llamado “Chaval” (Chacras en Valores) y propiciar la donación de canastas navideñas con destino a familias muy necesitadas de las serranías y otros puntos de Chacras.

El actual párroco, desde hace poco, es el padre Osvaldo Scandura.

La luz de un Fiat 600

El ya citado arquitecto Díaz Valentín, quien frecuenta la iglesia desde 1967 junto con su esposa Mónica Itoiz, aportó la anécdota de un accidentado casamiento. “En medio de la ceremonia se produjo un apagón total y para continuar con los esponsales, alguien colocó un Fiat 600 en la puerta de ingreso, con las luces encendidas, y así pudo continuar la celebración”.

Rosita Bet relató en una publicación lugareña que "en tiempos de Goldaracena nos prestaban el salón parroquial para jugar al ping pong, y luego sacábamos afuera el órgano y el padre nos deleitaba con un popurrí de tangos, que interpretaba con muy buen gusto". 
Otra feligresa, Fernanda Barrera Oro (63), contó que cayó "por casualidad al templo y desde ese instante me llegó al corazón y no me separé más".

Nidia Sileoni (69) se inspiró en la obra parroquial para ejercer acciones de servicio y solidaridad por el prójimo. Además repite con orgullo: “Yo me bauticé aquí, tomé la primera comunión, me casé y bauticé a mis tres hijos, quienes además recibieron la comunión en la misma iglesia”.

Otro establecimiento muy popular de los años ‘40 y ‘50 fue el cine Gran Splendid. El programa dominguero para muchos chacrenses de esos tiempos era asistir a misa, participar del almuerzo familiar y en la tarde-noche asistir a las funciones del desaparecido biógrafo o pasear por la pintoresca plaza General Gerónimo Espejo, que es de junio de 1903.

Piden que sea patrimonio

Hay un petitorio vecinal que solicita que la iglesia del Perpetuo Socorro sea declarada patrimonio cultural departamental, debido a su carácter de ícono y punto de referencia del distrito y por su valor arquitectónico.

“Cuando se nombra a Chacras de Coria, la gente inmediatamente asocia el lugar a la histórica iglesia y su pequeña y coqueta plaza”, comenta un poblador. Por eso, se juntaron firmas en un escrito que presentaron ante las autoridades municipales.

Entre la antigua villa de Chacras de Coria y la actual, esta última con sus negocios de comida, centros comerciales, calles atiborradas de vehículos y nuevas familias, la identidad común es la blanca capilla frente a la plaza, un símbolo pese al paso del tiempo y un refugio de oración, buenos sentimientos y costumbres pueblerinas.

Celebraciones

Para celebrar los 80 años, se han preparado las siguientes actividades:
2 de octubre, a las 21: espectáculo en la plaza Gerónimo Espejo de Los Guanaqueros y Ay' Gualicho. Entrada: un alimento no perecedero. 
1 de noviembre, a las 11: maratón por la zona (4 y 10 km). 
7 de noviembre, a las 21: exposición de cuadros en el salón parroquial. 15 de noviembre, a las 19: procesión y misa. 
6 al 14 de noviembre, a las 20: novena.

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