Lo trágico y lo nacional fueron temas que se imbricaron en el romanticismo: lo primero teñido de ambientes oscuros, medievales y heroicos; lo segundo como idealización y refugio de la identidad de los pueblos. Es por eso que, a la hora de acercarse a este movimiento en la música, nos encontramos siempre con alusiones a héroes nacionales y sinfonías que, sin importar de cuál geografía vengan, se las conoce como “Italiana”, “Escocesa”, “Polaca”, “Renana”, por ejemplo...
Y es ésto lo que no debemos desconocer cuando esta noche la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo presente un programa dedicado, justamente, al romanticismo: el movimiento artístico y espiritual más importante del siglo XIX. Este concierto, llamado justamente "Tres enfoques del romanticismo del siglo XIX" será también un homenaje al Rotary Club Mendoza, por su 90° aniversario. La dirección, por otra parte, está a cargo del chileno Paolo Bortolameolli (que ya estuvo al frente de la orquesta el sábado pasado).
Y sobre el programa, habría que dividirlo en dos: primero, lo trágico. Es el nombre de la 4° Sinfonía de Franz Schubert (1797 – 1828), "Trágica", que escribió siendo muy joven, cuando todavía su escritura estaba atrapada por el magnetismo de Beethoven (de hecho, la obra está en la misma tonalidad que la obertura "Coriolano" y, curiosamente, empiezan con el mismo acorde).
Y aunque muchos piensan que el epíteto de “Trágica” le queda un poco grande, porque no condice con lo que se escucha globalmente en la obra, sí se empasta bien con el resto de la producción de Schubert, donde siempre se puede escuchar a la muerte sobrevolando. Lo alcanzó finalmente a los 31 años, sintiéndose profundamente miserable según sus cartas, sin amigos, decaído por enfermedades venéreas y alterado -como muchos sostienen también- por trastornos de bipolaridad. Un romántico ejemplar, digamos.
Y trágicamente viene, por su parte (aunque con una vida mucho menos extrema detrás) la obertura "Trágica" de Johannes Brahms (1833-1897), con la que abrirá el programa y donde también se puede sentir la órbita del genio de Bonn.
Pero la pieza de lucimiento solista esta vez viene desde el romanticismo francés, con una obra de Édouard Lalo (1823-1892), que acompañará también en el debut en Mendoza de un multipremiado violionista ¡kazajo (de Kazajistán)! Erzhan Kulibaev encara la “Sinfonía Española para violín y orquesta”, ofreciendo así el tercer enfoque prometido.
Sobre el solista
Erzhan Kulibaev toca el violín desde los seis años y ha ganado importantes premios como el Washington Award y los concursos internacionales Henryk Wieniawski en Poznan, George Enescu en Bucarest, Schlomo Mintz de Buenos Aires, Demidovski, Lisboa, Novosibirsk y Hindemith. Recientemente, ha ganado Primer Premio con distinción en Primer Internacional Concurso Musical de Manhattan en Nueva York.
Además se reconoce un amante del tango, tanto así que está haciendo sus propios arreglos de la música de Piazzolla, que suele tocar en sus conciertos.
La ficha
Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo
Serie: Conciertos Temáticos. Programa II: Tres enfoques del romanticismo del siglo XIX. En conmemoración del 90º aniversario de Rotary Club Mendoza.
Obras: Obertura Trágica Op. 81, de Johannes Brahms (1833-1897).
Sinfonía Española Op. 21 para violín y orquesta, de Edouard Laló (1823 - 1892).
Sinfonía Nº 4 en do menor, D. 417 "Trágica", de Franz Schubert (1797 - 1828).
Director: Paolo Bortolameolli
Solista: Erzhan Kulibaev, violín (Kazajistán)
Fecha y hora: Hoy, a las 21.30.
Lugar: Nave Universitaria (España y Maza)
Entradas: $140 (entrada general) y $100 (estudiantes y jubilados).
