Las últimas tormentas han dejado daños y generado consecuencias: como caída de árboles, anegamiento de calles, inundación de viviendas y los tradicionales cortes de luz. El fenómeno meteorológico desnuda falencias en el Gran Mendoza que se arrastran desde hace años, que no se corrigen o se hace parcialmente y por lo cual es esperable que vuelvan a suceder e incluso se agraven.
La tormenta del jueves dejó más de 25 casas anegadas, 19 árboles y ramas caídos, derrames cloacales y hasta guardias de dos hospitales inundadas.
Los especialistas señalan que se debe, entre otras cosas, a que la zona ha crecido junto con su población, y esto no ha sucedido de manera ordenada y responsable, como tampoco ha sido acompañado de una adaptación de los servicios y las obras urbanas, tal cual advirtió Franco Bianco, geógrafo e investigador de la UNCuyo y el Conicet. "Es un círculo vicioso que se agrava año a año", comentó.
Los árboles
Desde hace años se denuncia el mal estado de una parte importante del arbolado público debido fundamentalmente a la impermeabilización de las acequias que le impide un riego adecuado. Hay ejemplares añosos, de grandes copas y poco sostén y algunos están ahuecados.
"Se produce un bulbo donde está la raíz y por eso se caen, porque no tienen anclaje. El volumen que tiene la raíz es mucho menor al del árbol", explicó Salvador Micali, del Consejo del Arbolado.
"Indiscutidamente en la provincia tenemos un problema con el arbolado público añoso", destacó Daniel Burrieza, titular de Defensa Civil.
"Tenemos zonas urbanas con vegetación muy frondosa, no diseñadas para tal cosa y con tormentas y viento como el zonda, que hasta causa más estragos que las lluvias. Un día de viento zonda, durante el año pasado, cayeron 400 árboles y ramas en una sola jornada", comentó.
En este sentido, los municipios avanzan con un recambio de especies que se adapten más al suelo local. También está en la mira la poda insuficiente.
Sin energía
Los cortes de luz son parte de lo usual en las tormentas. Fuentes de Edemsa señalaron que la principal causa de estos es la caída de alguna rama o árbol sobre el tendido eléctrico y puede afectar a más de una línea a la vez.
También puede suceder que caiga sobre varios cables y directamente tire el poste, lo cual requiere de una toda jornada para resolverlo.
También se producen cortocircuitos: se queman fusibles o los puentes (uniones de los cables en los postes). En menor medida también puede suceder que se descompagine el sistema cuando cae un rayo en alguna subestación.
Anegamiento
El jueves por la noche precipitó el 10% de lo que llueve en todo el año en la provincia. Las construcciones, que se han hecho de manera desordenada,, con pocos controles y hacia el pedemonte, implican una mala absorción hídrica. Esto ha acentuado la acumulación de agua en las zonas bajas.
"Recién desde el año 2017 tenemos un plan de ordenamiento territorial", subrayó Nadia Rapali, geógrafa y vocal de la Agencia de Ordenamiento Territorial. Explicó que hay barrios construidos en la ilegalidad, algunos no tienen cunetas ni árboles.
"Se pone cemento donde antes había tierra y el agua escurre más rápidamente. Eso es lo que genera los anegamientos", señaló, y para dar cuenta de la problemática destacó: "Hay lugares que se están anegando y que antes no lo hacían, como zonas rurales de Maipú. El pedemonte está cada vez más construido y a veces en la ilegalidad".
Cuestión cultural y obras
La falta de aggiornamiento de obras y servicios para adecuarse al crecimiento de la ciudad y una cuestión cultural son dos factores que el geógrafo e investigador Franco Bianco consideró el eje de las dificultades que se generan cuando hay tormentas.
"Hay que preguntarse qué tan resiliente es la ciudad frente a una tormenta y las altas temperaturas que hemos tenido: hay que considerar el crecimiento poblacional de la provincia y que los servicios no han aumentado en la misma medida", explicó. Y agregó: "Estamos con servicios de hace 30 años, por falta de adecuación de la infraestructura, lo mismo sucede con los diques y plantas potabilizadoras".
Pero señaló además la cultura mendocina: "podemos exigir mucho a los municipios que mantengan la limpieza pero si no hay conciencia de que la acequia no es un basurero se seguirán tapando los desagües". Dijo que también faltan basureros.
En definitiva consideró que si bien las olas de calor y tormentas suceden todos los años, "el sistema urbano del Gran Mendoza no puede dar respuesta adecuada”.
Falleció un hombre en medio del anegamiento
Norberto Rojas (85), murió por un hecho relacionado con la tormenta. La fatalidad tuvo lugar en Ciudad a las 23 del jueves, cuando llovía y había abundante agua en las calles.
En el barrio Olivares una familia circulaba en una Ford Ranger y al querer pasar un badén el vehículo quedó frenado. Por ello, las personas decidieron bajarse y dejar que el conductor siguiera intentando salir de ahí.
Pero el agua de la calle hizo mover a la camioneta, sin que el conductor pudiera controlarla. El rodado se fue contra un paredón e impactó sobre Rojas.
