Obturada la posibilidad de reelección de Alfredo Cornejo, dentro del oficialismo ya se advierten leves pero sostenidos movimientos en procura del necesario posicionamiento de aquellas figuras que se sienten con suficientes méritos como para convertirse en aspirantes a sucederlo.
Con cautela, el pelotón más numeroso de inquietos "candidateables" está dentro del radicalismo, donde confluyen intendentes, ministros y hasta ex funcionarios; pero también hay quienes desde fuera de la UCR, específicamente el Pro -como Omar De Marchi- entienden que el escenario electoral provincial seguirá siendo favorable al frente Cambia Mendoza. Una especulación que incluso proyectan hasta 2019, en virtud del proceso de crisis y debate que atraviesa el PJ mendocino desde hace un par de años.
El intendente de Capital, Rodolfo Suárez, tiene una decisión tomada: no jugará ninguna ficha por fuera de la estrategia que marque el propio Cornejo. Una consideración política que también comparten su colega de Godoy Cruz, Tadeo García Zalazar, y el ministro de Economía, Martín Kerchner. El trío de aspirantes más sólidos se siente "parte del equipo de Alfredo" y, pese a que esperarán la decisión del Gobernador sin sacar los pies del plato, no ocultan (ellos o su entorno) la posibilidad de dar un salto político significativo en sus carreras.
Suárez, de hecho, había previsto encarar por estos días mediciones propias de imagen para saber dónde está parado en términos de intención de voto. Kerchner sabe que cuenta con la confianza de su jefe y aspira a traducirla en bendición, moviéndose como el hombre fuerte del Gabinete, pero es menos conocido. Tadeo, que ya sucedió a Cornejo en Godoy Cruz, puede ser reelecto en su comuna, pero la orden a su tropa es comenzar a diferenciarse en la gestión para construir una impronta propia de cara a los desafíos que vendrán: ya sea en el municipio o en la Provincia.
No habría que descartar a Enrique Vaquié, quien en 2015 buscó medirse con el propio Cornejo y luego se transformó en una especie de "superministro" para finalmente pegar un portazo ante la imposibilidad de construir su candidatura desde el Ejecutivo provincial. Su fallido y breve paso por el Banco Nación parece haber limitado sus posibilidades, aunque si de interna se trata, en el radicalismo no hay que descartar nunca nada.
Por fuera de los radicales, los operadores de De Marchi creen que el dedo de Cornejo podrá ser muy potente en su partido, pero que pierde poder puertas afuera del Comité Provincia. Por ahora, se muestran firmes en dirimir y ofrecer en las PASO una alternativa 100% macrista, que además contaría con el favor de la Casa Rosada. Un aval que esperan podría resultar un plus si finalmente Macri optara por intentar la reelección.
2018 será el año en el que estas estrategias serán más o menos sinceradas, disfrazadas de gestión o blanqueando sociedades y apoyos de cara a la interna o a la general. La reverencia hacia la decisión de Cornejo no impide que los posibles nominados no trabajen en silencio para sacar máximo provecho de su incidencia si el favor los alcanzara. O en todo caso, desafiarlo si la decisión no los satisficiera.
Por ahora, son tiempos de trabajo menos expuesto, de construcción sin exteriorizar, pese a que para el oficialismo, sea un tema del que se hable en cualquier reunión política. De un tiempo a esta parte, claramente la sucesión de Cornejo ya va por dentro de Cambia Mendoza.