Con 39 años, la formoseña Marcela Acuña volvió por segunda vez al boxeo profesional, lució un estado físico impecable, ratificó su responsabilidad y gran jerarquía y conquistó el título mundial pluma interino AMB que se hallaba vacante al imponerse por puntos en fallo amplio y unánime ante la neuquina Mayra Gómez al cabo de diez rounds.
En las instalaciones de la FAB, la todavía vigente monarca supergallo OMB y pionera del boxeo femenino en la Argentina (56 kilogramos) logró el quinto cetro mundial de su legendaria campaña y dejó en evidencia que si volvió a competir luego de 21 meses de ninguna manera lo hizo por una cuestión de nostalgia, desubicación o capricho y que su apetito de gloria sigue igual de intacto que cuando se produjo su debut, el 5 de diciembre de 1997, hace 18 años.
En las tarjetas, la imposición de Acuña tomó forma con un elocuente doble 100-90 y un 99-91.
En la categoría supergallo también fue titular CMB y AMB y como pluma ya se había apoderado en su momento del cinturón WIBA, pero "La Tigresa" en la noche de Castro Barros subió al ring para dar otra muestra de que su amor propio y ambición se llevan perfectamente de la mano con las exigencias del gimnasio y como futura abogada que es tampoco pasó por alto ni la letra chica en lo concerniente a deberes, cuidados y obligaciones.
Como para hacer pasar por mentiroso al calendario, la mujer emblema del pugilismo argentino puso al principio toda su atención en terminar de estudiar en detalle a su adversaria (57,152) ya sobre el teatro de operaciones y empezó a cerrarle los caminos y a distribuir golpes combinados que le afloraron con naturalidad.
Nunca se la vio durante la velada a la multicampeona dubitativa y el plan de pelea lo desarrolló con seguridad, constancia y eficacia.
Ni un pequeño corte cerca del párpado derecho, producto de un choque de cabezas, le hizo perder tranquilidad o confianza a la norteña y con su recto de derecha consolidó la victoria en cada uno de los capítulos, por lo que Gómez se terminó de convencer rápido de que lo suyo ante todo debía pasar por completar de pie la decena de episodios.
En definitiva, Acuña asumió el protagonismo desde el principio y se dedicó a boxear, dominar y golpear a una contrincante que también subió al escenario con la preparación conveniente y jamás dejó de moverse, por lo que evitó ser un blanco fijo.
"La Tigresa" afrontó su compromiso número 50 como boxeadora rentada y su récord comprende 43 éxitos, 18 de ellos expeditivos, seis reveses y un empate.
La patagónica, de 28 años, ex campeona mundial supergallo interina OMB, quedó con un palmarés compuesto por 17 victorias, cuatro de ellas expeditivas, y cinco derrotas.