Sólo es cuestión de horas para que suba el telón: un telón que fue juntando, detrás de sí, todas las experiencias compartidas que acumularon en menos de un año. En menos de 365 días, La Skandalosa Tripulación se fue de gira por México y presentó un nuevo disco, con un valor enorme en su significado, en su música y en sobre todo, en su gente.
En octubre del año pasado, la tripulación partió a México con todo el aguante de su público, que asistió a una serie de shows previos para que la banda pudiera bancar los costos. Con el corazón en las manos, los instrumentos en el equipaje y el "Cebo" acompañando desde adentro, comenzaba el viaje. Más de dos semanas recorriendo ciudades como Veracruz, Monterrey, Juárez, Pachuca, entre otras. La fiesta se trasladó al norte y fue toda una fiesta.
"México para nosotros fue como ir a hacerse de abajo, pero con unos chabones que la tenían muy clara. Nos enfrentábamos a unos recitales muy zarpados y aprendimos un montón de cosas. Estuvimos con Los Caligaris, Los Auténticos y con Los Cafres. Charlamos mucho con ellos, vimos cómo era la movida y todo eso nos nutrió. Ahora estamos preparados para hacer un click", relata una de las voces de la familia skandalosa, Guillermo Levis, en la visita que hizo parte del grupo al Auditorio Adolfo Calle de Los Andes, en un encuentro especial.
Con más de diez fechas dadas en el país latinoamericano, la juntada local se dio el 24 de noviembre en la Nave Cultural, ya con "Aguante el Aguante" suelto por las calles mendocinas. Sin duda, ese día fue una fiesta porque el público skandaloso hace de cualquier fecha de la banda, una fiesta. Entre tanto rock, ska, reggae y hip hop, el amor trasciende el estilo, la cuerda que vibra o el viento que sople: la sintonía se hace una entre músicos y espectadores, y el vínculo que los une pasa a ser el verdadero protagonista de la noche.
Aguantar por vos, aguantar por todos y por todas
Tras el paso a la inmortalidad del "Cebo", el piso se movió y las cosas se volvieron turbulentas, pero la tropa supo salir adelante. "Aguante el Aguante" es la primera placa sin él en cuerpo, pero presente en espíritu. "Este disco es la manera de agradecernos a nosotros y a nuestro público el poder sostenernos y seguir adelante, porque tuvimos que superar mucho dolor. Y grabar de nuevo, era una manera de superarlo", cuenta Maurito Ferrari, voz y "percu" de la banda.
Y el cantante confiesa: "Celebramos esa manera de abrirnos un nuevo camino. Además, era una frase muy característica del 'Cebo': 'Aguante el aguante' acompañó a muchos de los pibes desde chicos, de la escuela, por un profesor que la decía. También era un poco por él".
Así el grupo encontró tres puntos importante para seguir: el 'Cebo', la familia Skandalosa y la gente que los sigue, que pasa a fusionarse en la unión. Ahora, este disco tendrá su noche protagonista que tanta falta le hizo para muchos mendocinos y mendocinas. "Es una alegría gigante poder compartirlo y simboliza muchas cosas", cierra Maurito.
"Aguante el Aguante" es un renacer. Implica abrir nuevos espacios que pudieron haberse perdido, pero que salieron adelante. En esta nueva placa, el sonido del ska, el rock y el reggae predomina, pero hay espacio para mucho más.
Once canciones poderosas, con un grito más funky a veces (“Volando Bajito”), un espacio para la cumbia (“A Gilda”) y hasta un punto de armonía reflexiva, siguiendo una guitarra pura y limpia (“Los Días Como Son”).
Skandalosos de corazón
Si hay algo que contar de lo que hace a lo que ha logrado ser la banda, no sólo pasa por su trabajo, dedicación y es espíritu. El sentimiento de pertenencia que despiertan en su público, desde un lado honesto, desvistiendo a la razón. "Eso te pone en un compromiso hermoso. Es importante porque a la gente no le podés fallar. Esa cuestión de 'ritualismo' a lo Indio es muy loco. Somos conscientes de eso en cada segundo, y estamos muy agradecidos", dice Martín Brkljacic, guitarrista, haciendo alusión a la enorme lista de ciudades que han visto de donde proviene gente al show del viernes.
