Antes de subirse a un avión para disfrutar unas vacaciones en China y visitar a su amigo Carlos Tevez, Claudio Tapia bajó un mensaje entre sus hombres más cercanos. "Pagan ahora o nunca. Hay que poner la casa en orden", afirmó el presidente de la AFA. Lo hizo en sintonía con la decisión que el Comité Ejecutivo que encabeza tomó hace dos semanas: dolarizar la deuda y condicionar la posibilidad de reforzar los equipos de acuerdo al cumplimiento de los pagos.
Y no le tembló el pulso a Chiqui, muy a pesar del cimbronazo que causó entre los clubes medianos y chicos de Primera y de la indignación de los dirigentes del Ascenso. Antes de fin de año, el mandamás de la calle Viamonte, quiere las cuentas saldadas o aplicará el Fair Play financiero.
Lo cierto es que la pretenciosa Superliga, la nueva estructura profesional que se estableció en el marco de la renovación de la casa madre del fútbol, aún no empezó y ya está cerca de los ¡1.000 millones de pesos abajo! Entre el dinero que los clubes de la máxima categoría deben devolverle a la AFA y los salarios atrasados con sus jugadores se llega a la obscena cifra de $930.101.520,42, producto de los años de desidia financiera que se generaron en la gestión de Julio Grondona y no tuvieron solución durante el breve lapso que Luis Segura y la Comisión Normalizadora manejaron la tesorería de la AFA.
El número crece cuando se profundiza en el resto de las divisionales. Entre la B Nacional, la B, la C y el Federal A, adeudan unos 300 millones de pesos. Una fortuna que a los directivos los hace transpirar desde que Tapia, viejo líder del Ascenso Unido, les dijo que deberán ponerse al día, a contramano del bolsillo de Don Julio, quien sostenía las descascaradas cajas de los clubes y aglutinaba poder y voluntades.
“Chiqui quiere diferenciarse. Si no, es más de lo mismo”, le dijeron a Clarín en el entorno del Jefe de AFA. Y aunque varios clubes ya pasaron por el despacho de la doctora Mónica Bouvet, quien está a cargo de la gerencia de control y administración, para establecer un plan de pagos, 12 de los 27 clubes que empezarán a disputar la Superliga -todavía resta definir el segundo ascenso, que se disputan Chacarita y Brown de Madryn- le deben dinero a la AFA. Y de acuerdo a la denuncia de Sergio Marchi, secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, “el 50% de los clubes de Primera no está en condiciones de arrancar el campeonato”. El monto asciende a 460 millones de pesos, según el registro del sindicalista.
Bajo esta coyuntura, la AFA armó un esquema para determinar el pasivo consolidado desde julio a través de una serie de descuentos que incluyeron la cuota de los derechos audiovisuales y de la llave de entrada que pagaron Fox y Turner, las cadenas televisivas que se harán cargo de las transmisiones de los partidos de la Superliga a partir del mes que viene. Después de la retenciones de abril, mayo, junio y el recupero de la cuarta cuota de la llave, el 11 de julio se informó el estado de deuda de los 12 equipos de Primera: Arsenal, Banfield, Estudiantes, Huracán, Independiente, Lanús, Olimpo, San Lorenzo, Vélez, San Martín (SJ), Gimnasia y Argentinos.
El caso del Lobo platense es particular. Como se presentó en concurso de acreedores, la deuda fue congelada. Apenas le descontaron $1.315.618,50 de abril. Y no se descarta que varios clubes, especialmente en el ascenso, recurran a esa medida ante la imposibilidad de los pagos. Quilmes, descendido a la B Nacional, siguió ese camino. Y aunque debe $83.946.738,85 millones, sólo son exigibles $3.247.711, 33.
Los clubes a ponerse al día, son: San Lorenzo, Huracán, Arsenal, Independiente, Lanús, Banfield, Olimpo, Vélez, Gimnasia, Estudiantes y Argentinos. San Martín pidió un plan de pago en Tesorería.
La semana pasada, sólo San Martín (SJ) se presentó en contaduría para acordar un plan de pagos ($11.554.183,23). En estas horas lo harán Independiente ($69.756.374,40) y San Lorenzo ($30.229.964,54). No puede exceder los 6 meses. De otro modo, no podrán hacer incorporaciones. Actualmente, los deudores podrán reforzarse pero bajo la siguiente normativa: si contratan uno o dos futbolistas, se le descontará el 30% correspondiente a la cuota de la TV; si incorporan tres o cuatro, el 50%. Superado ese número, tendrán que honrar toda la deuda.
El dólar tendrá un valor fijo de $17,29 para aquellos clubes que acuerden el plan de pagos esta semana. Si lo hacen más adelante, deben atenerse al precio del momento. ¿Y cómo harán los clubes del ascenso, cuyos jugadores no tienen tanta salida? Podrán entregar los derechos de formación de sus juveniles, una variante que generó polémica.
Así, AFA impulsa un cambio que genera adhesiones y rechazos. ¿Y el plan de pago de 18 a 36 cuotas que había firmado la Comisión Normalizadora? No corre más. En la nueva AFA que conduce Tapia, no se concibe 2018 con números rojos.
Una distancia considerable con las grandes ligas del mundo
Esta temporada, ¿el fútbol argentino estrenará formato de competición?. En principio es la idea, pero la estructura no está consolidada como esperaban los mentores de la Superliga. Quedan asuntos por resolver. El año pasado, las empresas Fox y Turner se hicieron de los derechos de TV del fútbol de Primera por cinco años, con la opción de extenderlo por un lustro más. El pago de $ 1500 millones como ‘llave’ se complementará con el desembolso de alrededor de $ 3200 millones por cada temporada para la televisación en el país, un rubro que representa alrededor del 20% del negocio que genera anualmente el fútbol en la Argentina.
La comparación entre la Superliga y las grandes ligas de Europa refleja una distancia considerable. El certamen que más dinero recauda es la Premier League inglesa. Entre los derechos locales y los internacionales, el torneo recibe anualmente US$ 4550 millones. El modelo de la principal liga de Inglaterra también se destaca por un reparto que intenta ser equilibrado: hay alrededor de un 50% de diferencia entre el que más se llevan y el que menos factura.
Todos reciben un piso de 84,4 millones de libras, a los que se suma un monto adicional por la cantidad de partidos transmitidos por tv y otro por su ubicación en el torneo. Por ejemplo, el campeón Chelsea embolsó 153,2 millones de libras, mientras que el último, Sunderland, 99,9 millones. Este esquema, a su vez, sostiene el negocio de los clubes. En 2016 Manchester Ud fue sexto, pero se ubicó en el primer lugar entre los equipos más valiosos que publica anualmente Forbes, con un valor de US$ 3689 millones.
En segundo lugar entre los torneos con más ingresos por TV está la Bundesliga alemana, con una facturación anual de US$ 1568 millones, seguido por la Seria A italiana (US$ 1264 millones), la Liga española (US$ 1260 millones) y la Ligue de Francia (US$ 903 millones). En Argentina, no se definió el modelo. Si bien desde el Gobierno y las compañías encargadas de la transmisión hay acuerdo para bonificar el abono mensual hasta después de las elecciones de octubre, se estima que luego el costo será de $ 300 por mes.