Con la tasa de interés no alcanza para domar la inflación. Es el consenso entre Gobierno, empresarios, gremios y economistas y empezó a hacer ruido en el Banco Central. Hay matices sobre las causas, aunque el déficit fiscal de 4,2 puntos del PBI se lleva el protagonismo.
El Indec difundirá hoy la inflación de setiembre y ya se alcanzaría la meta del 17% prevista para todo el año. FIEL anticipó que hubo aceleración: reportó 2,1%. Apuntó que el drama está en la "núcleo", que no tiene estacionalidad ni responde a regulaciones, por lo que el desafío es mayor.
El IPC Congreso también mostró aceleración ayer: arrojó 1,6% mensual y 17,5% en el acumulado de este año. A la CGT y CTA les dio 1,5% mensual y 25,3% para los doce meses.
El ruido sobre la efectividad de la tasa como única herramienta antiinflacionaria llegó al directorio del Banco Central. Allí defienden la estrategia y dicen que la política monetaria nunca estuvo tan inflexible como ahora.
Coinciden también con los economistas externos a los que escuchan: "Fue un error" relajar la tasa en el verano por un diagnóstico erróneo sobre los precios futuros. Lo actual es producto de aquello.
En economías subdesarrolladas, la política monetaria tarda hasta un año en impactar y ahora no quieren el mismo traspié. En la mesa chica de la Rosada apuestan a que el baja y sube de la inflación núcleo responda más a la mala costumbre del mercado local de no contar con un plan de metas a que el camino sea el equivocado.