San Juan, San Luis, Córdoba, Buenos Aires, Chile y hasta desde Ushuaia: nadie se quiere perder la noche del show más grande y sentido de la tripulación. Para eso, piensan los integrantes, hay que estar preparados y no sólo desde lo musical: "Hicimos varios rituales, teníamos que estar conectados más allá de la música, somos amigos y cada uno está en la suya. Hicimos meditaciones, yoga, terapias grupales muy buenas, como jugarse un fútbol cada semana. El miércoles las concluimos juntos en la peluquería", ríe Tincho.
Guille cuenta su experiencia y la trasladan a lo que quieren hacer: "Es un show explosivo y emocional. Hicimos hasta terapia. Yo tuve que ser el Maurito y el Maurito tuvo que ser yo por un momento. Era una terapia espiritual bastante copada, altamente recomendable. Te das cuenta de las cosas que vos decís y cómo actuás y de todo lo malo y lo bueno que tiene uno".
Maurito agrega: "Trabajamos mucho desde lo humano, aprovechamos para reconectar y redescubrirnos. Algunos nos estamos acostumbrando a ese plano y en un momento es hasta raro estar en posición Guerrero 2 después de un ensayo, tocándonos las manos con los ojos vendados adivinando quienes éramos (ríe). Desde ese lado, el show toma otra dimensión porque nosotros lo conceptualizamos diferente", concluye.
Con todo esto, la arenga y el apoyo que reciben pasa a un plano mucho más importante. Los minutos previos a salir al escenario, recuerdan, son fundamentales porque todos los gritos, estallidos, “pogos” y cantos, se escuchan y se sienten: algo que encuentran sobre todo, muy fuerte en Mendoza.
Íntimos y Acústicos
El miércoles por la mañana, las redes hablaron y se convocó a la tropa: La Skandalosa Tripulación tocaría en un encuentro único y especial con lo más íntimo de su gente, en el Auditorio de Los Andes. Sería en un formato que no tiene acostumbrado a muchos, tanto como lo acústico con la música y la sorpresa para la gente.
Varios no dudaron y respondieron al llamado y fueron grandes merecedores de un enorme regalo, al escuchar las palabras y las canciones de los protagonistas. Y al terminar, hubo tiempo para agradecer: "Siempre nos preguntan por ustedes", decía Guille, dirigiéndose a caras llenas de alegría y diversión. "Son realmente parte de nosotros. Algunos se van solos a lugares donde tocamos y nos juntamos todos ahí: y de eso se trata. Este viernes tendrán lo suyo y seguramente habrá gente nueva, que va a ver lo que pasa y se quedará flasheando. No sólo hay un trabajo desde el escenario, sino un aguante desde ustedes. El avispero se mueve copado".
Así, la banda ya está lista para dar el gran salto. Su show más convocante en el Arena Maipú tendrá una lista larga y efusiva: "No queremos mezquinar nada", bromea Maurito, y promete darlo a todo trapo.
Con la cabeza y el corazón a esta noche, el futuro sigue prometedor: el 21 de septiembre estarán en un festival del clásico festejo primaveral en el departamento de Junín. Luego, la energía hay que hacerla valer y las intenciones del grupo es volver a México y a Chile y pisar, por primera vez, tierras cafeteras.
Pero ahora el "Aguante": "En el 2013 presentábamos el primer disco en el N8, también un 16 de agosto, que es el día de mi cumpleaños. Ahora, seis años después, presentamos otro disco el mismo día y en el Arena. Se ha transformado en una fecha muy especial", cuenta emocionado Tincho, con todo el cuerpo esperando, como el resto el grupo, a brindar por el aguante.