Kakuzo Okakura decía que “el té es una obra de arte y necesita una mano maestra para que sus nobles cualidades puedan brillar con todo su esplendor”.
En esta nota te explicaremos de manera sencilla cómo conseguir la taza de té perfecta. Ya hemos visto que hay diferentes tipos de té, pero existen reglas de preparación que son comunes a todos. ¿Comenzamos?
Es primordial comprender que la calidad final de la bebida depende en gran medida de la calidad del té que utilicemos. Lo más recomendable es utilizar té en hebras que sea de buena calidad.
Podés elegir el que más te guste. Otro factor importante a tener en cuenta es el agua. Lo ideal es que sea filtrada y no haya sido hervida o calentada previamente.
La temperatura del agua no es menos importante. A menor grado de oxidación del té, más delicada es la hoja, por eso la temperatura del agua no puede ser la misma para todos los tipos.
El agua a 100° C (punto de hervor) no debe utilizarse para preparar té, pues quema la hoja. Un consejo: nunca calientes el agua en el microondas. No calienta de manera uniforme por lo que no infusionarás el té regularmente.
El tiempo de infusión es también muy importante pues, si no se respeta, puede arruinar el té. Cuando las hebras o el saquito se dejan en agua más minutos de los recomendados, el té resultante es amargo y exageradamente intenso.
Si buscás más intensidad podés colocar más cantidad de té en el filtro, pero no deberías infusionarlo más tiempo. En resumen, recomendamos. Té Blanco: 2 minutos a 60-70º C; Té Verde: 2 minutos a 70-80º C; Té Oolong: 2-3 minutos a 80-85º C; Té Rojo: 3 minutos a 90-95º C y Té Negro: 3 minutos a 95º C
Otro factor a tener en cuenta es el tamaño del infusor. Mientras más espacio tenga el té para “bañarse”, más espacio tendrán las hojas de té para abrirse y mezclarse con el agua. Como resultado, el té se infusiona uniformemente y se optimizan sus características.
¿Cómo es la técnica para preparar el té? Además del té y la taza, para preparar la infusión vas a necesitar un recipiente (tetera u otra taza) y un colador. Colocá dentro de la tetera una cucharada de té por cada taza que vayas a preparar (2 gr. por taza).
Vertí el agua caliente dentro de la tetera. Dejá reposar las hebras en el agua en función del tiempo necesario para cada variedad. Una vez alcanzado el tiempo, colocá el colador sobre la taza y serví el té.
En caso de contar con infusor en vez de colador, las hebras se colocan dentro del mismo y se retira del agua una vez cumplido el tiempo aconsejado para la variedad utilizada.
Recomendación final: cuando terminés de usar tu tetera debés enjuagarla pero no utilicés jabones agresivos o muy perfumados para lavarla. Tampoco la usés para preparar otras bebidas. De esta forma, tu tetera se mantendrá en la mejor de las condiciones.
Con estos sencillos tips podrás preparar una muy buena taza de té y disfrutar con todos los sentidos.
La próxima semana, nos encontraremos para seguir acompañándote con detalles del mundo del té.