El mundo del empleo actual se ve atravesado desde hace un tiempo por dos grandes fenómenos que marcarán el rumbo de su evolución: por un lado, la escasez de talento alcanzó su punto más alto en 12 años, con un 45% de los empleadores a nivel global y un 52% de los argentinos reportando problemas para encontrar los perfiles adecuados que necesitan cubrir sus vacantes disponibles.
Por otro, el impacto de la tecnología en las organizaciones de cualquier tamaño y sector es cada día mayor y más rápido, con sus pros y contras.
En este sentido, un estudio publicado por el Banco Mundial titulado “Los empleos del mañana” plantea al respecto una disyuntiva: las nuevas tecnologías podrían inicialmente redundar en la pérdida de empleos, pero las políticas destinadas a proteger el trabajo no harían más que entorpecer el progreso y atentar contra la productividad.
En este contexto de transición, en el cual las cosas como las conocíamos hasta ahora se vuelven obsoletas y la batalla por el talento está a la orden del día, empleados y empleadores se ven afectados por igual y crece la necesidad de adaptarse rápidamente a los cambios que se presentan. Para seguir siendo competitivos en el futuro, la adaptabilidad a distintos escenarios, la flexibilidad y la voluntad de seguir aprendiendo constantemente serán la clave.
Las organizaciones deben entender qué motiva la toma de decisiones de las personas para poder construir y sostener una estrategia exitosa de reclutamiento y atracción de talento tanto interno como externo. Es hora de empezar a identificar las oportunidades inherentes a cada nuevo suceso.
En Manpower Group investigamos recientemente cuáles son las preferencias de los candidatos y uno de los principales hallazgos del estudio es que, sin duda alguna, la innovación tecnológica aplicada a la atracción y contratación de perfiles llegó para quedarse. Los métodos tradicionales de búsqueda laboral quedaron obsoletos y cada vez más se inclinan hacia aquellos que permiten mayor interacción, agilidad e incluso comodidad.
Tanto es así que las empresas ya están invirtiendo en tecnologías diseñadas para buscar, seleccionar y atraer a estos candidatos, un nuevo grupo de postulantes conocido como los early adopters de tecnología de recursos humanos. Se trata de aquellos que han utilizado por lo menos tres o más tipos de estas herramientas para buscar o aplicar a un empleo durante los últimos seis meses. Son hombres y mujeres jóvenes, urbanos y ultraconectados, que ya representan en nuestro país un 11% de los aspirantes.
En función de este nuevo escenario que se configura a una velocidad sin precedentes, los empleadores deben apelar entonces a nuevos espacios donde explorar el talento que necesitan, explotar las nuevas tecnologías al máximo posible y generar una estrategia de talento basada en nuevas formas de atracción y retención (muchas de ellas basadas en el uso de redes sociales, dispositivos móviles, publicidades no tradicionales, entre otras). Y aun así, crear una cultura de aprendizaje continuo y desarrollar a las personas por encima de todo, equilibrando interacción humana y tecnología, será la clave para atravesar de forma exitosa este nuevo mundo del trabajo que se redefine constante y rápidamente.