Tras los últimos datos económicos en Europa y en EE.UU., las expectativas económicas globales se vieron seriamente revertidas. A esto se le suman los comentarios y decisiones del banco central de Europa y de la Fed, con un tono más cauteloso respecto de su política monetaria. La Reserva Federal, en particular, ya que anticipó que no subirá la tasa en 2019. Y la curva soberana americana, esto es, la curva que dibujan los rendimientos de los bonos del Tesoro a distintos plazos reaccionó perdiendo pendiente e incluso invirtiéndose.
Actualmente, el tramo de la curva hasta el horizonte de 10 años ya está invertido, algo que no ocurría desde el 2007. Generalmente, una inversión de la curva suele anticipar una recesión en los próximos 6 a 18 meses en EE.UU. Sin embargo, analistas del mercado no consideran que estemos aún frente a un ciclo recesivo.
Gastón Sempere, estratega de Inversiones de Wealth Management del Banco Mariva, se muestra escéptico, si bien reconoce que la inversión de la curva bien puede ser presagio de un escenario recesivo. El especialista asegura que esa teoría probó cierta efectividad en el pasado para anticipar recesiones pero que su precisión temporal no es muy buena, pudiendo no suceder el evento sino hasta dentro de dos años.
"Nosotros creemos que el cambio en la política monetaria de la Fed, frenando su suba de tasas este año y la reducción de su balance de activos en septiembre, es positiva, y pese a que los efectos en la economía real podrían ser limitados en el corto plazo, probablemente impacten favorablemente en el segundo semestre", dijo el estratega de Banco Mariva.
Por otro lado, Sempere destacó que "los fundamentos económicos de EE.UU. aún son sólidos y aunque se espera cierta desaceleración para este año, nunca en la historia se inició una recesión con las solicitudes de desempleo en tendencia decreciente, como la que hoy registra desde marzo de 2009, con mínimos desde 1973".
Adrian Yarde Buller, economista jefe de Grupo SBS, también admite cierta desconfianza en el valor predictivo de la curva invertida. "Apenas estamos mirando uno de una amplia serie de indicadores y ni siquiera sabemos cuán robusto es su poder predictivo, ya que la mayoría de los análisis miran datos desde 1960 y ni siquiera tuvimos 10 recesiones desde ese año", explica.
"Aunque las recesiones suelen ser fenómenos muy difíciles de anticipar en economía, actualmente no se ven señales que apunten en ese sentido (si a una desaceleración), con una política fiscal que seguiría expansiva y la Fed frenando en seco las alzas de tasas que tenía planeadas para este año", dijo.
Por su parte, Javier Scelato, portfolio manager de Fima Admiradora de Fondos de Inversión, afirma que el temor sobre el inicio de una recesión está instalado en el mercado, el cual convalida un escenario de no crecimiento global.
A partir de este contexto internacional, vemos un escenario de mayor volatilidad en el resto de los activos globales. Los efectos para el mercado cambiario local y regional son de mayor volatilidad, lo que termina impactando en los bonos soberanos de países cercanos y de Argentina también.
En este sentido, Scelato agregó que "en los rendimientos de las curvas soberanas de bonos de la región no hay demasiado premio por encima del Treasury americano. Esto explicó el movimiento de la semana pasada", dijo el portfolio manager de FIIMA.
A su vez, para el especialista, en Argentina los movimientos se exageran aún más. "Los activos de Argentina exacerban los movimientos que vemos en el mercado internacional gracias a que estamos transitando un año electoral, entre otros factores", apuntó.
Nico Chiesa, Director de Sales and Trading de Portfolio Personal Inversiones (PPI), destacóque el hecho de que se comience a invertir es una señal de alerta y resaltó la cuestión electoral en este escenario.
"De los últimos 50 años, sólo 8 veces no hubo recesión. El resto de las veces, cada vez que se invirtió la curva, hubo recesión. Es decir, la inversión de la curva puede ser un indicador importante de lo que puede venir", explicó.
De todos modos, Chiesa agregó que así y todo en el mercado local se especula más sobre temas electorales y ésos son los mayores drivers.
"El mercado estará atento a las variables que afecten las elecciones, a no ser que tengamos demasiada volatilidad internacional y claramente nos puede afectar. Ahora bien, al analizar los activos de Argentina por separado, si el escenario es con Macri ganando y al compararlo con Brasil, vemos que estamos muy baratos. Es decir, por más que emergentes tenga que corregir,Argentina ya está muy castigada y por eso la cuestión eleccionaria es el foco clave en el mercado local. Claramente necesitamos que el mundo acompañe y que estemos ante el riesgo de un escenario recesivo no es una buena señal", alertó.